DERECHOS HUMANOS-CHILE: Politización de la homofobia

La campaña para las elecciones presidenciales de Chile derivó en una verdadera politización de la homofobia en 2005, cuando se registró un aumento de las denuncias por abusos contra minorías sexuales, que empaña otros avances en la igualdad de derechos.

El año pasado no se denunciaron homicidios vinculados a la homofobia y tampoco hubo abusos de poder por parte de la policía hacia miembros de minorías sexuales, según un informe elaborado por el movimiento homosexual con respaldo de la organización Amnistía Internacional.

"En términos generales, la evaluación de 2005 es positiva, ya que tuvimos logros importantes, como el avance en la ley contra la discriminación, la creación de la primera brigada gay estudiantil, la nueva política de educación sexual y el fin del abuso policial", dijo a IPS el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez.

"Todo lo anterior nos pone optimistas respecto al futuro, lo que no significa bajar la guardia, porque se han ido instalando nuevos fenómenos, como la politización de la homofobia y la ejecución de acciones preventivas para evitar que los homosexuales sigamos avanzando en igualdad de derechos", agregó.

Jiménez indicó que el año pasado se vivió un clima de odiosidad durante la campaña para las elecciones presidenciales, que tuvieron su primera vuelta el 11 de diciembre y culminaron con el balotaje del 15 de este mes y en el que triunfó la médica socialista Michelle Bachelet, quien asumirá el 11 de marzo como primera presidenta de Chile.

En el marco de la campaña electoral, parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido de la oposición derechista ligado a la prelatura católica conservadora Opus Dei, presentaron sin éxito dos controvertidos proyectos de ley en el Congreso.

"Uno de ellos establece que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer y el otro plantea que las parejas de homosexuales y lesbianas casadas en el extranjero no pueden venir a adoptar hijos en Chile. Lo paradójico es que ninguna de estas dos demandas han sido planteadas por el movimiento homosexual chileno", explicó Jiménez.

A juicio del diputado Antonio Leal, del Partido Por la Democracia, de la gobernante coalición de centroizquierda, "es lamentable que en el parlamento se intente construir fantasmas, con propósitos electorales, porque lo que se está discutiendo actualmente en el Congreso legislativo es un proyecto de unión civil para parejas del mismo sexo".

Entre otras disposiciones, este proyecto regula el régimen patrimonial en las uniones homosexuales, obliga al auxilio mutuo y a pensiones alimenticias en caso de necesidad.

El "IV Informe Anual sobre Derechos de Minorías Sexuales" elaborado por el Movilh y con el respaldo de Amnistía Internacional, la organización no gubernamental con sede en Londres, analiza en detalle los casos de discriminación denunciados en el último año y presenta un ranking de las instituciones y personas que mostraron más actitudes homofóbicas.

El documento de 112 páginas fue presentado el 26 de este mes por Jiménez, el diputado Leal y Sergio Laurenti, director ejecutivo de Amnistía Internacional en Chile.

Laurenti destacó la calidad del trabajo realizado por el Movilh e instó al mundo político a reaccionar frente a los valiosos antecedentes que entrega anualmente esta organización que agrupa a homosexuales, lesbianas y transgéneros (travestis y transexuales).

Los casos de homofobia pasaron de 46 en 2004 a 58 en 2005, destacando las golpizas y agresiones físicas, aunque no se registraron crímenes. Por primera vez no se denunció ninguna arbitrariedad de la policía de Carabineros.

El incremento de los casos, según el estudio, "se explica por la mayor valentía de los afectados para estampar denuncias antes que a un aumento de la homofobia cultural, pues todas las encuestas realizadas en 2005 revelaron que las percepciones ciudadanas hacia las minorías sexuales son cada vez más positivas".

El movimiento homosexual celebró asimismo el "Proyecto de Acuerdo (legislativo) contra los Delitos por Homofobia e Identidad de Género", elaborado por diputados oficialistas y de oposición en conjunto con el Movilh.

"A través del proyecto de acuerdo le pedimos a los ministerios del Interior y de Defensa que hicieran llegar a las policías la preocupación del parlamento chileno por las actitudes homofóbicas que se habían expresado el año 2004, hecho que fue bien acogido por Carabineros (policía militarizada) e Investigaciones (policía civil)", comentó Leal.

El diputado de la gobernante Concertación por la Democracia expresó a IPS su optimismo respecto de la pronta aprobación en el Senado del proyecto de ley contra la discriminación, que crea tipos penales para sancionar los delitos cometidos por razones homofóbicas, xenofóbicas o raciales.

Para Leal, es conveniente que el proyecto sea votado por el Senado que asumirá el 11 de marzo, dado que la coalición gobernante logró la mayoría, cuestión que garantiza que esta iniciativa impulsada por el presidente saliente, Ricardo Lagos, sea aprobada.

El ranking de las instituciones que más aversión mostraron contra las minorías sexuales en 2005 lo lideran la UDI, el área de educación de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica local y un liceo del puerto de Valparaíso.

Les siguen el Vaticano, los bancos de sangre de una clínica privada y del hospital de la Fuerza Aérea, que no permiten donar sangre a los homosexuales pese a un instructivo en ese sentido del Ministerio de Salud de 2003, el grupo neonazi "Camisas Pardas", tres bares y Acción Familia, una organización de la sociedad civil de corte conservador.

El listado de las personas más homofóbicas lo encabeza el presidente del área de educación de la Conferencia Episcopal, el obispo Héctor Vargas, 12 diputados de la UDI, una profesora y el director del liceo Guillermo Rivera de Valparaíso, y el líder del grupo neonazi Camisas Pardas, Francisco Javier Eguiguren Muñoz.

Guardias de locales nocturnos, alcaldes, concejales, senadores designados, sacerdotes, escritores, un psiquiatra y un cientista político también integran esta escala.

Uno de los casos más llamativos fue el de un estudiante de 18 años del Liceo Guillermo Rivera, expulsado del establecimiento el 25 de agosto luego de que exigiera a su profesora jefe frenar los hostigamientos de compañeros que lo identificaban erróneamente como gay.

"Para nosotros fue brutal la situación que vivió este estudiante, que no es homosexual, que fue estigmatizado y perseguido durante cuatro años por sus compañeros y profesora jefe y cuando finalmente explota y reclama, a través de un par de gritos, es marginado del liceo y debe graduarse en la calle", señaló Jiménez.

Se espera que la Iglesia Católica merme su presencia en el próximo ranking, tomando en cuenta que el día 16 los dirigentes del Movilh se reunieron con el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, para conversar sobre las demandas de las minorías sexuales, dejando la puerta abierta para futuros diálogos.

"En esa oportunidad, le manifesté a Goic que la Iglesia Católica mundial tiene una lógica perversa respecto de que los homosexuales somos personas de segunda categoría y ese es el aval moral, ideológico y político de la discriminación, porque los discriminadores siempre aluden que son católicos", dijo el presidente del Movilh.

Al igual que en años anteriores, el informe será distribuido a los tres poderes del Estado, a las Fuerzas Armadas y de orden público, a distintas oficinas de la Organización de las Naciones Unidas y, por primera vez, a las autoridades de la Iglesia Católica local.

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