La paz es un asunto elusivo en la meridional isla filipina de Mindanao, donde la violencia es moneda corriente y la frontera entre el movimiento revolucionario y el terrorismo jehadi es difícil de discernir.
Una delegación del gobierno de Filipinas y el moderado Frente de Liberación Moro Islámico (MILF, por sus siglas en inglés) mantendrán próximamente conversaciones de paz en Malasia, en la séptima reunión exploratoria desde que se interrumpió el diálogo formal tras la guerra general lanzada contra la insurgencia por el ex presidente Joseph Estrada (1998-2001) en 2000.
La última ronda de conversaciones está basada en una frágil tregua firmada el 19 de julio de 2003 entre el gobierno y el MILF, que durante cuatro décadas luchó por una patria islámica en la empobrecida región meridional del archipiélago, lo que dejó un saldo de más de 120.000 muertes.
El MILF, de más de 12.000 miembros, es la más grande de las varias organizaciones islámicas en Mindanao y en el archipiélago Sulu, las únicas áreas donde los musulmanes —cuatro millones en este país de 88 millones de habitantes— todavía son mayoría.
Otrora habitada exclusivamente por musulmanes y animistas, Mindanao —la segunda mayor isla de Filipinas— alberga hoy a una mayoría católica, como consecuencia de una migración patrocinada por el gobierno desde las islas de Luzon (septentrional) y Visayas (al centro).
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Mientras que las conversaciones planeadas brindan un destello de esperanza para la paz, la región se caracteriza por una difusa separación entre las organizaciones revolucionarias y las terroristas. La violencia, persistente a lo largo de todo 2005, es el telón de fondo.
Aunque el MILF es dominante, un rol crucial es jugado por el pequeño pero radical Grupo Abu Sayyaf (ASG), vinculado a la red terrorista Al-Qaeda, del saudita Osama bin Laden, y a la organización guerrillera islámica de Asia sudoriental denominada Jemaah Islamiyah (JI).
"Abu Sayyaf es la más peligrosa de las organizaciones revolucionarias presentes en el país", dijo el consejero para la seguridad nacional de Filipinas, Norberto Gonzales.
"Comparado con el MILF y con el Nuevo Ejército del Pueblo (rebeldes comunistas), Abu Sayyaf es el más peligroso, porque estos terroristas incluso se ofrecen como voluntarios para realizar ataques para obtener el reconocimiento de organizaciones terroristas internacionales, como Al-Qaeda", dijo Gonzales.
El MILF fue la primera organización islámica que tomó las armas en Mindanao a fines de los años 60. El conflicto comunitario que se venía gestando estalló en una guerra civil luego que el entonces dictador Ferdinand Marcos (1972-1986) declaró una ley marcial en septiembre de 1972.
Tras cuatro años de luchas, el MILF desistió de su reclamo de independencia y aceptó una forma de autonomía bajo el Acuerdo de Trípoli, firmado el 23 de diciembre de 1976.
Dicho pacto, así como los otros que siguieron al Acuerdo de Yakarta de 1996, nunca fueron adecuadamente implementados. La desilusión de la población local alimentó el resentimiento y condujo al surgimiento de más organizaciones islámicas pro-independencia.
A diferencia del MILF, Abu Sayyaf nunca estuvo abierto al diálogo. Luego de una pausa, la organización orquestó un regreso, atribuyéndose el rol de nexo para los miembros disgustados de organizaciones revolucionarias y los terroristas que hicieron de los bosques de la isla su santuario.
"Abu Sayyaf surgió como una seria amenaza a la seguridad para Filipinas, y discutiblemente para la seguridad regional. Forjaron relaciones más cercanas con elementos de línea dura del MILF, y probaron ser un socio confiable para JI", escribió el experto en seguridad Zachary Abuza en su informe "Terrorismo balik: el regreso de Abu Sayyaf", difundido en septiembre.
Como "balik" se conoce a aquellos que abandonaron el catolicismo para "regresar" al Islam.
