Los países del Sur en desarrollo podrían ser los grandes perdedores al término de la cumbre de la Unión Europea (UE), que comienza este jueves con el objetivo de lograr un acuerdo sobre el presupuesto del bloque para los próximos siete años.
Los jefes de Estado y de gobierno de la UE se reunirán hasta el viernes en Bruselas para intentar destrabar las negociaciones presupuestales, que han dominado la política europea en las últimas semanas.
Gran Bretaña, país que ejerce la presidencia rotativa del bloque, presentó el miércoles una serie de propuestas para intentar poner fin a varias semanas de discusiones con los demás países miembros, en especial con Francia.
Londres pedía una reducción de los subsidios agrícolas para el próximo paquete presupuestal, mientras que París se oponía y exigía en cambio al gobierno británico que renunciara a un privilegio de devolución especial de sus aportes financieros al bloque, que goza desde los años 80.
Finalmente, Gran Bretaña propuso aumentar el presupuesto en 3.000 millones de dólares en los próximos siete años, a un total de un billón de dólares, y adoptar metas de recortes progresivos en los fondos destinados a los nuevos miembros del bloque, así como a la asistencia a países en desarrollo.
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La red de organizaciones no gubernamentales Eurostep, con sede en Bruselas, advirtió que los pobres del mundo, dentro y fuera del bloque, serán los grandes perdedores si se aceptan las propuestas británicas.
Los activistas señalan que el acuerdo sobre el presupuesto puede contradecir compromisos efectuados a comienzos de este año, cuando los estados miembros acordaron aumentar en 25.300 millones de dólares el presupuesto de desarrollo para 2010, con la meta de acercarse al 0,7 por ciento del producto interno bruto de ayuda oficial al desarrollo, prometido para 2015.
"Esta disputa sobre el futuro presupuesto de la UE se produce justo cuando Europa intenta proyectarse como líder mundial en la lucha contra la pobreza", dijo a IPS el director de Eurostep, Simon Stocker.
"En 2005, los estados europeos se comprometieron a (trabajar para) reducir las desigualdades en el mundo, incrementando la calidad y cantidad de sus esfuerzos de asistencia, proveyendo un alivio a la deuda de los países en desarrollo y promoviendo reformas en el comercio internacional para beneficiar a los más pobres", añadió..
Eurostep también señaló que la batalla por el presupuesto europeo lleva a que se preste menos atención a la lucha contra la pobreza, tanto en Europa como en el Sur en desarrollo.
"Los países miembros más ricos no pueden hacer lindas promesas a las naciones del Sur mientras a la vez reducen el gasto para el desarrollo", dijo Stocker, y señaló que "Europa necesita recursos suficientes para demostrar que puede hablar de justicia social y de erradicación de la pobreza".
Las organizaciones de la sociedad civil también instan a los líderes del bloque a aprovechar la cumbre para acordar una revisión fundamental de la Política Agrícola Común (PAC) en 2008, pues sostienen que la revisión de 2003 no abordó en forma adecuada "la redistribución de los subsidios en Europa ni el comercio desleal con los países en desarrollo".
Pese a algunos cambios introducidos en la PAC europea, los agricultores franceses siguen recibiendo un quinto de los más de 52.000 millones de dólares al año que el bloque concede en subsidios a sus productores.
Estas subvenciones, que representan casi 40 por ciento del presupuesto total de la UE y afectan la competitividad de los productos del Sur, son el principal escollo en la llamada Ronda de Doha de negociaciones multilaterales, lanzada en la capital de Qatar en 2001 y destinada a liberalizar el comercio mundial.
Los subsidios agrícolas de la UE, así como los de Estados Unidos y otros países ricos, son también el tema principal en la sexta conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, que se celebra hasta este domingo en Hong Kong.
La organización humanitaria Oxfam señaló que la cumbre en Bruselas es la última oportunidad en casi una década para acordar una revisión de la PAC y salvar el sustento de millones de personas en los países en desarrollo.
"La PAC se volvió famosa por su injusticia. Los líderes europeos no deben perderse esta oportunidad para acordar una revisión completa del régimen de pagos a agricultores. Si fracasan, sentenciarán a granjeros de Europa y del Sur en desarrollo a otros nueve años de miseria", dijo el jefe de la oficina de Oxfam en Bruselas, Luis Morago.
"Si se pierde este momento, la UE no sólo le estará fallando a la mayoría de sus agricultores, sino que también dañará a los de los países pobres y hundirá a millones en una pobreza más profunda. Necesitamos una reforma de la PAC que termine con el comercio desleal, promueva el desarrollo rural y una agricultura sostenible desde el punto de vista ambiental", agregó.
El grupo de países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), conformado por 77 ex colonias europeas, gran parte de ellas productoras de azúcar, también teme el impacto que el nuevo presupuesto de la UE tenga en sus industrias.
Los países ACP pidieron a los líderes europeos un "sustancial paquete de asistencia" y adecuados recursos financieros para poder ajustarse a la "carga desproporcionada" que significará el nuevo régimen azucarero que la UE prevé aplicar a partir del año próximo.
"Los socios más vulnerables no deben ser víctimas de esa reforma" del régimen azucarero europeo, señaló el ministro de Agricultura de Mauricio y presidente del Grupo del Azúcar del ACP, Arvin Boolell, en una declaración divulgada en Hong Kong.
"Es tiempo de que la UE cumpla sus promesas. Los instamos a mostrar voluntad política para hacerlo, pues su decisión tendrá un impacto crucial en el desarrollo sostenible a largo plazo de las industrias del azúcar", añadió.
Los países ACP podrían perder más de 300 millones de dólares anuales en exportaciones directas debido al recorte de 36 por ciento del precio de referencia del azúcar blanca garantizado por la UE, entre 2007 y 2009, de acuerdo con el nuevo régimen.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, propuso destinar 228 millones de dólares anuales a los países ACP entre 2007 y 2013 para contrarrestar el impacto de la reforma azucarera. Pero esas naciones señalan que la cifra apenas cubrirá sus pérdidas.
"Recibimos con agrado esta propuesta de la Comisión, como un paso en la dirección correcta. Sin embargo, todavía no está claro cómo encajará en el paquete presupuestal. Además, el monto no es suficiente para que podamos reestructurar y diversificar nuestra producción", dijo el ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Jamaica, Keith Knight.
Los países ACP sostienen que necesitarán por lo menos 600 millones de dólares al año para adaptarse al nuevo régimen europeo, y sobrevivir.