COMERCIO-CARIBE: El precipicio bananero

Cuando la Unión Europea (UE) solicitó a la OMC un arbitraje por su propuesta de arancel único a las importaciones latinoamericanas de banano, los países productores de África, el Caribe y el Pacífico lo lamentaron. Y mucho.

Las propuestas de la UE fueron rechazadas dos veces en solo tres meses por los árbitros de la OMC (Organización Mundial del Comercio).

La intención del bloque era compensar las preferencias que perderá el banano de las ex colonias europeas de África, el Caribe y el Pacífico (países ACP) para ingresar en el mercado de la UE a partir del 1 de enero. La OMC dictaminó en 1997 que esas preferencias eran ilegales.

El primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, portavoz de la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom) para asuntos bananeros, dijo que la región hubiera preferido negociar directamente con la UE una solución amigable y justa.

"Pero se siguió una ruta del litigio más que de negociación, pese a las reiteradas súplicas de proveedores de África, el Caribe y el Pacífico (…), de sindicatos y de la comunidad de organizaciones no gubernamentales", dijo Gonsalves el lunes.

La disputa enfrenta a productores de América Latina y a Estados Unidos con la UE y 25 países ACP, cuya producción de banano estuvo durante muchos años exenta de aranceles para ingresar en el bloque europeo.

La semana pasada, árbitros de la OMC rechazaron la propuesta de la UE de fijar un arancel de 226 dólares por tonelada a las importaciones de banano latinoamericano, que compite con el de los países ACP. Tres meses antes, había sucedido lo mismo con una oferta de 278 dólares por tonelada.

El 1 de enero próximo la UE recortará 39 por ciento los precios de referencia del azúcar de los países ACP, en consonancia con fallos anteriores de la OMC, aunque aún no logró el aval de la institución para establecer un régimen arancelario que compense esa pérdida.

Los productores de América Latina pretenden un arancel bajo, de no más de 90 dólares por tonelada, que les permita mantener una participación elevada en el mercado de la UE.

Y los países ACP pretenden para aquellos países aranceles elevados, de modo de compensar la ventaja competitiva que antes constituía el sistema de cuotas y aranceles preferenciales.

La UE intenta desde 1997, cuando un arbitraje de la OMC consideró ilegal su régimen de importaciones bananeras, establecer un nuevo esquema que no implique una pérdida de mercados para los países ACP frente a los exportadores latinoamericanos, que tienen una mayor producción.

Según la UE, los países ACP cuentan con 20 por ciento del mercado europeo de banano, los del bloque europeo —fundamentalmente España— otro 20 por ciento, y los latinoamericanos, 60 por ciento.

La UE fue obligada a derogar su régimen bananero, calificado en 1997 de discriminatorio —en especial el mecanismo de licencias y cuotas— por un dictamen de la OMC.

Bajo las viejas reglas, el banano de los 79 países ACP tenían un acceso casi exclusivo al mercado de la UE. Pero los países bananeros latinoamericanos y caribeños y las principales empresas del ramo, con matriz en Estados Unidos, calificaron esas preferencias de injustas.

En un intento de poner fin a la prolongada disputa, la UE acordó en 2001 con Ecuador y Estados Unidos cambiar a partir del 1 de enero de 2006 su complejo sistema de importaciones basado sobre la combinación de aranceles y cuotas beneficioso para los países ACP por un régimen de arancel único para los latinoamericanos.

Entre los países latinoamericanos que se verían beneficiados por el cambio de régimen figuran Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela.

Pero las disputas no terminaron con el acuerdo de 2001.

"Hay un sentimiento de indignación en la región", dijo Richard Bernal, director general de la Maquinaria Regional de Negociación del Caribe (MRN), que coordina la posición regional en varios foros comerciales.

Marshall Hall, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Caribe, calificó el fallo de "desastre monumental para los países de África, el Caribe y el Pacífico".

La última propuesta de la UE a la OMC incluía, además del arancel único de 226 dólares por tonelada para los países latinoamericanos, una cuota libre de aranceles de 775.000 toneladas anuales para los países ACP.