El año pasado, ASG estuvo en el centro de la mayor parte de la violencia que asoló al país, incluyendo los ataques del Día de San Valentín, cuando tres bombas explotaron casi simultáneamente en Manila y en las meridionales Ciudad de General Santos y Davao, matando a 13 personas e hiriendo a otras 140.
En esos atentados, ASG fue claramente ayudado por JI, la organización considerada responsable de los peores ataques con bomba de los últimos años, incluyendo el de Bali, Indonesia, donde 202 personas fallecieron el 12 de octubre de 2002.
Estados Unidos, que brinda asistencia militar y en otras áreas a Filipinas, estuvo demandando que Manila haga más para impedir que Mindanao sirva de santuario para insurgentes islámicos extranjeros, especialmente algunos que se cree fueron responsables de los ataques de Bali.
También se dijo que ASG estaba detrás de los atentados del 10 y el 29 de agosto en la meridional ciudad de Zamboanga y en Basilan respectivamente, donde más de 50 personas resultaron heridas. La organización también llevó a cabo docenas de ataques a pequeña escala contra puestos militares y policiales de la región.
La mortal combinación de JI y Abu Sayyaf recientemente fue enriquecida por otro ingrediente explosivo: el Movimiento de Rajah Solaiman (RSM), un ala radical del Islam Filipino Balik,
"ASG y JI están trabajando cada vez más con RSM, insurgentes convertidos al Islam con base en Manila y en Luzon septentrional, que son un vehículo para que organizaciones terroristas más experimentadas se muden al corazón urbano del país", informó la respetada organización de expertos International Crisis Group, con sede en Bruselas, en su informe de diciembre titulado "Terrorismo filipino: el rol de los rebeldes islámicos conversos".
El entrelazamiento de varias organizaciones también quedó de manifiesto cuando Abu Sayyaf resultó estar en el extremo receptor de las operaciones efectuadas por las fuerzas armadas filipinas.
En los últimos 12 meses, Manila lanzó dos ataques masivos y sostenidos en y alrededor del archipiélago Sulu, al sur de Mindanao. En las hostilidades, miembros renegados del MILF lucharon junto con Abu Sayyaf.
Informes locales alegaron que por lo menos 120 rebeldes y 27 soldados murieron en semanas de luchas, cuando 4.000 efectivos del gobierno capturaron a 800 insurgentes de Abu Sayyaf y el MILF en la meridional ciudad de Jolo, en febrero de 2005.
Cuatro soldados y 22 rebeldes fueron reportadas muertas en una segunda ofensiva lanzada en noviembre.
Aunque el MILF no estuvo involucrado en las principales batallas, la organización apenas puede considerarse monolítica o completamente bajo el control de su líder, Al-Haj Murad.
El 6 de enero de 2005, por ejemplo, cuando una facción atacó a un puesto del ejército en las afueras de la ciudad de Cotonato, matando a 23 soldados, el MILF fue rápido en denunciarlo y declarar al ala como un "comando perdido".
La frágil pausa sobrevivió y representantes del MILF y el gobierno hicieron el viaje a Kuala Lumpur en abril y septiembre de 2005. Al final de ambas reuniones, las dos partes dijeron haber logrado un progreso significativo, aunque fracasaron en firmar un nuevo tratado de paz, como se esperaba.
En conversaciones intermedias, el MILF mostró buena voluntad retirando a 500 combatientes de las meridionales áreas de Talayan y Guin-dolongan, para facilitar una ofensiva militar contra Abu Sayyaf en julio de 2005.
No obstante, muchos en Washington y en Manila están convencidos de que la organización está jugando con dos cartas al mismo tiempo: hablar de paz con el gobierno, pero esconder en su territorio a Abu Sayyaf y Jl, tal como confirmó Abuza.
"Una evidencia considerable sugiere que el MILF continúa mimando a miembros del JI y del ASG", dijo.