Casi dos meses después de que India puso en marcha el «mayor programa de seguridad social del mundo» crecen las dudas sobre su capacidad de crear puestos de trabajo para 25 millones de desempleados rurales.
Las preguntas son muchas: ¿Se detuvo la emigración hacia las ciudades con el plan de Empleo Rural Nacional Garantizado(ERNG)? ¿Es suficiente el dinero disponible? ¿Acceden los más necesitados a los puestos de trabajo? ¿Qué grado de corrupción soporta un programa como éste?
"Las reacciones indican que aún hay personas emigrando desde la aldea donde se inició programa", dijo el profesor Mahendra Dev, del Centro de Estudios Sociales y Económicos de la ciudad de Hyderabad, capital del sureño estado de Andhra Pradesh.
"Aún hay mucha gente que no está enterada de la existencia de este proyecto, y es necesario aumentar su difusión", dijo a IPS Dev, quien participó en la planificación del programa.
El primer ministro Manmohan Singh puso en marcha el ambicioso programa el 2 de febrero en Bandameeda Palli, el empobrecido distrito Anantapur, Andhra Pradesh, parte de un lanzamiento simultáneo en las 200 zonas más atrasadas del país, que abarcan cerca de un tercio del territorio indio dividido en casi 600 distritos.
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La coalición gobernante de Singh depende del apoyo parlamentario de los comunistas.
El programa se propone garantizar un puesto de trabajo durante 100 días al año a un miembro sano de cada familia rural que acepte desempeñar tareas manuales no calificadas en la construcción de infraestructura rural por un salario de 1,3 dólares por día, aunque esto varía según el estado. En Andhra Pradesh el jornal mínimo se elevó a 1,7 dólares.
Al menos un cuarto de los 1.100 millones de habitantes de India viven con menos de un dólar por día, límite de la línea internacional de indigencia, en gran parte por falta de trabajo. Esta situación puede afectar hasta a 30 por ciento de la población, según el Banco Mundial.
Según el censo de 2001, 720 millones de personas vivían en áreas rurales y el desempleo era allí de 7,8 por ciento de la población económicamente activa.
"Este es el programa de bienestar social más revolucionario del mundo. Constituye la mayor iniciativa para la generación de empleo en la historia moderna", dijo el ministro de Industria, Ashwani Kumar. El trabajo como derecho otorgado por ley no ha sido aún garantizado a los ciudadanos de ningún país, sostuvo.
Pero las dimensiones del programa lo vuelven problemático. "La cantidad de desempleados de India es igual a la población de toda Europa", dijo Kumar a IPS. El portavoz del gobierno cree que el ENRG puede cambiar la cara del medio rural si se implementa adecuadamente.
Los gobiernos provinciales, los "panchayati raj", los concejos locales y las organizaciones no gubernamentales participan en la puesta en marcha del plan.
En el presupuesto anual 2005-2006, el ministro de Finanzas, Palaniappan Chidambaram destinó al ENRG 5.300 millones de dólares, aunque ese costo anual puede duplicarse una vez que el programa se haya extendido a todo el país.
"Este monto puede no ser alto, pero Chidambaram dijo que se liberarán fondos adicionales según la demanda, lo que quiere decir que se destinarán recursos donde se necesiten", dijo Dev.
Los gobiernos provinciales con presupuestos ya exiguos tendrán que aportar 10 por ciento del costo total, mientras algunos recursos provendrían de otros planes de desarrollo rural existentes..
Además, hay otro programa en funcionamiento llamado "alimentos por trabajo" en 150 distritos. Está previsto que el ENRG llegue a los 600 distritos en cinco años. La ley también prevé una asignación por desempleo si el gobierno no logra cumplir su promesa de empleo.
India es uno de los países más jóvenes del mundo, cerca de dos tercios de su población tiene menos de 35 años. Se necesitarán unos 60 millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años para evitar que el desempleo crezca.
La eficacia del ENRG está en duda. "En principio no hay nada malo con este tipo de programa keynesiano que busca crear puestos de trabajo a la vez que construye infraestructura rural, pero hay al menos tres tipos de problemas" para su aplicación, dijo el economista Omkar Goswami.
"En primer lugar, debido a que el tesoro público ya está seco, cualquier ligereza aumentaría el déficit fiscal", señaló.
"El segundo tipo de dificultades es que buena parte de los fondos deberán fluir de Nueva Delhi hacia las capitales de los estados y de allí a los distritos, con riesgo de fugas por el camino", dijo Goswami a IPS. En tercer lugar, el economista mencionó los frecuentes obstáculos de India para que los fondos efectivamente lleguen a quienes más los necesitan.
"No creo en eso de que las organizaciones no gubernamentales honestas podrán asegurar que los fondos sean utilizados adecuadamente apelando a la Ley del Derecho a la Información, ", agregó Goswami, ex jefe de la Confederación de Industrias Indias y actual presidente de la firma consultora CERG Advisory.
"El diablo puede estar en los detalles", sostuvo el portavoz del Banco Mundial, Sumir Lal, tras elogiar el programa.
Sumir indicó cuatro aspectos que debían cuidarse: El primero es que el monto de los salarios debe ser tal que sólo los más pobres se sientan atraídos y no se sustraiga a trabajadores calificados de empleos existentes.
"En segundo lugar, los bienes creados en las áreas rurales no sólo deben mantenerse de modo sustentable, sino que deben beneficiar directamente a los pobres", dijo. "Y la cuestión de la corrupción también debe abordarse", agregó.
Por último, Lal considera que el programa "debe ser controlado y evaluado durante su primera fase de aplicación en los 200 distritos, antes de extenderlo a todo el país".
El ENRG es criticado por otras razones. El salario anual es de solo 133 dólares, es decir unos míseros 11 dólares por mes. Y su puesta en práctica puede crear tensiones en las familias para elegir al miembro beneficiario, con la probable consecuencia de discriminación de los más débiles, las mujeres o los discapacitados.
También existen problemas de clientelismo. "Los controles parecen suficientes y la aplicación equilibrada, pero aun así recibimos informes de que los partidos políticos están inscribiendo (en el programa) a gran cantidad de sus seguidores", dijo Dev.
"Hay que encontrar una solución o las cosas se pueden ir de las manos, los necesitados deben acceder a los puestos de trabajo sin importar a qué partido apoyan", reclamó.