Mientras el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, inicia su visita Pakistán e India, una importante organización independentista de Cachemira sostuvo que la violencia en esa zona debía finalizar antes del inicio de negociaciones sobre su estatus.
El llamado del Frente para la Liberación de Jammu y Cachemira (JKLF) es significativo porque durante mucho tiempo fue considerado como un grupo de separatistas violentos.
Pero además, la visita de Bush a India y Pakistán interpela a Cachemira, una región disputada por los dos vecinos y con un movimiento separatista alentado, según Nueva Delhi, por Islamabad.
"Utilizaré mi viaje para urgir a la dirigencia que continúe solucionando este problema, con la idea de que puede ser solucionado", dijo Bush en una entrevista concedida a la televisión pakistaní.
Los dirigentes del JKLF subrayaron que la violencia en nombre de una "jihad" (guerra santa islámica) no solucionará el problema.
[related_articles]
Lo que ocurre en esa zona no es una guerra santa, dijo el JKLF en un comunicado emitido este martes en Londres. "Están usando la jihad para impulsar sus propios intereses, y si se les permite hacerlo no habrá libertad para el pueblo ", expresó.
La declaración fue firmada por los dirigentes Shabir Choudhry, Abbas Butt, Sarwar Hussain y Asim Mirza.
"Lo que algunos llaman jihad sólo se suma a los problemas y miserias del pueblo de Cachemira", dijo a IPS el líder del JKLF, Shabir Choudhry. "Es hora de que dejen de crear problemas a Cachemira y a los cachemires. Ya hemos tenido suficiente".
India y Pakistán se disputan el control de Cachemira desde 1947, cuando se independizaron del imperio británico. La zona es rica en petróleo y su población es mayoritariamente musulmana.
Esa disputa desencadenó tres guerras entre los dos países, por lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció una frontera provisional, llamada "línea de control".
En la parte controlada por India, e integrada al septentrional estado de Jammu y Cachemira, actúan grupos separatistas armados que en los últimos años perpetraron varios atentados.
"No se puede tener un diálogo cuando a uno le están apuntando con un arma", señalaron los activistas del JKLF. "Esto tiene que terminar para dar una posibilidad al proceso de paz".
El Frente quiere la independencia de Cachemira y el cese de lo que considera ocupación, tanto de India como de Pakistán.
"Queremos que India y Pakistán abandonen todo el estado de Jammu y Cachemira", dijo Choudhry a IPS.
Si bien en el pasado el Frente luchó contra el gobierno indio, "queremos que Pakistán también empaque y se vaya, y que deje a los habitantes decidir su destino: la mayoría preferiría ser parte del estado de Jammu y Cachemira". Pero la violencia está hiriendo la causa del pueblo cachemir, dijo.
"Condenamos fuertemente el aspecto comercializado de la lucha cachemira", afirmaron los dirigentes. "Nuestra lucha ha sido secuestrada por personas con intereses creados. Quieren imponer su voluntad sobre el pueblo, propagar el comunalismo y el odio, y esto sólo se agregará a los problemas del pueblo".
"No sabemos cuántas personas son muertas por el ejército indio y por otros actores o acciones, por ejemplo insurgentes, bombardeos transfronterizos, fuego cruzado y bombas arrojadas en áreas pobladas".
Hasta ahora, la cuestión de ese territorio ha sido descripta como la "ocupación" india. Pero según el Frente, la ocupación pakistaní es ocultada por la ausencia de medios de comunicación independientes dentro de la Cachemira pakistaní.
"En esto los pakistaníes se comportaron muy hábilmente", dijo Choudhry. "Se las arreglaron para hacer que los cachemires concentraran su atención en el valle, en el lado indio".
Organizaciones como el JKLF y la Alianza Cachemira Internacional han puntualizado que la parte pakistaní también es Jammu y Cachemira, y también es disputada", dijo Choudhry. "El hecho de que (allí) no haya insurgencia no significa que (ese territorio) no sea disputado, ni que seamos felices viviendo en Pakistán".
La visita de Bush ahora tiene un gran significado. "Antes, (el mandatario estadounidense) solía ser reticente incluso a mencionar a Cachemira. Ahora habla muy claramente. Y es bueno que diga que los deseos del pueblo cachemir deberían ser tenidos en cuenta y que la infraestructura terrorista de la región debería ser eliminada", afirmó Choudhry.
Bush podría jugar un rol importante "detrás de escena", opinó. Una vez que el problema de Cachemira sea resuelto "podrá haber paz y estabilidad en Asia meridional".
Pero los líderes del Frente estiman que "las conversaciones bilaterales podrían no producir los resultados deseados, no importa cuánto tiempo sigan hablando India y Pakistán".
Las dos naciones "deben comprender que el problema no es de naturaleza territorial. Es esencialmente sobre nuestra identidad, el respeto por nosotros mismos y nuestro futuro nacional. No somos parte de India o Pakistán, nuestro futuro aún debe ser determinado", añadieron.
Pero Bush no tiene sólo en mente a Cachemira, y espera que este viaje mantenga a India y a Pakistán bajo su órbita y ayude a restaurar su estropeada imagen en materia de política exterior.
El interés en India radica en que los políticos estadounidenses ven a este país como un contrapeso estratégico, a largo plazo, del creciente poder de China en Asia, así como un gigante económico que ofrece abundantes oportunidades para los negocios, especialmente en lo relativo a defensa e industria nuclear.
Por otra parte, las relaciones entre Islamabad y Washington mejoraron en los últimos años, por la necesitada cooperación pakistaní para la "guerra global contra el terror" de Bush. Su viaje a Pakistán, sin embargo, será más breve.
El itinerario de la visita no fue anunciado por razones de seguridad, pero luego de conversaciones en Pakistán el martes, se lo espera en India a fines de esta semana.
* Con aportes de Jim Lobe.