ESPECIAL-OMC: ¿Las mismas promesas vacías?

La conferencia ministerial de la OMC, que se celebrará la semana próxima en Hong Kong, no ayudará a los pobres del mundo a salir de sus penurias, como prometen los países industriales y las instituciones financieras internacionales.

Al menos eso es lo que aseguran organizaciones internacionales de la sociedad civil y expertos, para quienes la liberalización comercial no resultará un catalizador del desarrollo del Sur.

"Lo que estaba destinado a ser una 'ronda de desarrollo'" de negociaciones multilaterales de comercio "cambió su curso, con poderosos intereses como los de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos demandando más y más concesiones de los países pobres, pero dándoles muy poco a cambio", sostuvo la organización humanitaria Oxfam.

La Ronda de Desarrollo de Doha fue convocada en la conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio) de 2001, en la capital de Qatar.

Los ministros de 148 países se reunirán desde el próximo martes hasta el domingo 18 en la sexta conferencia de la OMC. Estas deliberaciones son un paso crítico en el proceso de liberalización del comercio mundial, tras el fracaso de la quinta conferencia, celebrada en Cancún, México, en 2003.

El fin de la actual ronda de negociaciones está previsto para diciembre de 2006.

Uno de los principales puntos de conflicto son los subsidios agrícolas que los países ricos ofrecen a sus productores, y que perjudican al Sur en desarrollo al reducir los precios internacionales y obstaculizar su ingreso a los mercados del Norte.

Los ministros negociarán también la remoción de las barreras al comercio de servicios.

La semana pasada, la OMC publicó un memorándum que enfatiza en la necesidad de una conferencia exitosa para el desarrollo del Sur. Pero las organizaciones de la sociedad civil replicaron que ese documento ofrece pocas garantías de que eso suceda.

"El texto está lleno de retórica vacía sobre desarrollo", dijo el centro de estudios Instituto para la Política Agrícola y Comercial (IATP), con sede en Estados Unidos. "Ninguno de los compromisos propuestos va a lo profundo. Este acuerdo deja peor a los países más pobres, que son la mayoría de los miembros de la OMC."

Existe un creciente consenso entre economistas, organizaciones de la sociedad civil y naciones en desarrollo: los beneficios de la liberalización comercial han sido salvajemente exagerados.

Desde este punto de vista, aseguran, las negociaciones revirtieron la intención original de la Ronda de Doha, y en realidad aumentará el desequilibrio entre países ricos y países pobres.

Quienes formulan esas críticas no solo apuntan contra la OMC, sino también contra el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que siempre han alentado la liberalización comercial.

"La actual ronda de negociaciones no trata lo que era su objetivo original: ayudar a los países en desarrollo", dijo el presidente de la filial estadounidense de Oxfam, Raymond C. Offenheiser. "Lo que hoy está sobre la mesa no promueve el desarrollo, e incluso podría hacer más mal que bien. Los países pobres no deberían firmar tal acuerdo."

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, defendió el miércoles un estudio de la institución según el cual la "liberalización plena del comercio" ofrecería a todo el planeta una ganancia anual de 300.000 millones de dólares para 2015.

Según el estudio, 86.000 millones corresponderían a los países del Sur, y por esa razón, aseguró Wolfowitz, los ministros de esas naciones deberían firmar un acuerdo en Hong Kong.

"Esas cifras pueden crecer a medida que los productores de países pobres aprovechen los nuevos mercados", sostuvo.

Pero el instituto académico Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), radicado en Washington, calculó que esos 300.000 millones de dólares representa apenas 0,7 por ciento del producto interno bruto mundial de 2015, lo cual convierte la cifra en insignificante.

"Un país que tenga un ingreso anual por habitante de 1.000 dólares en 2015, sin liberalización comercial, logrará un ingreso de 1.007 si la hay", explicó el codirector del CEPR, Mark Weisbrot.

Otros escenarios más realistas previstos por el propio Banco Mundial se refieren a ganancias adicionales anuales de entre 17.900 y 119.300 millones de dólares, es decir entre 0,04 y 0,28 por ciento del producto mundial, agregó Weisbrot.

"Es extraño ver tan exagerado el potencial de la Ronda de Doha, incluso más allá de lo que la investigación económica convencional indica", advirtió.

Organizaciones humanitarias advierten que la Unión Europea, Japón y Estados Unidos no practican la libertad comercial que predican, pues pagan más de 250.000 millones de dólares anuales en apoyo a su agricultura.

Por otra parte, activistas aseguran que las grandes corporaciones transnacionales son la principal fuerza motriz del sistema mundial de comercio y que son las que tienen más que ganar de la liberalización.

Apenas 500 compañías concentran alrededor de dos tercios del comercio mundial. Y 40 por ciento de ese intercambio se registra entre esas mismas compañías.

Aunque las 200 principales compañías mundiales representan un cuarto de la actividad económica del planeta, solo emplean menos de uno por ciento de la fuerza de trabajo.

"El valor del libre comercio sin cortapisas como solución para la pobreza es un mito", dijo la activista Ronnie Hall, de Amigos de la Tierra Internacional. "Lo que ahora necesitamos es detener las negociaciones y revisar urgentemente el impacto de las reglas internacionales de comercio en el empobrecimiento y el ambiente." (

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