La elección de la primera presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y la formación de un gabinete con igual cantidad de ministros y ministras son señales auspiciosas para las aspiraciones políticas de las mujeres en este país, pero aún se necesitan acciones más concretas, coincidieron activistas y autoridades.
"En Chile se está viviendo una verdadera revolución cultural, ya que hace tres años nadie se hubiera podido imaginar que una sociedad tan machista como la nuestra elegiría a una mujer presidenta", dijo a IPS Paulina Weber, dirigente del Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (Memch).
En el balotaje del 15 de enero, Bachelet, de la coalición centroizquierdista Concertación por la Democracia, que gobierna este país de 15,6 millones de habitantes desde 1990, venció con 53 por ciento de los votos al candidato de la oposición derechista, el empresario multimillonario Sebastián Piñera.
El 30 de ese mes, antes de partir de vacaciones al sur del país, la médica socialista de 54 años designó su gabinete ministerial, que por primera vez en la historia estará compuesto por igual número de hombres y mujeres, cumpliendo de esta forma una de sus principales promesas de campaña.
Las 10 ministras de Bachelet ocupan algunas carteras clave, como la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de las relaciones con el Poder Legislativo, que estará encabezada por la abogada socialista Paulina Veloso, y la de Defensa, a cargo de la economista Vivianne Blanlot, del Partido por la Democracia (PPD).
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La presidenta electa, que asumirá el 11 de marzo, también nombró a la actriz Paulina Urrutia, independiente, como ministra de Cultura, a Ingrid Antonijevic, del PPD, en Economía, a Clarisa Hardy, socialista, en Planificación, y a la médica María Soledad Barría, también socialista, en Salud.
La lista se completa con Patricia Poblete y Laura Albornoz, ambas del Partido Demócrata Cristiano, en las carteras de Vivienda y Urbanismo, y de Servicio Nacional de la Mujer, respectivamente. Karen Poniachik, independiente, estará en Minería, y Romy Schmidt, del PPD, en Bienes Nacionales.
Pero, según expertos, estas importantes señales no son suficientes para asegurar una mayor participación femenina en cargos de representación popular, como los de alcalde, diputado o senador, ya que aún hay numerosos obstáculos para que las mujeres accedan a puestos de poder.
A pesar de que en los últimos 15 años la presencia femenina en la política aumentó de 10 a 20 por ciento, la mayoría de las mujeres tienen dificultades para compatibilizar su vida privada con el mundo del trabajo, debido principalmente a la desigual distribución de roles en la pareja.
De hecho, la nueva ministra de Cultura, Paulina Urrutia, de 37 años, conocida actriz de teatro, cine y televisión y ex presidenta del Sindicato de Actores, reconoció en una entrevista a una radio local que prevé postergar su maternidad (no tiene hijos) para concentrarse en las funciones que asumirá en marzo.
En las últimas elecciones parlamentarias, el 11 de diciembre, 37 mujeres y 204 hombres se postularon para los 120 cupos de la Cámara de Diputados, mientras que para los 20 cargos del Senado se presentaron nueve mujeres y 57 hombres. Resultaron electas 18 diputadas, 15 por ciento del total, y dos senadoras, 9,5 por ciento.
La elección Bachelet y la fuerte presencia femenina en su gabinete puede impulsar, "como efecto dominó", otros procesos que favorezcan la igualdad de género, sostuvo la subdirectora del Centro de Desarrollo de la Mujer DOMOS, Virginia Guzmán.
Las mujeres pueden ejercer el poder de forma diferente a los hombres, "con más trabajo en equipo, menos jerárquico, con mayor apertura a la participación ciudadana", atrayendo a su vez a más mujeres capacitadas para el servicio público, sostuvo.
La profesional se mostró confiada en la gestión del equipo femenino de Bachelet, ya que, a su juicio, profesionales como Veloso, Hardy y Barría tienen una historia de compromiso con la lucha por la igualdad de género.
No obstante, existe la posibilidad de que las nuevas ministras asuman un liderazgo con estilo masculino, lo que sería traicionar la propuesta de Bachelet durante la campaña electoral de realizar una gestión más cercana, acogedora, solidaria, participativa y más preocupada por lo social, indicó Weber.
Para la dirigente del Memch, el camino que tendrán que recorrer Bachelet y sus ministras no será fácil, "ya que la gente va a estar esperando que cometan cualquier error, porque a las mujeres se les exige mucho más que a los hombres".
A su juicio, ésta es una clara muestra de machismo, que también se demostró antes de las elecciones, cuando se debatió acerca de si Bachelet "daba el ancho" (tenía capacidad) para gobernar, algo que nunca se había hecho con un hombre candidato a la presidencia.
La saliente ministra de Servicio Nacional de la Mujer, Cecilia Pérez, dijo a IPS que el futuro de Chile en materia de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres se ve muy promisorio, aunque para la mejor distribución de cargos de poder se requieren acciones afirmativas más concretas, como una ley de cuotas.
Pérez explicó que existen distintos tipos de leyes y de sistemas de cupos o cuotas dependiendo de los países, y que en general se trata de normativas de carácter temporal, vigentes "mientras la situación de equilibra".
Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Panamá, Colombia, República Dominicana y Venezuela son los países latinoamericanos que ya cuentan con normativas de ese tipo.
Muchos prevén que la discusión en Chile será larga, ya que en 2002 y 2004 diputadas y diputados oficialistas y de oposición presentaron dos proyectos para regular la materia, pero sus mociones terminaron archivadas.
"El año pasado hicimos debates en todas las regiones del país, involucrando a los parlamentarios y a las organizaciones de la sociedad civil, para ver si existe consenso en el país acerca de la necesidad de tener una ley de cuotas, para que después empecemos a discutir cuál es el mejor mecanismo", comentó Pérez.
En esa oportunidad, la ministra se sorprendió con el discurso de algunas parlamentarias que criticaron la iniciativa arguyendo que las personas debían ser elegidas sólo por sus méritos.
Por lo pronto, el viernes 3, la futura sucesora de Pérez, Laura Albornoz, dijo al diario El Mercurio que enviará al Parlamento "una ley de cuotas para que 40 por ciento de los candidatos por partido sean mujeres".
Lo más probable es que esta iniciativa legal vaya de la mano del proyecto que modifica el sistema electoral binominal, que rige las elecciones parlamentarias, y que será discutido en marzo en el Congreso.
Ésta se suma a otras medidas propuestas por Bachelet como el envío al Congreso de un proyecto de ley para otorgar derecho de sala cuna a los hijos de toda madre trabajadora y la elaboración de un Código de Buenas Prácticas Laborales y No Discriminación para el Sector Público.
Finalmente, Weber adelantó a IPS que el próximo 8 de marzo, con ocasión del Día Internacional de la Mujer, un centenar de organizaciones saldrá a las calles a celebrar la reciente inclusión de las mujeres chilenas en cargos de tan alta responsabilidad política, una antigua aspiración del movimiento feminista nacional y mundial.