«Los zapatistas me hacen dudar y ya no sé qué hacer ni creer», afirma Hanna Molina, un estudiante mexicano que había resuelto su voto por el candidato presidencial Andrés López Obrador, cuyo triunfo en los comicios de julio sumaría a este país a la ola latinoamericana de gobiernos de izquierda y centroizquierda.
El mexicano Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una de las referencias de la izquierda y del movimiento altermundista de la región, sostiene que López Obrador no representa a esos sectores, carece de credibilidad y no merece ser votado.
El ex alcalde la capital y postulante del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que en el pasado respaldó algunas posturas del EZLN, es desde hace dos años el mejor ubicado en encuestas que miden la intención de los votantes ante los comicios del 2 de julio, cuando elegirán al sucesor del presidente conservador Vicente Fox.
Molina, un estudiante universitario de la capital que se identifica con las causas del indígena EZLN, pero también con López Obrador, está confundido. "Ya estamos muchos dudando de cómo votar", dijo a IPS.
El subcomandante Marcos, líder de los zapatistas, declaró el jueves ante un grupo de campesinos simpatizantes, que el candidato del PRD "no es de izquierda, y lo ha dicho una y otra vez. Ustedes se pueden imaginar lo que quieran, pero él está echando mentiras".
"Si quieren probarlo, pruébenlo. Pero seis meses, un año no va a pasar y vamos a salir con lo mismo, o peor. Nosotros decimos que va a ser peor", apuntó.
Las empresas encuestadoras no han medido aún si la postura del EZLN puede restar votos a López Obrador, pero analistas lo ven posible, pues muchos electores identificados con la izquierda ubican en un mismo campo a esa guerrilla casi desarmada y al PRD.
Marcos y otros líderes del EZLN salieron el domingo de las zonas indígenas que controlan en el sureño estado de Chiapas (cercadas por el ejército), para iniciar un recorrido de seis meses por todo el país, desarmados y con la venia del gobierno.
En ese viaje buscan alianzas con agrupaciones de izquierda no electorales, campesinos, indígenas y otros sectores para definir "desde abajo" un nuevo proyecto de país, según señala Marcos.
En sus primeros discursos, el subcomandante, uno de los pocos mestizos de la atípica guerrilla integrada en su gran mayoría por indígenas, atacó a todos los candidatos y también al proceso electoral, al que considera un desfile de mentiras, vanidades y dinero.
El EZLN obtuvo en el pasado muestras de solidaridad y apoyo del PRD. Cuando los rebeldes irrumpieron en la escena política el 1 enero de 1994, ese partido fue uno de los que más demandó al gobierno de Carlos Salinas (1988-1994) que cesara los ataques militares contra el grupo y abriera un proceso de diálogo, que finalmente sucedió.
En los últimos 12 años, el EZLN —cuyos orígenes se remontan al insurgente Frente de Liberación Nacional fundado en los años 70— desplegó iniciativas de corte político pacífico y no electoral en las que demandó democracia y justicia para los pueblos indígenas. En varias de sus propuestas estuvo acompañado del PRD.
Esa fuerza política, creada a fines de los años 80 por ex militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ex comunistas, socialistas y algunos ex guerrilleros, se mantuvo en la línea de la participación electoral.
De las distancias existentes y crecientes entre el EZLN y el PRD, el que saldrá más lastimado de cara a las elecciones presidenciales es López Obrador, advirtió el columnista del diario El Universal, Raymundo Riva Palacio.
Tras los últimos ataques verbales de Marcos, la dirigencia del PRD emitió un comunicado señalando: "Para pelearse se necesitan dos, y nosotros no vamos a pelear con el zapatismo".
"Deseamos suerte al EZLN en su recorrido (por el país), pero es claro que hemos tomado rumbos distintos", añadió.
Según observadores, un triunfo de López Obrador llevaría a México a sumarse al bloque de gobiernos progresistas de América Latina que, de distinta manera y tono, se han distanciado de las posturas de Estados Unidos.
En ese campo se ubican Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay y también Bolivia, que desde el 22 de este mes tendrá como presidente al indígena Evo Morales, del Movimiento al Socialismo.
Pero los zapatistas ven a López Obrador como un neoliberal disfrazado, que no debería ser considerado de izquierda.
Marcos señala que parte del actual equipo de campaña del postulante se compone de antiguos colaboradores del ex presidente Salinas, del PRI, contra quien el EZLN se levantó en armas demandando democracia y justicia.
El fuego contra el PRD fue abierto por el zapatismo en julio de 2004, cuando acusó a ese partido de ser la mano "izquierda de la derecha" y de estar integrado por "sinvergüenzas y bribones", mientras a López Obrador le reservó los adjetivos de "ambicioso y siniestro".
Quienes están con López Obrador "no pueden estar con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional", sentenció Marcos un mes después.
En esa ocasión, el PRD calificó al líder zapatista de poco leal y le demandó no "hacer el juego a la derecha". Pero ahora prefiere no entrar en polémicas.
López Obrador se mantiene como favorito en las encuestas hacia la elección presidencial, pero ya le pisa los talones Felipe Calderón, el candidato del gobernante Partido Acción Nacional. En tercer lugar se ubica Roberto Madrazo candidato del PRI.