Organizaciones españolas de empresarios y trabajadores exigieron mayor justicia social, en especial hacia la igualdad de género, tras divulgarse este viernes que la desocupación alcanzó el año pasado a 8,7 por ciento de los activos, casi 1,7 puntos porcentuales menos que en 2004.
Esa justicia social debería basarse en un mayor apoyo a la creación de pequeñas y medianas empresas, sobre todo a los emprendimientos femeninos y, según los sindicalistas, prestando más atención a las mujeres trabajadoras, sobre todo a las que buscan y no consiguen empleo.
El informe presentado por el Instituto Nacional de Empleo (INEM) señala que en 2005 la cantidad de desocupados absolutos bajó 11,1 por ciento respecto de 2004, aunque en el último trimestre se registró un aumento del desempleo de casi 0,3 por ciento, para llegar a 8,7 por ciento de la población económicamente activa al finalizar el año.
Pero en este porcentaje no se incluyen a los inmigrantes irregulares, ya que éstos al carecer de permiso de residencia no pueden darse de alta en la Seguridad Social y por lo tanto no figuran en las estadísticas.
Además, en este porcentaje no se incluyen a los inmigrantes irregulares, ya que al carecer de permiso de residencia no pueden inscribirse en el sistema de seguridad social y por lo tanto no figuran en las estadísticas.
A este respecto, fuentes oficiales recordaron que en 2005 regularizaron su residencia en el país más de 700.000 extranjeros que habían ingresado sin el visado exigido y que la cantidad de quienes se mantienen en situación irregular, y no figuran por lo tanto en las estadísticas laborales, es de aproximadamente 250.000 personas. El INEM destaca en su documento que el pasado año se crearon en España 894.100 puestos de trabajo, situándose la tasa de crecimiento interanual en 4,89 por ciento, con lo que el número de ocupados se eleva a más 19,3 millones.
El mayor crecimiento se ha dado en el caso de extranjeros empleados, con un aumento de 19,5 por ciento respecto de 2004, lo cual se debe en gran medida a la regularización ese año de más de 600.000 extranjeros que carecían de permiso de residencia.
También se subraya que el desempleo bajó más entre las mujeres, pues la caída en términos absolutos llegó a 12,2 por ciento, mientras que entre los hombres fue de 9,5 por ciento. No obstante, la tasa femenina de desempleo, de 11,6 por ciento, continúa siendo casi el doble que la masculina, que es de 6,64 por ciento.
España, con unos 43 millones de habitantes, tiene casi 21,2 millones de personas activas laboralmente, 15,8 millones de las cuales cuentan con contratos por tiempo indefinido, lo cual significa que gozan de seguro de desempleo y de la indemnización empresarial pertinente.
No obstante, otras 1,8 millones aún buscan trabajo o tienen sólo algún empleo temporal, una situación que implica a su término no tendrán derecho a cobrar "el desempleo", un salario mensual que abona el Estado hasta que el trabajador consigue otra ocupación, por lo cual carecen de ingresos.
José María Fidalgo, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), de tendencia socialista y una de las dos centrales sindicales mayoritarias del país, dijo a IPS que la mejoría registrada desde el segundo trimestre de 2004 se rompió en los últimos tres meses de 2005.
En ese terreno, destacó, se registra una alta temporalidad, ya que 33,8 por ciento de las personas están contratadas por tres o seis meses y al terminar ese plazo quedan desocupadas.
En esa línea, añadió, "el paro (desocupación) femenino es el que registra el mayor aumento, con lo que se rompió la tendencia positiva iniciada en el segundo trimestre de 2004", cuando comenzó a crecer el empleo femenino más que el masculino.
Según Fidalgo, "la situación de la mujer en España explica las diferencias que nos separan de los mercados de trabajo del resto de la Unión Europea".
Por esa razón, subrayó que habrá que hacer avanzar el diálogo social en curso (con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y los ejecutivos) "mediante un compromiso real de los empresarios para atajar en profundidad las causas de la temporalidad" y "para que aumente más el empleo de las mujeres".
Mediante un comunicado emitido por las Cámaras de Comercio, los empresarios reconocieron que existe una temporalidad elevada, y que esa situación se agravó en 2005, pues dos de cada tres nuevos asalariados lograron empleo con un contrato temporal.
Para enfrentar ese y otros problemas, las Cámaras entienden que se debe impulsar la calificación y formación continua de los trabajadores, fomentar la introducción en todos los sectores de la nuevas tecnologías, incentivar activamente la investigación científica y tecnológica en la economía española e incrementar la participación de la mujer, fomentando la igualdad de oportunidades y la conciliación laboral y familiar para ambos sexos.
Otra alternativa para combatir el desempleo es el programa de microcréditos, dedicado a impulsar la creación de pequeñas y medianas empresas y a fortalecer las ya existentes.
Este programa, financiado por el gobierno y por el Fondo Social Europeo, facilitó, desde su creación en 2001 y a través de siete organizaciones femeninas, la creación de 493 empresas, que más de 300 mujeres recibieran asesoramiento y 134 obtuvieran microcréditos para desarrollar negocios.
En 2005, el presupuesto global para esas actividades fue de 560.000 euros (686.000 dólares), aportados por partes iguales por el oficial Instituto de la Mujer y la Fundación La Caixa.
Las organizaciones involucradas son Organización de Mujeres Empresarias y Gerencia Activa, Federación Española de Mujeres Empresarias, de Negocios y Profesionales, Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora, Fundación Laboral WWB en España (Banco Mundial de la Mujer), Unión de Asociaciones de Trabajadoras Autónomas y Emprendedoras, Fundación Mujeres y Fe.
El Instituto de la Mujer, además, fomenta la inserción laboral por cuenta propia, para lo cual en 2004 aportó 1,3 millones de euros (1,6 millones de dólares) a través de su programa "Emprender en femenino", que cuenta también con el apoyo del Fondo Social Europeo.
Cada mujer que se adhirió a este programa recibió un mínimo de 6.000 (7.300 dólares) y un máximo de 12.000 euros (14.700 dólares), con el asesoramiento de las Cámaras de Comercio, que agrupa a 27 instituciones del sector.
De igual manera, las Cámaras, junto con la Fundación Escuela de Organización Empresarial, organiza programas formativos. En 2005 participaron dos centenares de mujeres y se concretó la realización de 185 proyectos.