El gobierno conservador de México negó este jueves que existiera algún conflicto diplomático con el presidente electo de Bolivia, Evo Morales. Pero la tensión evidente viene precedida de episodios similares con gobernantes de Cuba, Venezuela y Argentina, ubicados a la izquierda del espectro político.
"En el fondo de estos problemas se expresa un choque entre proyectos distintos: el de México, país cercano a Estados Unidos, frente a otros (como Bolivia), que buscan su independencia y soberanía", dijo a IPS Héctor de la Cueva, líder de la no gubernamental Red de Acción Frente al Libre Comercio.
El portavoz de la Presidencia mexicana, Rubén Aguilar, aseguró que no existía ningún problema con Morales, pero reconoció que tampoco había una relación cercana.
Si el nuevo gobierno boliviano decide no exportar su gas, seguramente "lo van a consumir ahí o se lo van comer", había dicho el domingo el conservador presidente Vicente Fox, en referencia a los presuntos planes de Morales de frenar las ventas del hidrocarburo.
"Creo que son declaraciones muy apresuradas", replicó Morales desde Sudáfrica, donde se encontraba de visita."Le pido mucho respeto a los pueblos indígenas de América. Que no trate de humillarme a mí o a mi pueblo para defender los intereses de su país", añadió. Antes, el mandatario electo había reconocido que con Fox no pudo entenderse en el pasado.
El canciller mexicano, Ernesto Derbez, se sumó a la tensión, criticando el miércoles que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional fuera invitado a la ceremonia de toma del cargo de Morales, el 22 de este mes.
La académica Gloria Avella, especialista en cuestiones latinoamericanas, opinó que el nuevo "conflicto diplomático abierto por Fox" parecería indicar que el mandatario tiene cierta animadversión "personal" con sus pares de tendencia de izquierda.
Durante su mandato, iniciado en diciembre de 2000 y que terminará a fines de este año, Fox tuvo incidentes con Cuba, Argentina y Venezuela. En el primer y el último caso, la relación se deterioró tanto que fueron retirados los embajadores.
Fox fue invitado a la ceremonia de asunción del nuevo gobierno boliviano por Morales, dirigente de los cultivadores de coca y líder del Movimiento al Socialismo. Pero no asistirá y tampoco enviará una delegación de alto nivel.
"Mientras el nuevo presidente boliviano hace una exitosa gira por países de Europa y Asia y recibe allí apoyo y muestras de respeto, Fox cae en el ridículo de insultarlo y hasta menospreciarlo", sostuvo De la Cueva.
El activista se refería a la gira internacional de Morales, iniciada la semana pasada por Cuba, Venezuela, España, Holanda, Bélgica, Francia, China y Sudáfrica. Su periplo seguirá este viernes en Brasil, y el día 17 visitará Argentina.
El diferendo con Morales "ya está resuelto, en realidad no hay gran problema", declaró el canciller mexicano en un noticiero de televisión nacional.
"En cuanto el presidente electo entre en funciones, nuestro embajador (en Bolivia) ya tiene instrucciones de conversar con él, y yo estaría tratando de ir a Bolivia en la primera oportunidad", indicó.
México y Bolivia tienen vigente desde enero de 1995 un tratado de libre comercio y su intercambio aumentó de 32,5 millones de dólares a cerca de 56 millones entre 1994 y 2004, montos pequeños para el comercio internacional mexicano de casi 400.000 millones de dólares anuales.
A los movimientos sociales de México que apoyan las causas de los gobiernos de izquierda y centroizquierda de América Latina y el Caribe "les urge que termine ya la gestión de Fox, pues su política internacional ha sido una vergüenza", dijo De la Cueva.
Para Avella, incidentes como el de Morales demuestran que México ha tenido en los últimos años una política exterior "contradictoria e incongruente".
En 2004, el gobierno mexicano acusó de injerencias a Cuba y redujo al mínimo sus vínculos diplomáticos, tras varios desencuentros que contrastaron con la relación complaciente que había mantenido en el pasado este país con el gobierno de Fidel Castro.
El noviembre del año pasado, Fox polemizó con el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, por defender el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas, impulsado por Washington, y señalar a su par como culpable del presunto fracaso de la Cumbre de las Américas, celebrada en ese país.
De inmediato siguió un enfrentamiento verbal con su homólogo venezolano Hugo Chávez, que llamó a Fox "cachorro del imperio", en referencia a Estados Unidos.
Pero el mandatario mexicano también ha tenido encontronazos con Washington.
Las relaciones con el presidente estadounidense George W. Bush, que eran cercanas hasta 2001, registraron un marcado deterioro desde que México se opuso con firmeza a la invasión de Iraq en 2003, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
Con sus vecinos de América del Sur, Fox experimentó otras tensiones cuando postuló, con apoyo de Washington, al canciller Derbez para ocupar la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.
En mayo de 2005, Derbez debió retirar su candidatura y dejó el camino libre para la elección de su contendor, el chileno José Miguel Insulza.
La postulación del canciller sembró y ahondó los roces entre México y varios países de la región, entre ellos Brasil, Chile y Cuba, otrora aliados estrechos, pero que abierta o veladamente apoyaron a Insulza.