Brasil trata de lidiar con el incipiente pánico popular ante el acercamiento de la gripe aviar, pero en algunas zonas del país el temor ya se instaló y no a raíz de un virus sino de una bacteria transmitida por garrapatas que causa la fiebre maculosa, muchas veces mortal.
La enfermedad no es novedad para los médicos, pero si para la población que prácticamente la descubrió este mes tras la muerte de tres personas que se habían hospedado en octubre en un hotel de Petrópolis, ubicado a 100 kilómetros de Río de Janeiro.
La repercusión nacional de los hechos golpeó el turismo en esa ciudad y sus alrededores, una actividad importante en la región serrana.
"Mi reacción fue de susto, no sabía de la existencia de esa enfermedad", señaló a IPS Anderson Vieira, jefe de recepción del hotel donde habían pernoctado los afectados.
La creencia general de que se trataba de un naciente problema de salud pública, como los virus, bacterias y hongos que en los últimos tiempos pasaron a molestar la humanidad, fue combatida con la confirmación de que la fiebre maculosa existe desde hace por lo menos siete décadas en Brasil y es endémica en varias áreas, especialmente en el meridional estado de Sao Paulo.
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En Piracicaba, a 160 kilómetros de Sao Paulo, están los focos más preocupantes. En agosto murieron allí cinco personas integrantes de una misma familia, víctimas de la fiebre transmitida por la bacteria Rickettsia ricketsii.
La Escuela Superior de Agricultura local pasó a ser zona de riesgo, con la proliferación de la garrapata-estrella, vector de la bacteria. En los tres últimos años murieron dos personas, una de ellas el hijo de un profesor universitario, y por lo menos otras tres fueron contaminadas en el propio campus.
La presencia local de muchas capivaras, un gran roedor silvestre sudamericano en proceso de domesticación, es la causa de la infestación. Otros animales, como caballos, vacunos y perros, también hospedan las garrapatas.
A partir de lo informado sobre lo ocurrido en Petrópolis, donde por lo menos otras dos personas se contaminaron, se conocieron muchos otros casos de muertes y contagiados con la fiebre maculosa, así llamada por provocar manchas rojas en el cuerpo, además de fiebre elevada y dolores en la cabeza, muslos y abdomen.
Un estudiante de 15 años murió el miércoles en Queluz, ubicada entre Río de Janeiro y Sao Paulo, con los mismos síntomas de su amigo adolescente, muerto hace tres semanas al parecer de fiebre maculosa.
También se sospecha que ese mal es la causa de la muerte de una señora de 43 años y de su hija de 12, ocurridas en misma ciudad de Sao Paulo, una metrópoli de 11 millones de habitantes y casi sin contacto con el ambiente rural.
La alarma de la población creció aun más luego de comprobarse que la fiebre maculosa es la responsable de otros fallecimientos en Guarujá, ciudad playera a 90 kilómetros de Sao Paulo, y en los estados de Minas Gerais y Espíritu Santo, respectivamente al oeste y al norte de Río de Janeiro.
El alto índice de mortalidad asusta, pero "no es una enfermedad desconocida", aseguró a IPS Denise Marangoni, médica especializada en infectología de la Universidad Federal de Río de Janeiro. La dificultad del diagnóstico, que retarda el tratamiento, y la escasa inversión en su tratamiento, por ser poco frecuente, explican buena parte de esa mortalidad, señaló.
Un informe de cuatro profesores de la Escuela de Agricultura de Piracicaba destaca que, de 1985 a 2004, se registraron 160 contagios confirmados de fiebre maculosa en el estado de Sao Paulo, con 70 personas muertas y la posibilidad de la ocurrencia de "otros casos no diagnosticados".
La noticia de contagios en Petrópolis tuvo impacto nacional por tratarse de una ciudad turística, que recibe muchos visitantes, evaluó Vieira. Pero ya las actividades volvieron a la normalidad, se suspendió la interdicción del hotel y "el miedo ya pasó, ahora que conocemos los síntomas de la enfermedad", sostuvo.
La repercusión hizo recordar que hace cuatro años murieron 19 personas por causas desconocidas en Nueva Iguazú, una ciudad vecina a Río de Janeiro. Por lo menos una de ellas murió a causa de la Rickettsia rickettsii, según análisis de un instituto de investigaciones médicas.
La fiebre maculosa sorprendió a la población, pero no forma parte de la onda de nuevas enfermedades provocadas principalmente por virus novedosos, como el H5NI de la gripe aviar y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, sostuvo Marangoni.
La gravedad actual de las nuevas epidemias y viejas enfermedades se debe a que la población mundial actual es "más susceptible", porque envejeció gracias a erradicar o combatir con éxito varias enfermedades y tomando muchos medicamentos, que "deprimen la capacidad inmunológica", explicó la experta.
Por otro lado, las bacterias, hongos y virus que afectan la salud humana se hicieron más resistentes por un proceso de "selección natural", al ser combatidos por antibióticos y otros antimicrobianos del arsenal médico usado por la humanidad, concluyó.