El viaje a Europa de la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, suma turbulencias a causa de los centros de detención clandestinos de la CIA en ese continente, que abrieron una erizada disputa.
El objetivo de la gira de esta semana era mejorar el vínculo transatlántico, pero Rice se enfrenta con duras críticas por la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en actividades que son ilegales en la Unión Europea (UE) respecto de sospechosos de terrorismo.
La controversia comenzó a gestarse cuando se informó sobre el pasaje por aeropuertos europeos de aviones de Estados Unidos con detenidos a ser entregados a Egipto, Siria, Marruecos, Uzbekistán y Jordania, supuestamente para ser sometidos a tortura en esos países.
Otros informes periodísticos indicaban que en dos países de Europa oriental —Polonia y Rumania— se habían instalado centros de interrogatorios al servicio de la CIA.
Rice llegó a Berlín el martes para reunirse con la nueva canciller (jefa de gobierno) alemana, Angela Merkel. Luego viajará a Rumania y Ucrania, y concluirá su gira asistiendo a una reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se celebrará en Bruselas este jueves.
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El gobierno alemán confirmó el sábado la existencia de una lista de más de 400 vuelos de la CIA que pasaron por aeropuertos alemanes. Se sospecha que algunos de estos aviones transportaron a supuestos terroristas a cárceles clandestinas para ser interrogados.
La UE le remitió el mes pasado una nota a Rice para expresarle sus dudas respecto de las escalas en Europa de aviones para transportar detenidos.
La semana pasada, la presidencia de la UE, actualmente ejercida por Gran Bretaña, solicitó formalmente una "clarificación" de los informes sobre centros de detención clandestinos y el transporte o "entrega" de detenidos por Europa, en posible violación del derecho internacional.
El lunes, antes de partir desde Estados Unidos, Rice admitió que los sospechosos de terrorismo fueron sacados de su país con miras a su interrogatorio, pero negó que hubieran sido torturados.
La funcionaria aseguró que los sospechosos fueron trasladados a varios centros bajo un proceso conocido como "entrega" ("rendition", en inglés), práctica a la que calificó de "un arma legal".
Rice se negó a comentar las versiones según las cuales la CIA había establecido prisiones secretas en el exterior donde los sospechosos eran interrogados sin observar el derecho internacional.
Las víctimas de las entregas habitualmente terminan en países conocidos por aplicar torturas en sus interrogatorios, pero Rice aseguró que Estados Unidos busca garantías en el trato de las naciones que reciben a los prisioneros.
Organizaciones de derechos humanos acusaron a Rice de tratar de minimizar la verdadera naturaleza de la entrega de prisioneros, que consiste en transferir a los detenidos de un país a otro sin que medie un proceso legal.
Mientras Rice llegaba a Berlín el martes, Amnistía Internacional informaba que "seis aviones utilizados por la CIA para entregas (de prisioneros) hicieron unos 800 vuelos dentro o fuera de espacio aéreo europeo, incluidos 50 aterrizajes en el aeropuerto de Shannon, en la república de Irlanda".
Amnistía Internacional dijo haber obtenido registros de vuelos de seis aviones enviados por la CIA desde septiembre de 2001 hasta septiembre de este año.
"Según la Administración Federal de la Aviación de Estados Unidos, en este periodo estos aviones aterrizaron 50 veces en Shannon y despegaron 35 veces, sugiriendo que algunos vuelos fueron mantenidos en secreto", declaró la organización.
Aunque el aeropuerto de Shannon es usado por el ejército estadounidense como escala de carga de combustible, Amnistía dijo que ninguno de los aviones eran de transporte militar.
"La última información confirma otras persistentes y confiables en los medios (de comunicación) y (realizados) por organizaciones no gubernamentales en cuanto a que los vuelos enviados por la CIA eran utilizados para las entregas", añadió Amnistía.
"También contradice las garantías dadas la semana pasada por (…) Rice al ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Dermot Ahern, de que el aeropuerto de Shannon, en Irlanda, no había sido usado para propósitos adversos o como punto de tránsito para sospechosos de terrorismo", sostuvo.
Amnistía también negó que la entrega de prisioneros fuera una práctica permitida por el derecho internacional, como afirmó Rice.
"Transportar por vía aérea a detenidos a países donde pueden afrontar torturas u otros malos tratos es una brecha directa y rotunda del derecho internacional, con o sin las llamadas 'garantías diplomáticas'", dijo Claudio Cordone, director de programas regionales de la organización.
"Estas garantías no significan nada. Países conocidos por aplicar sistemáticamente la tortura niegan la existencia de esas prácticas", añadió Cordone.
Amnistía Internacional urge a los países europeos a investigar "sin demora y a fondo" las acusaciones sobre estos centros de detenciones clandestinos.
Todos los estados deben asegurarse de que su territorio y sus instalaciones no sean empleados para asistir a estos vuelos, manifestó la organización.