LAOS-VIETNAM: Exilados de vuelta a sus orígenes

Treinta años después de la abolición de la monarquía en Laos y de la proclamación de la República Democrática Popular Lao, un grupo de exiliados en Estados Unidos visitan su país, algunos por primera vez.

Colonizado por Francia y luego arrastrado por la internacionalización de la guerra de Vietnam, en 1970, Laos, situado entre Vietnam, Tailandia, Camboya, Birmania y China, sufrió el bombardeo aéreo estadounidense, uno de los más abrumadores de la historia de la humanidad.

Durante los años 70, se arrojaron en este país del sudeste asiático más bombas que en Europa durante la segunda guerra mundial.

Con la derrota de Estados Unidos, en diciembre de 1975, la derecha laosiana perdió pie y abrió paso a la formación de un gobierno comunista presidido por Tiao Sufanuvong, líder independentista también llamado Príncipe Rojo, con el Partido Popular Revolucionario de Laos (PPRL) al frente.

La guerra, la crisis económica de la posguerra y el propio giro político en el país desató una ola migratoria, en la que se subieron la elite empresarial y miembros del antiguo gobierno, así como ciudadanos comunes apremiados por la pobreza.
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Muchos de estos emigrantes aterrizaron en Estados Unidos, y hoy vuelven a esta región de Asia y a su país por primera vez en 30 años.

Algunos buscan sus raíces. Otros, oportunidades de negocios debido a la normalización del vínculo comercial ente Laos y Estados Unidos a fines de 2004.

Entre estos visitantes se encuentra el pastor Seng Fo Chao, que viene a hacer las paces con el pasado.

"Saber perdonar es la clave del éxito de todos. No hay que quedarse amarrado a lo que ocurrió hace 30 años", dijo el religioso a IPS mientras su delegación se hallaba de visita en el vecino Vietnam, al este de Laos.

"La mayoría del pueblo de Laos, especialmente los veteranos de la guerra, estaban 100 por ciento en contra de la normalización de las relaciones comerciales, que a su juicio beneficiaría al gobierno pero no a la gente pobre", dice Chao.

"Pero yo también provengo de una familia pobre", continuó diciendo Chao "y me gustaría avanzar, y quiero que la gente pobre pueda vender sus mercancías en Estados Unidos sin pagar aranceles".

Chao pertenece a la etnia iu mien, que está extendida por todo Laos, China, Tailandia y Vietnam.

Durante la guerra de Vietnam, las líneas de abastecimiento norvietnamitas atravesaban todo Laos.

En respuesta, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos se las ingenió para reclutar a miembros de minorías étnicas —y entre ellos, a los iu mien— para que lucharan de su lado en el conflicto.

Huérfano desde los seis años (él presenció la ejecución de su padre en los años 60), a los 16 de edad Chao ingresó al Ejército Real de Laos, donde se desempeñó como guía aéreo de avanzada al servicio de Estados Unidos.

Cuando cayó la monarquía en Laos en 1975, él y otros cientos de miles de laosianos se vieron forzados a abandonar el país. Chao fue uno de los cerca de 10.000 iu mien que se establecieron en Estados Unidos.

Empero, siempre sintió una conexión muy fuerte con su país y su cultura, y tuvo deseos de construir puentes entre los iu mien. Por esta razón, se convirtió en el presidente de la Coalición Nacional Iu Mien de Estados Unidos, y lideró esfuerzos por crear una gramática escrita uniforme para el idioma de su grupo étnico.

Chao dice que la falta de esta gramática había hecho que su gente tuviera dificultades para aprender inglés. "Cuando un grupo de gente llega a Estados Unidos sin poder leer ni escribir en inglés sufre un gran trauma. Estábamos muy asustados, y a veces al borde del pánico, debido a esta situación".

Él espera que esta gramática sea útil para que los iu mien preserven su lenguaje y su cultura, pero afirma que es sólo un comienzo. Él se da cuenta que además los iu mien deben aprender y dominar el idioma lao y el inglés para poder participar en la economía.

