El complejo proceso de diálogo entre el gobierno de Colombia y el insurgente Ejército de Liberación Nacional de ese país, ahora marcado por la campaña electoral, entrará este viernes en un nuevo capítulo que también tendrá como escenario la capital cubana.
Esta instancia de diálogo es la continuación del encuentro realizado en diciembre en La Habana y con iguales protagonistas, que son Luis Carlos Restrepo, comisionado para la paz del gobierno colombiano, y Antonio García, número dos en el comando central del izquierdista ELN.
Previamente, García y el portavoz del grupo guerrillero, Francisco Galán, llevaron a cabo a partir del 11 de este mes una serie de encuentros con personalidades intelectuales, religiosas y políticas, de distintas comisiones colombianas vinculadas al proceso y delegados de organizaciones sindicales, campesinas e indígenas, entre otras.
Para el catedrático colombiano Alejo Vargas, ese protagonismo de la sociedad civil no es algo nuevo. "El ELN siempre ha planteado un esquema de negociación que se sale de los marcos convencionales", apuntó.
Es "que no es el ELN, sino la sociedad la que genera el escenario de las negociaciones con el gobierno", dijo en entrevista a IPS.
[related_articles]
Vargas, de la comisión de garantes de la Casa de Paz (iniciativa de diálogo entre la guerrilla y la sociedad civil), señaló que un primer resultado esperado del nuevo encuentro entre Restrepo y García es que concluya la fase "exploratoria" y se pase a la construcción de una agenda.
Pero, en su opinión, "lo ideal" de esta fase es que se pudiera lograr el "diseño del proceso", porque una agenda no es sólo un listado de temas, sino que hay que definir a qué y dónde se quiere llegar, los escenarios y forma de participación de la sociedad, entre otros detalles.
"Una agenda en frío no dice nada, debe estar acompañada de los procedimientos", recalcó el intelectual colombiano, quien admitió tener sus dudas de que se pueda alcanzar ese objetivo que, si bien "suena sencillo", es un asunto complejo.
"Quizás dejen iniciado el tema, suspenden y vuelven a otra ronda para terminar. Porque entre otras cosas, el clima electoral afecta esto y ni el gobierno ni el ELN están muy interesados en correr. Yo no creo que antes que se defina lo electoral se avance mucho. Las cosas van a ir lentas", consideró.
El cronograma electoral en Colombia prevé renovar el parlamento el 12 de marzo, la primera vuelta presidencial el 28 de mayo y, de ser necesario, una segunda ronda comicial el 28 de junio. El derechista presidente Álvaro Uribe aspira a cumplir un segundo mandato.
El empresario Moritz Akerman, otro de los garantes del diálogo entre la guerrilla y el gobierno de Uribe, señaló que la campaña electoral hace que las personas se cuiden de dar pasos que puedan repercutir en uno u otro sentido en la intención de votos de los ciudadanos.
"De tal manera que todas las partes están avanzando ahora con gran precaución, lo cual no quiere decir que el proceso esté más lento", sino que hay más cuidado en las decisiones a tomar, comentó Akerman en declaraciones a IPS.
"Por ello, si se fijara una agenda sería un gran resultado. Si sólo se llega a acuerdos parciales para mantener el proceso y llevar distensión al ambiente hostil que hay en Colombia, también sería un paso que no se podría menospreciar", subrayó.
Para Gustavo Ruiz, también miembro de la comisión de garantes, los comicios son vitales para el gobierno en este momento e imponen sus ritmos. "Tiene que mostrar una faceta de pluralidad que hasta ahora no ha mostrado", comentó.
En tanto, García se mostró cauteloso en cuanto a los resultados posibles de sus pláticas con Restrepo.
"Vamos a empezar a trabajar en la construcción de la agenda. Eso es temática de las conversaciones que tengamos entre el gobierno y el ELN", señaló a periodistas el representante de esa guerrilla, la segunda en importancia de Colombia.
La mayor fuerza insurgente de este país sudamericano son las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), también creada en 1964, de orientación comunista y fuertes raíces campesinas, que no participa de este proceso de diálogo en La Habana, aunque, según García, se mantiene informada de su desarrollo.
"Les hemos comentado, informado de cómo venimos trabajando", indicó García, quien añadió que ambas organizaciones guerrilleras intercambian información y comparten reflexiones sobre temas diversos "en una dinámica muy comunicativa".
Este lunes, el jefe guerrillero se reunió con representantes de la Iglesia Católica colombiana, en un hotel habanero, pero en las pláticas no figuró el tema del cese del fuego, que habría sido solicitado por la Conferencia Episcopal.
"Ese tema no se ha planteado ni aquí ni en ninguna reunión (à). Estamos en otra lógica (à) El proceso de paz cuando ande, ira produciendo resultados, como producto de la maduración del propio proceso. Llegará el momento en que hay que tocar esos acuerdos", afirmó.
García defendió a su organización como "un instrumento" para la construcción de la paz y la democratización de Colombia y este pueda ser "de otra manera, con una sociedad más equitativa, más igualitaria, más democrática, donde los lastres de la pobreza se puedan superar".
El ELN considera que las causas del conflicto en Colombia hay que buscarlos en la injusticia social y la pobreza, el terrorismo de Estado, la falta de democracia y la pérdida de la soberanía nacional, entre otros problemas.
En sus orígenes, el ELN se inspiró en la Revolución Cubana y en la Teología de Liberación, corriente crítica de pensamiento dentro de la Iglesia Católica latinoamericana y que llevó a integrar sus filas a sacerdotes como el español Manuel Pérez y Camilo Torres. Muchos de sus miembros fueron y son intelectuales.
En el añejo conflicto colombiano actúan además escuadrones de la muerte estrechamente ligados al narcotráfico, que desde fines de los años 90 se presentan como ejércitos locales agrupados como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ahora en proceso de desmovilización de buena parte de sus efectivos.
Según la Organización de las Naciones Unidas, las AUC han sido responsables de 80 por ciento de los crímenes y masacres en la guerra colombiana.