Los proveedores latinoamericanos están sujetos en la UE a un arancel de 91,50 dólares por tonelada, mientras todas las importaciones de banano de la ACP ingresan al bloque sin pagar impuestos. En 2004, los 25 países de la UE importaron 3,87 millones de toneladas de banano.

"Es lamentable que los árbitros no utilicen esta oportunidad para aportar más claridad en cuanto a cómo se puede resolver esta disputa que lleva tanto tiempo", manifestó la Comisión Europea en una declaración.

Mariann Fischer Boel, comisaria de la UE para el Desarrollo Agrícola y Rural, dijo que su organización estaba "sorprendida y desilusionada" de que los árbitros no respaldaran su propuesta.

"Creímos que el sistema que propusimos habría mantenido un acceso justo a nuestros mercados. Calculamos el arancel de manera neutral y transparente, basándonos sobre un análisis legal y económico completo. Ahora estudiaremos cuidadosamente la decisión antes de decidir cómo proceder", dijo.

Los estados caribeños alegan que por ahora la mejor solución posible es postergar el establecimiento del arancel único, dejando pendiente un compromiso que permitiría a todos los proveedores seguir exportando.

"A menos que se encuentre una solución en las próximas semanas, las consecuencias para las Islas Windward (Dominica, Granada, Santa Lucía y San Vicente y Granadinas) serán particularmente serias, dado que gozan de preferencias ", dijo Gonsalves.

La Asociación de Agricultores de las Islas Windward (Winfa, por sus siglas en inglés) estuvo de acuerdo, urgiendo a los gobiernos de la región a actuar con rapidez.

"Notamos que todavía hay puntos de vista divergentes. Lo más prudente sería que todas las partes acuerden una extensión del actual sistema por un periodo para negociar un régimen de importaciones aceptable ", dijo el coordinador de Winfa, Renwick Rose.

Rose advirtió que se deben extremar esfuerzos para impedir un colapso de los precios, que perjudicaría tanto a los productores caribeños como a los latinoamericanos.

"Urgimos a todos los agricultores a no perder la fe, a perseguir nuestros objetivos de producción y de calidad y a presionar a sus respectivos gobiernos a hacer todo lo que esté en su poder para defender los intereses y modos de ganarse la vida", agregó Rose.

La Compañía de Desarrollo y Exportación de Banano de las Islas Windward también exigió la extensión del actual sistema "por un periodo suficiente, para habilitar a las partes a acordar un marco temporal adecuado para la introducción de un régimen de importaciones de arancel único".

"Esta es la única opción viable para mantener la estabilidad del mercado y el acceso de los proveedores" de los países ACP y de América Latina "en los niveles actuales", dijo la compañía.

El ministro de Asuntos Exteriores de Santa Lucía, Petrus Compton, aprovechará la visita que realizará al Caribe esta semana John Tsang, presidente de la sexta conferencia ministerial de la OMC, que se celebrará en Hong Kong del 13 al 18 de diciembre, para delinear las preocupaciones de la región en torno del banano.

Compton dijo que algunos de los países más pequeños y vulnerables del Caribe ahora deben resignarse al mandato de la OMC, "que amenaza con debilitar el medio de vida de decenas de miles de personas".

"En efecto, el mandato expone al comercio de banano del Caribe a nuevas incertidumbres, en un momento en que las preferencias bajan. Se debe encontrar una solución, y rápidamente", afirmó.

Compton urgió a Europa a negociar con los proveedores latinoamericanos y de los países ACP "para llegar a una solución satisfactoria y justa para ambos".

"Esa solución debe dar estabilidad al mercado", dijo Compton. "El Caribe espera que la UE honre sus compromisos en lo que refiere al acceso de los países ACP al mercado europeo, según el Acuerdo de Asociación de Cotonou", convenio de asistencia al desarrollo firmado en 2000 entre los países ACP y el bloque europeo.

"Las preferencias tienen una importancia vital para países pequeños y vulnerables como Santa Lucía, aunque tuvieron una recepción hostil en la OMC. Estas preferencias no dañan a nadie. El Caribe no tiene el deseo ni la capacidad de dañar los intereses comerciales de los exportadores latinoamericanos ni de ningún otro", aseguró Compton.

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