La fiebre aftosa sumió en la incertidumbre y la preocupación a los poco más de 11.000 habitantes del municipio brasileño de Eldorado. El frigorífico local paralizó sus actividades, adelantó las vacaciones de sus 600 trabajadores y despidió al personal a prueba.
Los pequeños ganaderos, además, están tirando la leche que no logran consumir ante la imposibilidad de venderla, en un municipio que produce en promedio 11.500 litros por día. El comercio local también empieza a decaer ante la ausencia de clientes.
Este complicado cuadro socioeconómico fue descrito a IPS por Marta Maria de Araujo, gerente general de la alcaldía de Eldorado. El primer foco de esta enfermedad del ganado se confirmó el 8 de este mes en la hacienda Vezozzo, donde se sacrificaron sus 582 vacunos y algunos otros animales.
Eldorado queda en el sur del estado de Mato Grosso del Sur, en el sudoeste de Brasil, y su economía depende totalmente de la ganadería. Las estadísticas oficiales apuntan que existen 10 bovinos por cada habitante.
Un tercio de la población de la zona vive directa o indirectamente del frigorífico, observó Tereza Cristina da Costa, directora de la Federación de la Agricultura y Ganadería de Mato Grosso del Sur (Famasul).
Tres nuevos focos de aftosa fueron confirmados el lunes en Eldorado y en el vecino municipio de Japorán, mientras otros dos casos todavía están en análisis.
Así, Eldorado y otros cuatro municipios, todos cercanos a la frontera con Paraguay, están bajo interdicción, con prohibición de desplazar a los animales, en un intento de impedir la expansión del virus.
Las medidas sanitarias también incluyeron la orden de sacrificar 4.645 vacunos y 202 ovinos, caprinos y porcinos en cuatro propiedades en las que se identificaron 120 animales enfermos. Los ganaderos de Japorán, empero, se resisten a la matanza, reclamando garantías previas de indemnización gubernamental.
Pero no sólo estos cinco municipios sufren los efectos de la fiebre aftosa. Los demás estados brasileños suspendieron la compra de todas las carnes y ganado en pie de Mato Grosso del Sur, que el que más sufre por el embargo a las exportaciones brasileñas ya adoptado por más de 40 países.
Rusia, por ejemplo, sólo rechaza el producto del estado afectado, mientras sigue comprando carnes del resto de Brasil. Otros mercados vedaron el ingreso de más estados o directamente de todo el país.
Las consecuencias económicas son terribles para Mato Grosso del Sur, porque la ganadería responde por un tercio de su producto interno bruto y toda la cadena productiva de carnes está paralizada, comentó Da Costa a IPS.
Existe en este estado 34 frigoríficos que emplean entre 700 a 1.500 trabajadores cada uno, a la par de que cuenta con el mayor rebaño vacuno del país, con más de 25 millones de reses, y destina 47 por ciento de su producción a la venta fuera de Brasil.
También provee mucho ganado en pie a estados vecinos, como Sao Paulo, que es el mayor exportador brasileño.
Por eso también enfrentan dificultades los frigoríficos paulistas, que ya enviaron 2.000 trabajadores a vacaciones adelantadas y amenazan despedir a 30 por ciento de sus 70.000 empleados.
La situación en Mato Grosso del Sur es dramática, porque al golpe sufrido ahora por la ganadería se deben sumar las cosechas frustradas en los dos últimos años, a causa de lluvias irregulares, se lamentó Auro Otsubo, de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
La soja, que junto con la carne es fuente importante de ingresos para Mato Grosso del Sur, también fue afectada por la caída de los precios en el mercado internacional, acotó.
A todo esto contribuye de modo negativo la moneda nacional sobrevaluada respecto del dólar por la política monetaria seguida por el Banco Central, que ha hecho perder competitividad y bajar las remuneraciones locales de esos productos de exportación.
En Eldorado hay agricultores que perdieron "más de 70 por ciento, hasta 100 por ciento" de su siembra del último verano, ya sea de soja, maíz y algodón, debido al fuerte estiaje, señaló Araujo.
La agricultura del estado "vive su peor momento en los últimos 10 años" y la ganadería en particular una situación "inesperada y frustrante", pues dispone de "organismos ejemplares" en materia de control de sanidad animal y se vacuna todo el ganado, sostuvo da Costa, que es agrónoma y ganadera.
Las sospechas de que el virus de la aftosa en ese caso ingresó de Paraguay surgen porque en los brotes anteriores registrados a fines de los años 90 también fue en municipios de la frontera con ese país.
También trascendieron rumores a la prensa de que la causa del rebrote sean que brasileños adquieren vacunos más baratas, por tanto de menor calidad, en el país vecino.
El virus que provocó los actuales focos ya existe hace mucho en América del Sur y, por ende, las vacunas usadas son eficaces, según el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa). Una hipótesis por tanto es que hubo mala conservación o aplicación de vacunas.
Según Panaftosa, esta fiebre es una enfermedad viral que rara vez ataca a los seres humanos, pero causa fiebre, malestar y lesiones dolorosas en el ganado vacuno, ovino, porcino y de otro tipo, utilizado para la alimentación. En animales jóvenes, puede ser mortal, mientras que los demás sufren de pérdida de peso, retraso en el crecimiento y disminución de la lactancia.
Brasil logró ante las autoridades sanitarias mundiales dividir el país en varias zonas, de manera que el brote que aparezca en una parte del territorio puede no afectar las exportaciones de otras zonas. De cualquier modo, depende de las reacciones de cada mercado.
La Unión Europea, por ejemplo, embargó la carne de Mato Grosso del Sur, Sao Paulo y Paraná, los estados que concentran las ventas al exterior del gigante país sudamericano.
La mayor parte de Brasil es considerada libre de la fiebre con vacunación, pero hay extensas áreas en el norte no liberadas del virus y donde el control del tránsito de animales es difícil.
Sin embargo, la situación mejoró mucho en las dos últimas décadas de combate contra la enfermedad. Hace más de 20 años se llegó a registrar 8.000 focos en el país.