Delegados del gobierno de Rusia no mostraron ningún apuro para unirse a la Organización Mundial del Comercio (OMC) al inicio este lunes de la reunión del Foro Económico Mundial en esta ciudad.
"La OMC no es un objetivo en sí mismo. No es una rápida admisión lo que nos preocupa. Nos integraremos a la organización cuando los términos de nuestra membresía reflejen plenamente los intereses económicos de Rusia", dijo a IPS el portavoz gubernamental Alexander Yakovenko.
Unos 250 representantes de gobierno, empresarios y académicos de todo el mundo participan este lunes y el martes del Foro Económico Mundial en Rusia, reunión destinada a evaluar la economía de este país con miras a su ingreso a la OMC y preparar a Moscú para asumir el año próximo la presidencia del Grupo de los Ocho países más poderosos.
Para acceder a la organización comercial multilateral, las naciones candidatas deben negociar acuerdos individuales con cada uno de sus 148 miembros.
"Las conversaciones terminaron y se firmaron protocolos con 19 países miembros de la OMC sobre el acceso a nuestro mercado de materias primas, y con otros 13 sobre servicios", detalló Yakovenko.
"El grupo de trabajo lleva adelante un intenso esfuerzo para elaborar el informe final, que establecerá nuestras obligaciones bajo todo los acuerdos. Pero no es ningún secreto que los asuntos más difíciles todavía no han sido resueltos", admitió.
Aún no hay acuerdos sobre las tasas de importación en áreas importantes como la industria automovilística y aeronáutica, los términos para la instalación de bancos extranjeros y el acceso de las compañías aseguradoras al mercado ruso.
También hay diferencias sobre regulaciones aduaneras, controles veterinarios, protección de la propiedad intelectual y regulaciones del mercado farmacéutico.
Los principales obstáculos se encuentran en las negociaciones con Estados Unidos.
En los temas difíciles "no hay atajos", sostuvo el embajador de Estados Unidos en Rusia, William Burns, en una reunión con empresarios rusos y estadounidenses.
"La aplicación de los derechos de propiedad intelectual y otros asuntos están todavía sobre la mesa de negociaciones", indicó.
"Ese proceso no se hará de la noche a la mañana, ni fácilmente. Será una lucha para por lo menos una generación de rusos, y no habrá pocos desafíos en el camino", alertó.
Los últimos pasos en Rusia para defender los derechos de propiedad intelectual demostraron que las autoridades de ese país reconocen a la piratería como una amenaza no sólo para las firmas extranjeras sino también para las industrias rusas que luchan contra la competencia exterior.
Moscú está en especial preocupado por su sector agrícola. El acceso a la OMC podría reducir la competitividad de los productores rurales rusos en el comercio exterior, advirtió el vicepresidente de la Academia Rusa de Agricultura, Ivan Ushachev.
"La OMC no está interesada en las consecuencias sociales y económicas de esta expansión al mercado de una nación específica", dijo Ushachev.
Rusia pierde 3.300 millones de dólares al año por el desequilibrio en el comercio internacional de productos agrícolas, señaló.
La liberalización del mercado agrícola en cumplimiento de las obligaciones de la OMC reducirá la parte de Rusia en las exportaciones mundiales de 1,3 a uno por ciento, y aumentará las importaciones de 1,9 a 2,3 por ciento, subrayó.
Pese a estos obstáculos, "esperamos que se lleven adelante rápidas negociaciones con esos países y se llegue a un acuerdo para que Rusia ingrese a la OMC la próxima primavera" boreal, dijo a IPS el portavoz del grupo de trabajo Maxim Medvedkov.