ARGENTINA-CHILE: Más cerca con Bachelet

La flamante presidenta de Chile, Michelle Bachelet, eligió Argentina para su primera visita oficial al exterior en un gesto que subraya su interés por la alianza estratégica entre ambos países, la sintonía política con su par Néstor Kirchner y la voluntad de estrechar lazos con los vecinos.

Bachelet llegó a Buenos Aires el martes para una visita en la que no faltaron gestiones por la provisión de gas argentino su país, un tema conflictivo que produjo roces en 2004. El consumo residencial en Chile depende de las ventas argentinas, amenazadas cuando aumenta la demanda interna.

Los presidentes acordaron que los asuntos energéticos seguirían siendo abordados por una comisión ad hoc y resolvieron avanzar en otros temas: una licitación internacional para la rehabilitación de un ferrocarril que atraviesa la cordillera de los Andes — la cadena montañosa sudamericana que corre de norte a sur y sirve de límite natural de las dos naciones—, y obras para mejorar otras vías terrestres de comunicación binacional.

En su discurso de este miércoles ante la asamblea legislativa, la primera presidenta chilena de la historia dejó clara su voluntad de reforzar el vínculo con Argentina mediante el aumento del comercio, las inversiones y los caminos, y reivindicó reiteradamente la "alianza estratégica" entre las dos naciones.

"Cerramos las hipótesis de conflicto. Dejamos de mirarnos como adversarios y aprendimos a ser amigos y socios", remarcó Bachelet, quien asumió el cargo el 1 de marzo. "Les propongo reforzar ahora esta relación de mutuo provecho y avanzar en corredores bioceánicos que se traduzcan en un mayor tránsito de bienes y de personas", desafió la mandataria.

Chile es la economía más abierta de América del Sur. En los últimos años trabó acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, México, Corea del Sur, Singapur y China. No obstante, permanece desde 1996 como Estado asociado del Mercosur, que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Los chilenos consideran que el grado de los aranceles externos de su economía es demasiado bajo para los estándares de protección que tiene el bloque sudamericano.

A poco de llegar a Buenos Aires, Bachelet puntualizó que su gobierno mantendría la política económica de apertura y evitó referirse al Mercosur. Además, subrayó los acentos particulares de su gestión: más inversión social y mejores lazos con el vecindario.

La mandataria viajó este miércoles a Uruguay, donde se reunió con su par Tabaré Vázquez.

Santiago no descarta en el futuro un viaje a Bolivia para un contacto directo con el presidente Evo Morales, con el fin de aliviar las diferencias históricas entre las dos naciones originadas en un conflicto bélico en el siglo XIX que privó a la nación andina de territorios con costas marítimas, y en el continuado reclamo boliviano de una salida al mar por territorio chileno.

"Esta vez tenemos un anhelo común que es el de derrocar el flagelo de la pobreza para construir una globalización más equitativa y más humana", dijo Bachelet al aludir a las características que tendrá la relación de Chile con Argentina a partir de su asunción y de sus buenos vínculos con Kirchner.

El analista político Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría, dijo a IPS que con Bachelet, Chile apuesta a la continuidad de un modelo político y económico que resultó exitoso. Tampoco habrá cambios en la política exterior orientada a buscar nuevos socios comerciales.

Para Argentina, el gobierno de esta médica pediatra socialista representa "una oportunidad", dijo Fraga. "Existe afinidad política ideológica con Kirchner, buena relación con la senadora (Cristina) Fernández (esposa del mandatario) y las relaciones comerciales están en "un muy buen momento" con aumento de las ventas y las inversiones.

Chile es el tercer destino de las exportaciones argentinas luego de Estados Unidos y de Brasil, y la balanza comercial, con un intercambio que fue de 5.400 millones de dólares en 2005, es favorable a Argentina.

"Chile asumió que tendrá que abastecerse de gas en el mercado internacional", interpretó el analista. Esta idea fue planteada por la propia Bachelet durante su visita a Buenos Aires. Un funcionario argentino que participó de las reuniones dijo al diario Clarín que hubo "un cambio sustancial" en la relación en ese aspecto.

El antecesor de Bachelet, el también socialista Ricardo Lagos, exigía el respeto de los contratos bilaterales según los cuales Argentina debía cumplir su provisión de gas aun a costa de su propio abastecimiento. Kirchner se negó a cumplir ese compromiso, y la relación bilateral entró en crisis.

En cambio, Bachelet se propone abordar la necesidad energética de su país buscando diversificar el abanico de proveedores de gas.

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