Su organización comenzó a dictar cursos de lao y esperan poder enseñar inglés en el futuro. También esperan poder crear un programa de intercambio a través del cual iu mien de Laos, Vietnam y China puedan visitar Estados Unidos.

Los iu mien "tienen el idioma, la economía y la educación más pobre del mundo", dijo otro miembro de la delegación, el pastor Seng Chao de California (que no es pariente del otro pastor del mismo apellido), tras su visita a tres pueblos iu mien en el norte de Vietnam.

La mayoría de los habitantes de los pequeños poblados que visitó ganan menos de un dólar por día. "Hoy necesitamos ayudarnos los unos a los otros promoviendo la educación", dijo Seng Chao.

"La forma en que viven, la manera en que hablan son propias de hace 2.000 años", añadió el pastor.

Las estimaciones varían enormemente, pero se cree que hay aproximadamente un millón de iu mien dispersos por el sudeste asiático y China. La mayoría (alrededor de 750.000) vive en China meridional, mientras otras decenas de miles de grupos tribales residen en Vietnam, Laos y Tailandia.

En los últimos años, los gobiernos de Vietnam y Laos intentaron reducir la pobreza entre sus comunidades étnicas más marginadas.

Pueblos enteros fueron construidos de la nada para albergar muchos de estos grupos previamente nómades, que los gobiernos se encargaron de equipar con escuelas, casas con agua potable e irrigación para sus cultivos.

Muchos de estos esfuerzos resultaron medianamente exitosos, dice Phan Van Ngoc, director en Vietnam de Action Aid, organización no gubernamental dedicada a aliviar la pobreza en las áreas rurales.

"Ahora se están acostumbrando a este sistema de cultivo e irrigación", explicó.

"Ellos solían cambiar de lugar cada tres o cuatro años. Ahora se sienten aburridos al permanecer en un solo lugar. También se quejan de conseguir cada vez menos tierras para sus cultivos, lo que hace que ahora no puedan plantar todo lo que necesitan para alimentarse".

Phan dice que algunos iu mien no pudieron adaptarse a estas transformaciones tan rápidas y abandonaron los poblados construidos por el gobierno para retornar a sus antiguos modos de vida y de proveerse el sustento.

"Crear o cambiar modos de producción y relacionamiento social toma tiempo" dice Phan "y sólo es posible si se cambia la forma en que vive la gente de una manera lenta y gradual".

El pastor Seng Fo Chao y otros iu mien en el extranjero enfrentan una serie muy diferente de problemas.

Por ejemplo, el gobierno de Vietnam acusó a algunos miembros tribales de formar organizaciones de masas ilegales contra el Estado y continúa vigilándolos de cerca.

En los últimos 10 años, Seng Fo Chao realizó tres intentos de visitar las comunidades iu mien del norte de Vietnam. Recién este año fue autorizado por el gobierno. Pero Chao no culpa al gobierno por este retraso, y dice que esto es parte del legado de la guerra.

De hecho, él se siente muy alentado por la cooperación del gobierno durante su visita y espera que los próximos viajes sean igualmente fáciles.

Mae Seng Chao, una consejera de drogadictos que trabaja en el seno de la colectividad asiática de Seattle, Estados Unidos (y que tampoco es pariente de los otros dos Chao), es la primera vez que vuelve a Laos desde que el gobierno comunista está en el poder.

Ella tiene tíos, tías y primos que no ha visto por décadas.

Hasta a la fecha, solo ha visitado los pueblos iu mien del norte de Vietnam, pero pese a que no ha llegado a su destino final, Mae Seng ya siente la conexión que Seng Fo Chao busca alcanzar. "Para mí, esto es apenas el comienzo", dice.

"Yo espero hacer muchos más contactos. Me gustaría hallar a más de mis parientes. Les prometí que les enviaría telas. Ellos me pidieron telas para fabricar sus prendas de vestir tradicionales".

"Yo sólo quiero ser amigable", agrega. "Ellos son muy pobres en términos monetarios pero muy ricos en el corazón. No sé cuánto podré hacer por ellos, pero los quiero mucho".

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