El supuesto fracaso de la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se inició este martes en Hong Kong, constituiría en realidad un éxito, afirman Amigos de la Tierra y ActionAid, dos de las principales organizaciones no gubernamentales del mundo.
"Ningún acuerdo es, por lejos, mejor que uno malo", dijo a IPS Eve Mitchell, de Amigos de la Tierra Internacional. "Hong Kong no debe resultar en un mal pacto, malo para los pobres, malo para el ambiente, malo para el cambio climático, y algunos llaman a esto 'ronda de desarrollo'".
La llamada Ronda de Desarrollo de Doha, que la OMC puso en marcha a fines de 2001 en la capital qatarí, "está convertida en una ronda de acceso al mercado para las empresas multinacionales, y eso no es a favor del desarrollo sostenible de los pobres", dijo.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) esperan que los ministros de los países en desarrollo adopten una posición firme contra las naciones industriales en la sexta conferencia de ministros de comercio de la OMC, que se celebra en Hong Kong desde este martes hasta el domingo.
"Países como Brasil e India son vistos como líderes de las naciones en desarrollo, no sólo en sus regiones, sino en el plano global porque su relativa fortaleza y su prestigio", dijo Mitchell.
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Esos dos países "son considerados naturalmente con autoridad por las dimensiones de sus economías y de sus poblaciones. Todos estos factores los hacen fuertes, y así deben permanecer", opinó.
India y Brasil coordinan el Grupo de los 20 (G-20) países en desarrollo, formado en agosto de 2003 para impulsar el desmantelamiento de las protecciones agrícolas de las potencias industriales que distorsionan el comercio internacional de ese sector.
Son también miembros del G-20 Argentina, Bolivia, Chile, China, Cuba, Egipto, Filipinas, Guatemala, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Sudáfrica, Tanzania, Tailandia, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe.
"No vemos qué puede haber de bueno ahora para los pobres en la mesa de la OMC. De modo que si India y Brasil deben resistir (las presiones) hasta que surja un buen acuerdo, pues que así sea", dijo la activista.
Sobre la mesa de la OMC hay ahora una propuesta que significa "cuanto más pobre seas, peor te irá. Los números en los que se concentran la Unión Europea (UE) y Estados Unidos son promedios mundiales. ¿Qué pasará con las poblaciones reales de cada lugar?", cuestionó Mitchell.
El principal obstáculo para un acuerdo yace en las diferencias entre las naciones en desarrollo, por una parte, y la UE, Estados Unidos y Japón, por otra, respecto de la necesidad de desmantelar las ayudas internas, los subsidios a la exportación y las barreras arancelarias que sostienen la agricultura de esas potencias.
A cambio de reducciones en el sector agropecuario que el G-20 considera insuficientes, el mundo industrial, y en particular la UE, reclama mayor acceso a los mercados no agrícolas (NAMA, por sus siglas en inglés) del mundo en desarrollo, que comprende todos los sectores fuera de la agricultura y los servicios, por ejemplo, diversas industrias, la minería y otras actividades extractivas, como la pesca y la silvicultura.
Esta propuesta es particularmente peligrosa, según Amigos de la Tierra. "Encontramos asuntos muy preocupantes. Más de mil millones de personas, las más pobres del mundo que ya viven con menos de un dólar por día, empeorarán aún más su situación" bajo un acuerdo NAMA, dijo Mitchell.
Este intento es malo para el desarrollo y también para el ambiente, pues "amenazará la capacidad de combatir problemas como el cambio climático", un fenómeno ambiental que "afectará a todas las economías tarde o temprano. De modo que debemos detenerlo y adoptar la dirección correcta", concluyó la activista.
Alex Wijeratne, de ActionAid, estimó que el ministro de comercio de India, Kamal Nath, ha adoptado una postura firme. "Les ha dicho a la UE y a Estados Unidos que deben tomar en cuenta algo más que sus intereses, e incorporar muchas más preocupaciones de los países en desarrollo".
Las propuestas sobre NAMA "podrían ser devastadoras para India en sectores como la fabricación de zapatos deportivos o de saris", prenda femenina tradicional, dijo Wijeratne a IPS.
En Hong Kong, los gobiernos deben pensar en el desarrollo. "Se supone que ésta es la ronda del desarrollo, pero éste ha desaparecido por completo de la agenda", afirmó.
El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson "podría sin problemas retroceder en sus agresivas posturas en otras dos áreas ajenas a la agricultura, NAMA y servicios, en las que reclama enormes concesiones a los países en desarrollo. Desde luego que también puede ofrecer mucho más en material de recorte de subsidios agrícolas y aranceles", opinó Wijeratne.
Al igual que Amigos de la Tierra, ActionAid, una organización no gubernamental con sede en Gran Bretaña, estima que un desacuerdo en Hong Kong sería major que un mal acuerdo.
"No queremos una ronda en la que solo juegan los intereses de Estados Unidos y la UE. Y mientras no se logre avance, creemos que se debe ser muy cauteloso en lo que se firma, pues en esta ronda hay muy poco para combatir la pobreza, el asunto por el cual se echo a andar", sostuvo.
En las actuales conversaciones, que deberían concluir a fines de 2006, se tratan "asuntos de vida o muerte" para un agricultor de India, por ejemplo, "inundado de alimentos de Estados Unidos y de la UE y con su forma de vida en peligro", argumentó.