La amenaza del presidente francés Jacques Chirac de utilizar armas nucleares en respuesta a cualquier ataque terrorista indignó a la oposición, que ahora pone en cuestión la mera existencia del arsenal atómico.
Dirigentes del opositor Partido Socialista condenaron la advertencia. Jack Lang, ex ministro de Cultura y aspirante a la presidencia para las elecciones presidenciales de 2007, propuso "un debate parlamentario y nacional sobre la legitimidad del arsenal atómico francés y su elevado costo".
El programa de armas nucleares le cuesta a Francia 4.000 millones de dólares por año. Mientras, el país soporta un déficit fiscal anual es 56.000 millones y su deuda pública asciende a 1,1 billones de de dólares.
"Muchos cuestionan el gasto de todo ese dinero para mantener un arsenal atómico que, por definición, nunca se debería utilizar", dijo a IPS la dirigente Helene Luc.
Por su parte, el analista Laurent Zecchini escribió en el diario Le Monde que "la necesidad de mantener la 'force de frappe' (capacidad de golpear) es cada día menos evidente una vez finalizada la guerra fría". Los franceses denominan "force de frappe" a su programa de armas nucleares, por su carácter disuasivo.
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"Rusia, nuestro antiguo enemigo, ahora es un aliado diplomático de Francia y hasta la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) busca un nuevo papel", dijo Zecchini. Bajo estas circunstancias, se preguntó, "¿por qué debería Francia seguir con su programa nuclear?"
En su discurso en la base militar de la marina en Ile Longue en el extremo noroccidental de la costa atlántica, Chirac anunció que Francia utilizará sus armas nucleares para "garantizar los suministros estratégicos y defender a los aliados".
Francia empleará ese arsenal contra "los mandatarios de Estado que recurran a métodos terroristas contra nosotros y contra todos los que estén pensando en atacar a Francia con armas de destrucción masiva", añadió Chirac.
El presidente no especificó a qué se refería por "suministros estratégicos" ni qué países podrían considerar atacar a Francia con armas de destrucción masiva, pero la mayoría de los analistas interpretaron que aludía al petróleo, a los países árabes y a Irán.
La Unión Europea, representada por Francia, Alemania y Gran Bretaña, encabezan las negociaciones con Irán para persuadir a las autoridades iraníes de que no reanude su programa nuclear.
Según la antigua política nuclear francesa, sus ojivas cumplen una función disuasiva (que suponen una amenaza de represalia segura) y nunca se pueden utilizar preventivamente.
Esa política parecería haberse dejado de lado, a juzgar por las expresiones de Chirac.
"Pensar que Francia podría utilizar sus bombas atómicas contra otro país sólo porque uno de sus líderes políticos considere la posibilidad de atacar a Francia es una aberración geopolítica", dijo a IPS el líder del Partido Verde Noel Mamerre.
"Eso significaría que nosotros estaríamos dispuestos a hacer que toda la población de un país pagara por las fantasías asesinas de un puñado de líderes."
Mamerre dijo que las declaraciones de Chirac merecen una revisión de la política militar. "No podemos depositar la responsabilidad de usar nuestro arsenal nuclear en manos de una sola persona", sostuvo.
"La mejor forma de combatir el terrorismo es reafirmar nuestros propios valores democráticos, no dejarnos llevar por la quimera de una respuesta nuclear".
Luc consideró que la nueva política de armas nucleares de Chirac "nos retrotraerá a la guerra fría y a una nueva forma de colonialismo, ahora con el pretexto de la defensa de los suministros estratégicos".
Por el contrario, Francia debería anunciar "nuevas medidas para alentar a la mayor cantidad posible de países para que firmen el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares", suscripto hasta ahora por 61 naciones.
Siete países admiten poseer armas nucleares: los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad —China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia—, India y Pakistán que realizaron sus pruebas en 1998. Expertos afirman que Israel y Corea del Norte también las han desarrollado.
El discurso de Chirac también sembró temor en el extranjero. El líder del derechista Partido Liberal Democrático alemán, Guido Westerwelle, urgió a la canciller (jefa de gobierno) Angela Merkel a exigir una retractación al jefe de Estado francés.
Expertos militares estiman que Francia posee 300 cabezas nucleares de misiles, y que ese arsenal ha sido modernizado con miras a ataques preventivos.