PALESTINA-EGIPTO: La nueva hermandad musulmana

Tras la victoria en las elecciones parlamentarias palestinas del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el gobierno de Egipto se prepara para novedosas ecuaciones políticas.

En un torrente de actividad diplomática, el presidente egipcio Hosni Mubarak se reunió la semana pasada con el presidente palestino Mahmoud Abbas y el ministro de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.

Mubarak "sigue dispuesto a dar apoyo al pueblo palestino", dijo tras la reunión con Abbas el portavoz del presidente egipcio, Suleiman Awad.

"Ahora depende de los ganadores de las elecciones palestinas, junto con los de las próximas elecciones israelíes (en marzo), afronten los acuerdos internacionales sobre la paz en Medio Oriente", afirmó Awad.

El portavoz confirmó el deseo de Mubarak de mantener "abierta la puerta del proceso de paz", al mismo tiempo que observó que "la victoria de Hamas fue consecuencia de la democracia".

En las primeras elecciones legislativas palestinas en 10 años, la organización radical obtuvo 76 de los 132 escaños, lo cual le brinda un mandato legítimo para formar y posiblemente encabezar un nuevo gobierno. El partido gobernante, Al Fatah, logró apenas 43 escaños.

El primer ministro israelí Ehud Olmert calificó a Hamas de "organización terrorista armada que llama a la destrucción de Israel", y exigió como condición para establecer vínculos con un gobierno encabezado por ese sector una renuncia explícita a la violencia y el reconocimiento de su país.

"Los palestinos fueron a las urnas y eligieron una organización terrorista para que los conduzca al futuro", dijo Livni luego de su reunión con Mubarak.

A pesar de que la carta constitutiva de Hamas llama explícitamente a la liberación de Palestina "desde el río Jordán al mar Mediterráneo", descartando una fórmula de paz que implique la existencia de Israel, su plataforma electoral no hizo referencia a ese punto.

El Cuarteto (instancia de mediación internacional integrada por la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia) ha tomado como suya la posición israelí y pretende que Hamas renuncie a la violencia y reconozca a Israel.

El Cairo también parece pretender que el movimiento islamista modere su postura histórica.

"Nadie hablará con ellos hasta que renuncien a la violencia y reconozcan a Israel", dijo el experto en inteligencia Omar Suleiman, quien ha mediado con frecuencia entre facciones palestinas y el estado judío.

El canciller egipcio Ahmed Abul Gheit consideró que Hamas debe efectuar su transición de movimiento armado de resistencia a partido político legítimo. "Cuando estás en el parlamento, usas argumentos, no el revólver", advirtió.

Poco después de las elecciones, Abul Gheit dijo al diario panárabe Asharq Al-Awsat que confiaba en la capacidad de Hamas de "vivir con la idea de negociar con Israel".

"Hamas ya aceptó una tregua por el bien de las negociaciones", afirmó Gheit. "Creemos que la incorporación de Hamas al proceso político conducirá a un cambio fundamental en su pensamiento."

Este movimiento, que alcanzó prominencia en la primera intifada (insurgencia popular contra la ocupación israelí) a fines de los años 80, integra la lista de organizaciones terroristas por los numerosos atentados que sus miembros han realizado tanto en Israel como en los territorios árabes ocupados.

De todos modos, Hamas respetó la tregua que en marzo pasado propició Egipto. "Generalmente respetó el cese del fuego, con unas pocas excepciones menores tras agresiones israelíes", dijo a IPS Emad Gad, experto en asuntos de Israel del estatal Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos.

"Los líderes de Hamas ahora están hablando de un cese del fuego de 10 años", añadió. "Si logran formar gobierno, creo que su enfoque tenderá a mantener la tregua. No tolerarán ninguna actividad que ellos no ordenen."

Observadores sugieren que la Hermandad Musulmana, organización islamista prohibida pero tolerada en Egipto —y de la cual Hamas es un retoño histórico— que en las elecciones del año pasado obtuvo 88 escaños parlamentarios.

"Hamas espera que la Hermandad Musulmana egipcia se una al proceso de mediación", dijo Gad. El gobierno de Mubarak se resistirá a la idea, pero algunos funcionarios estarán tentados de pedir a la Hermandad que juegue un papel, siempre bajo supervisión oficial."

Walid Kazziha, profesor de ciencias políticas de la American University de El Cairo, coincidió en que "la victoria de Hamas presenta nuevas oportunidades para la Hermandad Musulmana en Egipto".

"El gobierno de Mubarak deberá recurrir a la Hermandad, a veces, para recomendarles moderación", dijo a IPS. Y la centenaria organización político-religiosa está capacitada como para eso, explicó Kazziha.

"La Hermandad ha aceptado un marco completamente constitucional y sus actividades son completamente políticas. Hamas deberá aprender a hacer lo mismo", consideró.

La mayoría de los egipcios paracen haber aplaudido el triunfo de Hamas, según el experto. "Estamos encantados. La mayoría nos preguntamos, ¿qué han hecho los israelíes y los estadounidenses durante 12 años, cuando tenían que negociar con Yasser Arafat y con Mahmoud Abbas?"

"Al rechazar a los moderados, los estadounidenses e israelíes acorralaron a los palestinos. Eso no sólo sirvió para derrotar a los moderados y secularistas, sino que también fortaleció a los fundamentalistas, como Hamas", concluyó. (

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