SALUD-FRANCIA: Termina el viaje del Clemenceau

La decisión del presidente de Francia, Jacques Chirac, de suspender el desguace en India del portaaviones Clemenceau, contaminado con asbesto, pone fin a un viaje embarazoso para el buque y para el gobierno de este país.

Chirac anunció en la tarde del miércoles que "sobre el tema de desmantelar barcos, que plantea cuestiones sobre una dimensión global relativa a la protección del ambiente, Francia debe actuar del modo más ejemplar".

La ministra de Defensa, Michelle Alliot Marie, dijo la semana pasada que Francia estaba tratando el asunto "de un modo ejemplar", enviando el buque al astillero indio de Alang, en el occidental estado de Gujarat, para su desmantelamiento.

La decisión de Chirac sobrevino apenas horas después de que el Consejo de Estado francés, la autoridad judicial más elevada, ordenó la suspensión del viaje del Clemenceau a Alang.

El Consejo hizo lugar a los argumentos de la organización ambientalista Greenpeace, Andeva (Asociación Nacional de Defensa de las Víctimas del Amianto, que representa a unos 7.000 envenenados con este contaminante o a sus familiares) y otras entidades.
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Pero el fallo siguió al dictamen de la Suprema Corte de India prohibiendo el ingreso del barco a aguas territoriales indias. "Finalmente termina una historia de lo más vergonzante", comentó el semanario francés L'Express.

Se prevé que Chirac visite India la semana próxima.

El gobierno francés seguía negando hasta pocas horas antes del anuncio del miércoles que el buque contuviera grandes cantidades de asbesto. El reconocimiento significaría que, bajo las normas internacionales firmadas por Francia, el barco no podría ser exportado a un país en desarrollo para su desmantelamiento.

París había vendido el buque a una empresa panameña para que lo desmantelara en Alang. Expertos dicen que el Clemenceau contiene hasta 1.000 toneladas de asbesto venenoso, mientras que el gobierno afirmó que sólo tenía una fracción de esa cantidad, alegando que se deshizo de 115 toneladas.

Pero el Ministerio de Defensa admitió el martes que sólo podía documentar la remoción de 70 toneladas de asbesto, y acusó a la empresa que realizó el trabajo de "irregularidades".

"La descontaminación ordenada por el gobierno francés fue llevada a cabo por aficionados", dijo a IPS Michel Parigot, portavoz de Andeva. "El controlador tenía apenas 14 horas de entrenamiento, y el intento probablemente expandió el asbesto por todo el lugar".

El gobierno francés dio diferentes cifras para la cantidad de asbesto del buque, desde 215 toneladas en documentos militares fechados en 2003 a 270 toneladas a comienzos de 2005 y luego 115 en enero.

El asbesto, una fibra mineral que puede ser fácilmente inhalada, es conocido por causar cáncer y asbestosis, una fatal enfermedad pulmonar. Su uso fue común en diversas industrias, sobre todo en la construcción, como aislante y protector del fuego. El asbesto fue prohibido en prácticamente todos los países industrializados desde hace al menos una década.

Nuevas denuncias indican enormes cantidades del tóxico en el buque. El especialista noruego Aage Bjorn Andersen estimó que el Clemenceau todavía contiene unas 760 toneladas de asbesto, y entre 165 y 330 toneladas de otros materiales peligrosos, como bifenilos policlorados, compuestos químicos utilizados en cables eléctricos que pueden causar cáncer.

El Clemenceau, que partió el 1 de enero del meridional puerto francés de Toulon hacia India, está actualmente anclado en el mar de Arabia, y se espera que regrese a Francia en las próximas semanas.

Para organizaciones ambientalistas como Greenpeace, Andeva y Ban-Asbestos (Prohibir el asbesto), la decisión de abortar el viaje a India es una victoria.

"Es una victoria binacional, francesa e india", dijo a IPS la portavoz de de Ban-Asbestos, Annie Thébaud-Mony. "Es muy difícil detener una transferencia de riesgos de los países industrializados del Norte a países en desarrollo del Sur, para poner fin a estos dobles discursos de estados y corporaciones multinacionales que abusan del Sur para hacer allí lo que la legislación ambiental y social no les permite aquí".

Yannick Jadot, de Greenpeace, dijo que la decisión "constituye una victoria de la coalición de organizaciones que trabajan contra el asbesto, por la defensa de los derechos humanos fundamentales y la protección del ambiente".

Francia intentó hacer caso omiso de las normas nacionales e internacionales y fracasó, dijo Jadot. "Es de esperar que su fracaso en exportar al Clemenceau establezca un precedente que haga imposible desguazar barcos contaminados y retirados de servicio en otros países".

Jadot sostuvo que el asbesto del Clemenceau podía ser eliminado en Francia. "Eso probaría que todo el asunto de enviarlo a India era falso", afirmó.

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