Birmania, el segundo mayor productor mundial de opio después de Afganistán, logró reducir drásticamente sus cultivos de amapola pero a un alto precio: ahora, decenas de miles de ex cultivadores padecen hambre.
Según el informe anual de la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas (UNODC) publicado este miércoles, la dictadura militar birmana logró reducir 26 por ciento el área dedicada al cultivo de adormidera, principalmente en el nordeste del país.
El cultivo de esta variedad de la amapola, principal insumo de los opiáceos como el opio, la morfina y la heroína, se extiende a lo largo de 32.000 hectáreas en el ondulado territorio del nororiental estado birmano de Shan.
En 2004, los cultivos ocupaban 44.200 hectáreas, según estableció la más reciente Encuesta de Opio de Myanmar. (Myanmar es el nombre con el que la dictadura gobernante designa a Birmania).
La producción total de opio en Birmania también cayó de 370 toneladas en 2004 a 312 en 2005, lo que representa una disminución de 16 por ciento, agrega el informe de UNODC.
La campaña contra el opio en el estado de Shan comenzó luego de un acuerdo firmado en 1999 entre Rangún y "las autoridades locales de las áreas productoras de droga", para liberar esta región totalmente de adormidera para 2014.
La campaña recibió un impulso adicional en junio último, cuando barones de la droga de Birmania, ex jefes insurgentes de la etnia wa ("montañistas"), declararon su intención de erradicar los cultivos de amapola en las áreas bajo su control.
"En términos de esfuerzos de erradicación, Myanmar está en camino de cumplir con el plazo fijado", dijo a los periodistas Akira Fujino, director de la oficina de UNODC para Asia oriental y el Pacífico, durante la presentación del informe de UNODC.
Pero los productores rurales que dependían de este cultivo para escapar de la pobreza enfrentan una crisis alimentaria y económica, manifestó Fujino.
"La mayoría de los agricultores todavía no se han beneficiado de la asistencia al programa de erradicación de drogas", explicó. "La asistencia es necesaria para evitar una crisis humanitaria".
"Perder alrededor de 60 por ciento del ingreso por la prohibición de la amapola es una presión tremenda en estas comunidades agrícolas", dijo Hakan Tongul, subdirector para Birmania del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.
"Muchos afrontan grandes dificultades para alimentar a sus familias el año entero", agregó Tongul, quien calculó que casi 100.000 ex cultivadores necesitan asistencia alimentaria.
"Si no se presenta a las comunidades opciones alternativas de desarrollo, estas familias se verán empujadas a una indigencia abyecta y la propia prohibición quedará en tela de juicio ", afirmó.
Mientras, Birmania es objeto de duras sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) debido a la opresión de la junta militar a la población.
Los programas de desarrollo en comunidades agrícolas obligadas a abandonar la amapola para buscar fuentes de ingreso alternativas también fueron afectados por los esfuerzos de aislar a Birmania como castigo por sus violaciones de derechos humanos.
"Sin estrategias de desarrollo de más largo plazo, puede fracasar la concreción de los actuales planes de erradicación del opio", dijo Tongul a IPS. "Sin darles medios alternativos para ganarse la vida, se les dijo a los cultivadores que dejaran su principal fuente de ingresos".
Según UNODC, el ingreso anual promedio de los agricultores que cultivan amapola es de 292 dólares, de los cuales más de la mitad —152 dólares— proceden de la venta de esa planta. "Esto confirma que la producción de opio está vinculada con la pobreza".
Se estima que 193.000 hogares participan hoy en el cultivo de adormidera, lo que supone una caída de 26 por ciento respecto de 2004, declaró la agencia.
Más de la mitad de las familias encuestadas para el informe —tanto las que cultivan opio como las que no— admitieron problemas alimentarios.
"La deficiencia alimentaria es aguda en la (nororiental) región (autónoma) de Wa (donde se concentra la etnia homónima), con 89,5 por ciento de aldeanos informando inseguridad" en este sentido.
Birmania se esfuerza por ganar respeto como ciudadano global responsable a través de su campaña antinarcóticos. Pero el país se granjeó una imagen totalmente inversa en los años 80, cuando era el principal productor de opio del mundo, con un promedio anual de 700 toneladas de producción.
La producción de opio de Birmania tuvo sus máximos valores en 1996, con 1.600 toneladas, dijo UNODC. Pero la participación del país en los cultivos mundiales de adormidera cayó de 23 por ciento en 2004 a 21 por ciento hoy.
"En Myanmar, son los más pobres entre los pobres quienes cultivan amapola. Para ellos, la producción de opio es un medio de supervivencia", explicó Fujino. "No podemos permitir que la amapola desaparezca si al mismo tiempo desaparecen las comunidades".