El Foro Mesoamericano de los Pueblos, que reúne a cientos de organizaciones sociales, puso en la mira al proyecto de México para asegurar energía y combustibles a América Central, República Dominicana y Colombia. Se teme que responda a «intereses económicos estadounidenses».
El contenido del Programa de Integración Energética Mesoamericana entrará de forma obligada en la agenda de discusión del Foro, pues es un tema que afectará a las comunidades de nueve países de América Latina y el Caribe.
La firma de ese acuerdo se dio en circunstancias curiosas, pues "tal parece que lo que se pretendía era sorprender a las organizaciones civiles para que no tuviesen oportunidad de dar su opinión antes de firmar el acuerdo", señaló a IPS Héctor de la Cueva, uno de los portavoces de la independiente Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC).
El encuentro de los grupos de la sociedad civil de la región, que finalizó en la noche de la víspera tras sesionar por tres días en la Universidad de Costa Rica, acordó ingresar a su agenda el análisis sobre la viabilidad del proyecto energético mesoamericano firmado entre las partes el martes en el sudoriental balneario mexicano de Cancún.
Esta sexta edición del Foro reunió a 1.500 representantes de organizaciones indígenas, ambientalistas, sindicalistas, religiosas, estudiantiles y campesinas, quienes resolvieron, además, "mejorar la coordinación regional para activar dispositivos de resistencia" ante el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, cinco países centroamericanos y República Dominicana (Cafta-RD).
También convinieron en ampliar la base social del Foro Mesoamericano, integrando a grupos que son discriminados socialmente, como son los homosexuales, las lesbianas y distintas iglesias.
Los participantes coincidieron en que las políticas privatizadoras han convertido a los servicios públicos de la región, como la telefonía y la electricidad, en mercancías para favorecer a las empresas trasnacionales, lo que ha propiciado que sea cada vez más difícil que millones de personas tengan acceso a esos derechos.
"Las políticas neoliberales han venido entregando nuestros recursos naturales y nuestra diversidad a los intereses privados de las trasnacionales, por lo que es urgente analizar nuestras estrategias contra las políticas neoliberales impulsadas por los gobiernos mesoamericanos, que lo que han provocado es un incremento de la pobreza y la exclusión social', concluyó el Foro.
De la Cueva admitió que, por ahora, no se diseñaron acciones concretas para atender el proyecto mexicano, que sorprendió por su rápido anuncio y firma, pero en las próximas semanas, cuando se conozcan los detalles de la iniciativa, las organizaciones sociales podrán definir una estrategia.
Agregó que la iniciativa energética, destinada a Colombia, República Dominicana y a la región histórico-cultural que abarca a América Central y gran parte de México llamada Mesoamérica, tiene que demostrar a corto plazo que es un intento genuino por promover el desarrollo de la zona y no sólo un proyecto que encubre los intereses energéticos y comerciales estadounidense.
Advirtió que, "si las organizaciones sociales detectan que detrás del proyecto se ocultan los intereses económicos estadounidenses, le vamos a cerrar el paso", como lo hemos hecho con el Área de Libre Comercio de las América (ALCA), sostuvo el activista de RMALC.
"Nos preocupa que el presidente (mexicano) Vicente Fox intente imponer en la agenda de Centroamérica los intereses de Estados Unidos como lo quiso hacer en (la Cumbre de las Américas realizada en noviembre en la ciudad argentina de) Mar del Plata al defender el ALCA", sostuvo.
"Nos desconcierta que Fox asuma la actitud de un agente de ventas que promueve los intereses estadounidenses", añadió.
Los representantes de los gobiernos de Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana firmaron en Cancún el compromiso para garantizar la provisión de energía a los países involucrados, un proyecto promovido por Fox y que representa una segunda etapa del Plan Puebla Panamá, también impulsado por este mandatario en 2001.
El Programa de Integración Energética Mesoamericana también responde a las acciones urgentes emprendidas el 10 de junio por los ministros de Energía centroamericanos, en un intento por hacer frente a la crisis derivada del alza en el precio internacional del petróleo.
La iniciativa incluye los compromisos iniciales de construir una planta de refinación de crudo en América Central y una red de distribución de gas natural, crear otra planta termoeléctrica, dar paso a la venta de franquicias de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), crear redes de abasto de electricidad de México a Guatemala y de Panamá a Colombia, impulsar programas de energías renovables y promover la eficiencia energética.
Eduardo Andrade, presidente de la independiente y consultora Asociación Mexicana de Energía, dijo a IPS que "esta iniciativa será el detonante de la industrialización de los países centroamericanos.
"Es un proyecto virtuoso que garantizará el suministro de energéticos, propiciará grandes inversiones en la región como nunca antes se había visto", añadió Andrade, quien calificó el acuerdo como un buen intento por integrar a la región al desarrollo, y lo comparó con las acciones previas a la conformación la Unión Europea (UE).
Andrade explicó que, en el caso de la UE, los países más desarrollados respaldaron con recursos económicos y proyectos productivos a las naciones menos desarrolladas a fin de que, al concretarse la unión de naciones, todas estuvieran en igualdad de condiciones para competir comercialmente.
"No creo que el proyecto de integración energética propicie una reacción negativa por parte de Estados Unidos, es más, les beneficiará porque al detonar el desarrollo industrial centroamericano disminuirá la emigración al vecino país del norte", agregó Andrade.
En el marco de la firma del proyecto, el presidente Fox garantizó a sus pares de la región la continuidad del plan pese a que él concluye su mandato el próximo año, y descartó que se pretenda que Pemex se convierta en un monopolio en América Central.
"Aquí no hay hegemonías, no hay paternalismos y no hay preferencias. Este es un proyecto de libre mercado, con participación de todos y con equilibrios", apuntó fox.
Cifras oficiales indican que, para empezar a materializar el proyecto energético, se requerirán entre 7.000 millones y 9.000 millones de dólares. México aportará un millón de dólares para crear un Comité Técnico que se encargará de dar seguimiento al proyecto y que en mayo de 2006 hará su primera evaluación sobre el desarrollo de los trabajos.
Por su parte, el ministro mexicano de Energía, Fernando Canales, aseguró que la iniciativa mesoamericana no choca con el Acuerdo de San José, el cual compromete a los gobiernos de México y Venezuela a dotar cada uno con 80.000 barriles diarios de petróleo a países centroamericanos y caribeños.
Sin embargo, George Baker, director de la empresa consultora independiente Baker and Associates Energy, alertó sobre el riesgo de fractura entre los países latinoamericanos por esta iniciativa, ya que, mientras un grupo de países centroamericanos busca el respaldo energético en el norte del continente, otros como Cuba, Bolivia, Brasil y Venezuela tienen otra perspectiva. Añadió que, de prosperar el proyecto energético mexicano, quedaría obsoleto el Acuerdo de San José, y lo que es peor, el gobierno de Fox no ha hecho las consultas previas con Venezuela. Ambos países redujeron al máximo sus relaciones diplomáticas tras los choques verbales entre Fox y el presidente del país sudamericano Hugo Chávez tras la Cumbre de las Américas.
El analista y consultor David Shields anticipó en un artículo periodístico una nueva rivalidad entre México y Venezuela por sus proyectos energéticos.
"La realidad es que Venezuela puede aspirar a conquistar nuevos mercados energéticos al norte y al sur de sus fronteras, pero México no puede darse el lujo de acariciar este tipo de sueños hegemónicos", escribió en el diario mexicano Reforma.
Shields entiende que, "por lo mismo, es desafortunado que Fox siembre esperanzas que México no podrá cumplir".