El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, agradeció la solidaridad activa recibida de las entidades religiosas en la lucha contra la dictadura y destacó progresos sociales de su gobierno, al hablar ante la asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
"Cuando luchábamos por la democracia, décadas atrás, encontramos en el Consejo Mundial de Iglesias no sólo estímulo moral y espiritual, sino también apoyo efectivo para seguir confiados en aquellas batallas", dijo Lula este viernes en el auditorio repleto de la Pontificia Universidad Católica de Porto Alegre, donde se desarrollará desde el próximo martes la novena asamblea del CMI,
También recordó el gesto de haber respaldado al educador brasileño Paulo Freire, fallecido en 1997, autor de "Pedagogía del oprimido", la obra fundamental para entender las posibilidades y las conquistas de la enseñanza popular y referencia como método de alfabetización y, en su dimensión más amplia, como práctica de la libertad.
El CMI acogió a Freire en su sede central de Ginebra, a donde llegó perseguido por la dictadura que sufrió Brasil de 1964 a 1985 por aplicar su método de alfabetización, considerado subversivo por los militares.
Ante más de 2.000 participantes en la capital del meridional estado brasileño de Río Grande del Sur, Lula llamó a las iglesias cristinas a seguir apoyando la lucha por "una sociedad más justa y solidaria", como postulan sus mandatos religiosos y el que pretende su gobierno con iniciativas como el plan Hambre Cero en Brasil y la campaña mundial contra el hambre.
Hablando como invitado, aprovechó para hacer un balance de las acciones sociales que implementa, un discurso reiterado en ceremonias varias e inauguraciones de obras aunque aún sin anunciar una posible candidatura a la reelección para los comicios presidenciales de octubre.
Así detalló que el Fondo Nacional de Educación Básica, recién aprobado por el Congreso legislativo, aportará 4.300 millones de reales (2.000 millones de dólares) para mejorar la enseñanza primaria y secundaria. Además el Programa Universidad para Todos ya benefició a 203.000 estudiantes pobres con becas que les permiten seguir estudiando.
Pero el gran programa contra la pobreza, apuntado por todos como su mejor arma para la reelección, es la llamada Beca-familia que, aseguró, ya alcanzó 8,7 millones de familias pobres en todo el país. Se trata de una ayuda financiera de 15 a 95 reales (siete a 44 dólares) mensuales, que varía según la cantidad de hijos en la escuela.
La creación de cuatro millones de nuevos empleos desde el comienzo de su gobierno en enero de 2003, el lanzamiento del "crédito consignado" a trabajadores formales y jubilados, a intereses bajos por tener la garantía de los sueldos, y la reforma agraria que entregó tierra a 245.000 familias en los tres últimos años, fueron otros avances mencionados por el mandatario ante el CMI.
Fundado en 1948, el CMI es la mayor organización del movimiento ecuménico mundial, al congregar 348 iglesias cristianas que representan a más de 550 millones de fieles, incluyendo las confesiones luterana, calvinista, ortodoxa y pentecostal, pero no la católica, que es la más numerosa.
El CMI promueve su asamblea mundial cada siete años para definir sus acciones y discutir temas relacionados con el diálogo entre las religiones. El tema de este encuentro, que se prolongará hasta el jueves de la semana próxima, se titula "Dios, en tu gracia, transforma el mundo". Representaciones de 110 países están presentes en Porto Alegre.
Es la primera vez que una asamblea de este tipo tiene lugar en América Latina. La elección de Porto Alegre se debió a la buena infraestructura existente y por ser conocida internacionalmente por haber acogido las primeras ediciones del Foro Social Mundial, encuentro de organizaciones y movimientos sociales que en su última edición en este lugar, en 2005, cobijó a casi 155.000 participantes.
Además del presidente Lula, otras personalidades internacionales participarán en la asamblea del CMI, como dos ganadores del premio Nobel de la Paz, el arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu y el argentino destacado por la defensa de los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel.
Los delegados de las iglesias con derecho a voto son 691, pero el total de participantes esperados comprende otros 3.300 representantes de instituciones cristianas, la mayoría del exterior.
"Nuestro sueño es que cese la fragmentación, un objetivo importante del movimiento ecuménico es que las iglesias no se dividan", explicó a IPS la secretaria ejecutiva de Programas para América Latina del CMI, Marta Palma.
El encuentro adoptará decisiones importantes para el período de siete años hasta la nueva asamblea mundial. Apuntará, por ejemplo, cuáles sectores serán prioritarios en la destinación de los recursos de que disponen las iglesias para aplicar en proyectos sociales.
"Entre los temas más importantes está la justicia económica. Observamos avances en las propuestas para reducir la pobreza, pero en la práctica se logró muy poco", evaluó Palma.