NACIONES UNIDAS: Ciega embestida de EEUU

Estados Unidos parece resuelto a una colisión frontal con la ONU respecto de la forma en que el foro mundial conduce sus asuntos.

El secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, debería estar ahora de gira por Asia, pero suspendió ese viaje cuando Estados Unidos amenazó con no aprobar el presupuesto del foro mundial si no se adoptaban reformas administrativas.

La advertencia, hecha la semana pasada por el embajador estadounidense en la ONU, John Bolton, llevó a Annan a cancelar su viaje de dos semanas por China, Corea del Sur, Japón y Vietnam, que debía comenzar el lunes, para dedicarse a resolver el diferendo con Washington.

"No queremos estar en una posición en la que adoptamos un presupuesto el mes próximo y no logramos ninguna reforma durante los dos años de vida de esos fondos", dijo Bolton a periodistas, al justificar su idea de adoptar un presupuesto provisorio que cubra sólo los próximos tres meses.

Pero Annan y otros funcionarios de la ONU rechazaron de plano la propuesta.
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"Necesitamos un presupuesto para que podamos planificar y realizar nuestro trabajo. De lo contrario, no hay base ni siquiera para pedir a los estados miembros que contribuyan, y se causaría una grave crisis financiera a la organización", dijo Annan, en respuesta al anuncio de Bolton.

Funcionarios del foro mundial responsables de la administración del presupuesto están preocupados por la demora en la aprobación de las nuevas partidas.

"La Secretaría General considera que es un grave problema en términos de flujo de fondos. La percepción de los países miembros es que esto es parte de un esquema de negociación" de Estados Unidos, dijo el jefe de contabilidad de la ONU, Warren Sach.

La ONU esperaba la aprobación de un presupuesto bienal por casi 4.000 millones de dólares, de los cuales Estados Unidos aporta 360 millones. La organización advirtió que, de no ser aprobado, podría demorar el pago de salarios a sus funcionarios.

Diplomáticos aseguran que, pese a las diferencias sobre las reformas, todos los demás miembros de la ONU, incluyendo a Gran Bretaña, estrecho aliado de Estados Unidos, están dispuestos a aprobar el plan presupuestal este mes.

Aunque no lo exige la Carta de la ONU, aprobar el presupuesto bienal por consenso entre los miembros ha sido una práctica ininterrumpida desde los tiempos del presidente estadounidense Ronald Reagan (1981-1989), según funcionarios del foro mundial.

Bolton promueve agresivamente una campaña de renovación del aparato administrativo de la ONU desde que fue designado por el presidente George W. Bush en agosto, pero ha enfrentado una gran oposición de parte del Grupo de los 77 (G-77) y China, bloque de 132 países en desarrollo.

El G-77 y China ven en las propuestas de Bolton un intento de reducir los poderes de la Asamblea General y concentrarlos en la Secretaría General.

El mes pasado, las tensiones aumentaron entre el G-77 y la Secretaría General por el intento de Annan de crear una nueva oficina sobre ética e imperio de la ley sin la aprobación del Quinto Comité de la Asamblea General, que estudia asuntos administrativos y financieros, ni del Comité Asesor sobre asuntos presupuestales.

"La Secretaría debería ser más cauta al tratar asuntos tan delicados, ya que estos pasos pueden ser considerados una intervención en el proceso intergubernamental", dijo el embajador jamaiquino y presidente del G-77, Stafford Neil, en una carta enviada al presidente de la Asamblea General el mes pasado.

Neil señaló que la decisión de Annan de crear una oficina de ética despertó "gran preocupación", y la consideró un "alejamiento" del acuerdo alcanzado en la Cumbre Mundial de 2005, celebrada en septiembre en Nueva York, sobre la reforma del foro mundial.

"El procedimiento esperado en este caso abarca todos los detalles, no sólo los alcances presupuestales. Se debe enviar la propuesta a la Asamblea General para su consideración, de acuerdo con las regulaciones existentes", señaló Neil.

A su regreso de otra gira por Asia el mes pasado, Annan dialogó sobre este asunto con líderes del G-77, quienes dijeron haber tenido una "buena y franca" conversación con el secretario general.

Sin embargo, observadores señalaron que la reunión estuvo caracterizada por la desconfianza y las tensiones, ya que el G-77 ve a las iniciativas de Annan como un intento de contentar a Washington.

"Dejé bien claro que no hay un intento de acaparar poder", dijo Annan a periodistas luego de la reunión destinada a tranquilizar al G-77 y a China.

Cuando se desató la crisis por el presupuesto, una vez más Annan tuvo una ronda de encuentros con representantes del G-77 y del Movimiento de Países No Alineados (Noal), según funcionarios cercanos a las negociaciones.

A pesar de la fuerte reacción de la Secretaría General y de otros países miembros, no parece haber señales de flexibilidad en la posición de Estados Unidos.

Bolton, gracias a sus duras posturas ante la ONU, ha recibido muchas críticas, no sólo de la comunidad diplomática internacional, sino también de algunos medios de prensa estadounidenses.

"Diplomacia con fuerza es una cosa, pero John Bolton ha sido pura fuerza y nada de diplomacia como embajador de Estados Unidos", sostuvo en su editorial del 2 de este mes el periódico The New York Times.

Observadores señalan que, de momento, no está claro cuál será el final de las negociaciones, pero prevén que Bolton podría retroceder ante la fuerte oposición de la Secretaría General, la Unión Europa, el Noal y el G-77.

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