Los precios del petróleo cerraron este viernes al alza, pero de manera leve, luego que Estados Unidos reportó abundancia en sus existencias y la OPEP decidió sostener su oferta de casi 30 millones de barriles por día.
Sin embargo, sobre el mercado gravita la situación de Irán, compelido por las grandes potencias y la Organización Internacional de Energía Atómica para que suspenda su programa de desarrollo nuclear, con un horizonte de sanciones ante las cuales respondería con la fuerza de ser el cuarto productor petrolero del mundo.
En Nueva York, el crudo West Texas Intermediate (WTI), marcador estadounidense, se vendió durante la jornada a 64,95 dólares por barril de 159 litros, 27 centavos más que el jueves pero 2,17 dólares más barato que la semana pasada.
En Londres, el Brent del Mar del Norte, referencia europea, se transó a 63,12 dólares por barril, 24 centavos sobre la víspera, pero 2,30 dólares bajo los valores de enero.
Los promedios semanales fueron de 67,22 dólares para el WTI, 65,52 dólares para el Brent y 60,25 dólares para la cesta de 11 crudos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), informó el Ministerio de Energía en Venezuela, el único socio latinoamericano del grupo.
[related_articles]
A comienzos de semana ganó terreno la preocupación por suministros si se sostienen iniciativas para sancionar a Irán, y los precios también avanzaron con el frío que azota a Europa, recordó un informe del ministerio venezolano, "pero la decisión de la OPEP en su objetivo de estabilizar el mercado ayudó a despejar dicha preocupación".
En la conferencia de la OPEP, el último día de enero, el ministro iraní Kazem Vaziri Hamaneh aseguró que su país "no va a parar la producción de petróleo, pues no se mezcla petróleo con política".
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Diez de esos países —exceptuado Iraq que extrae menos de dos millones de barriles por día— se reparten por cuotas la producción de 28 millones de barriles diarios.
Hamaneh se abstuvo de plantear en la conferencia la propuesta considerada en Teherán durante enero de pedir una reducción de su cuota, de 4,1 a 3,1 millones de barriles por día, lo cual habría sacado un millón de unidades del mercado.
En el Foro Económico Mundial, realizado la semana pasada en Davos, Suiza, el inversionista Bill Browder, de la corporación Hermitage radicada en Rusia, planteó un ejercicio de lo que implicaría para el precio de petróleo un embargo iraní contra occidente: el valor del barril llegaría a 131 dólares.
Según ese ejercicio, una ola de violencia en Argelia, que produce menos de un millón de barriles, llevaría el precio a 79 dólares, una guerra civil en Nigeria a 98, el cierre de la producción venezolana a 111, y, lo máximo, si cae la monarquía reinante en Arabia Saudita el precio puede llegar a 262 dólares por barril.
Según el ministro venezolano, Rafael Ramírez, "lo que presiona los precios es el tema geopolítico", en alusión a las tensiones en Medio Oriente, y le atribuye a la presión sobre países productores una carga de por lo menos 10 dólares por barril.
El planeta devora diariamente 84 millones de barriles, pero "los inventarios están altos y hay dos millones de barriles de más en el mercado", sostuvo Ramírez.
En Estados Unidos, el mayor mercado, los inventarios comerciales de crudo llegaron a 321 millones de barriles en la última semana de enero, 19 por ciento por encima de su umbral crítico y casi 26 millones de barriles más que hace un año.
La tesis de Ramírez era recortar en un millón de barriles diarios la oferta del grupo, pero no ganó apoyo y la OPEP dejó el tema para su próxima conferencia ministerial, el 8 de marzo, para estudiar si retira volúmenes a partir de abril.
El jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, John Negroponte, dijo el jueves ante un comité del Senado en Washington que el mercado global energético "continuará siendo crítico en el futuro inmediato" y aumenta la importancia geopolítica de países como Arabia Saudita, Irán, Rusia y Venezuela.
Según este "halcón" estadounidense, "las fricciones de política exterior derivadas de la seguridad energética continuarán en la medida en que países de gran demanda como China e India continúen buscando acuerdos de desarrollo energético en el mundo".
Puso como ejemplo que Venezuela, gobernada por Hugo Chávez, "está tratando de diversificar sus exportaciones de petróleo fuera de Estados Unidos", que compra al país sudamericano 15 por ciento del petróleo que importa.
Caracas pactó recientemente con Beijing acuerdos para venderle en el futuro 300.000 barriles diarios de petróleo y esta semana despachó 2,4 millones de barriles hacia India.
En tanto, desde la OPEP, su presidente y ministro nigeriano, Edmund Daukoru, envió una nueva señal tranquilizadora al recordar que el grupo aún tiene entre 1,5 millones y dos millones de barriles diarios en capacidad productiva cerrada y espera agregar otros 500.000 barriles a ese potencial para mediados de 2006.