La decisión del gobierno cubano de revitalizar la producción azucarera en vista del alza de los precios internacionales quizás no rinda frutos en la actual cosecha y el esperado despegue demore hasta la próxima temporada, según especialistas.
Los propios productores azucareros comentan que el inicio de la zafra y su balance final es parecido a una carrera de campo y pista de 100 metros, donde, "sí se tiene una mala arrancada, resulta difícil lograr una recuperación a lo largo del transcurso de la misma", dijo a IPS un investigador que no quiso ser identificado.
En tanto, el ministro del Azúcar, Ulises Rosales del Toro, reiteró en la víspera que este año se prevé obtener niveles de producción similares a los de la zafra pasada, aunque con la participación de 16 ingenios menos. Economistas especializados en el sector estimaron la cosecha 2004-2005 en alrededor de 1,3 millones de toneladas, cifra no confirmada oficialmente.
Datos estadísticos indican que esa fue la peor producción azucarera de los últimos 100 años, sólo comparable a 1905, cuando se obtuvieron algo más de 1,3 millones de toneladas.
La presente zafra comenzó la primera semana de enero, reducida a sólo 42 ingenios, con la idea de hacerla en 84 días para aprovechar las mejores condiciones climáticas para el corte, procesamiento y obtención de la mayor cantidad de azúcar por toneladas de caña procesada.
Pero el presidente Fidel Castro pidió el 14 de febrero a directivos del sector un esfuerzo adicional para aumentar la producción y se decidió continuar labores hasta el 30 de abril, buscando "los mejores momentos", en los cuales "la sacarosa presente en la caña puede dar los máximos rendimientos".
No se descarta que algunos ingenios permanezcan activos hasta mayo, aunque la eventual llegada de las lluvias en ese mes añadiría dificultades al ya tenso trabajo fabril. Entre otras medidas adoptadas para aumentar la producción se incorporó nuevamente el corte manual al mecanizado, lo que permite llevar más caña a la fábrica.
En Cienfuegos, a 232 kilómetros de la Habana, por ejemplo, el trabajo de 900 macheteros y la aplicación de medidas para evitar incendios en los campos permitieron recuperar materia prima para 1.200 toneladas de azúcar adicionales, según directivos del sector en esa provincia.
Al parecer, estimaciones oficiales parten de que la caña disponible pudiera proporcionar una producción de azúcar cercana a los 1,5 millones de toneladas de azúcar físico crudo. "Esto representaría sin duda un paso alentador en el inicio de la recuperación de la producción de la agroindustria", dijo la fuente consultada por IPS.
"Cada tonelada de caña es imprescindible para la provincia, la empresa y el país", señaló el titular del Azúcar en declaraciones a una emisora radial, que también entrevistó a directivos del sector del resto del país.
Según expertos, en esta ocasión hay una mayor cantidad de caña para moler gracias al mejor régimen de lluvias y a la aplicación de fertilizantes y herbicidas, recurso que, sin embargo, consideraron aún insuficiente.
"Esta zafra se inició sin un aseguramiento material mínimo indispensable", afirmó el investigador, quien recordó que hasta mediados de febrero la situación era "crítica" debido al déficit de insumos básicos para garantizar un buen desempeño de la industria azucarera.
Citó al respecto la llegada tardía de recursos como neumáticos, baterías, piezas, componentes y combustible, unido a una maquinaria agrícola "al borde del colapso" y necesitada de repuestos y componentes. "En los ingenios son frecuentes las roturas que paralizan la actividad fabril", advirtió.
En ese sentido, consideró que, dado el complejo desempeño de la actual cosecha, los niveles de producción podrían resultarán inferiores a los de la zafra anterior y situarse en no más de 1,2 millones de toneladas, debido al tiempo perdido y a la molida de volúmenes de caña con bajo nivel de rendimiento industrial en azúcar.
"El despegue de la producción de caña y azúcar se vería para la zafra 2006-2007, en caso de continuar el proceso de inversiones y suministro de recursos para fortalecer la agroindustria azucarera iniciado a mediados de febrero", indicó el estudioso.
La zafra debe satisfacer una demanda de consumo interno de entre 700.000 y 750.000 toneladas de azúcar, la exportación a China de unas 400.000 toneladas y asegurar otras cantidades para cumplir "compromisos de deudas", que el experto se abstuvo de especificar.
El azúcar fue durante muchos años seguro de crédito internacional para Cuba, que en 2002 aplicó una drástica reestructuración a la otrora primera industria del país. En una primera etapa, el reajuste desactivó 70 de los 156 ingenios existentes hasta ese momento, lo que implicó también una sustancial disminución del personal.
Para la actual cosecha se paralizaron otros 36 centrales azucareros, a fin de dejar en operaciones sólo a los más eficientes. De continuar el alza de los precios y haber caña suficiente, algunos de estos ingenios podrían reabrir sus puertas. "La regla no es producir azúcar por producir azúcar, sino producir con alta eficiencia", subrayó Rosales del Toro.
Al finalizar marzo, analistas y operadores estimaban que los precios mantendrán su tendencia al aumento y los futuros del azúcar blanco alcanzaron un máximo de 479,50 dólares por tonelada en el merado de Londres.
El alza se debe, entre otras razones, al impacto de adversidades climáticas sobre productores y exportadores relevantes como Tailandia y Australia, reformas emprendidas por la Unión Europea (UE) y al aumento de la demanda por el creciente uso de la caña de azúcar como biocombustible.