Los precios del petróleo cerraron este viernes al alza, al constatar los mercados que demorará en recuperarse una parte de la producción afectada por el huracán Katrina en la costa estadounidense del golfo de México, pero al cabo de una semana de reflujo por las medidas adoptadas ante la emergencia.
El crudo dulce ligero estadounidense, West Texas Intermediate (WTI) ganó durante la jornada en el mercado de Nueva York 41 centavos de dólar por barril de 159 litros, y cerró a 64,90 dólares la unidad, casi seis dólares bajo el récord de 70,85 dólares que alcanzó el 29 de agosto.
En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, de referencia europea, avanzó 54 centavos por barril sobre las cotizaciones del jueves y se vendió a 63,62 dólares la unidad.
Los promedios semanales fueron de 65,99 dólares para el barril de WTI, 64,31 dólares para el Brent y 58,98 dólares para la cesta de 11 crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
"Los precios bajaron ante las perspectivas de recuperación de la industria energética de Estados Unidos, y por la decisión de los países industrializados de sacar crudo de sus reservas estratégicas", dijo el despacho venezolano en su informe semanal.
La mayoría de las 700 plataformas petroleras en el Golfo de México cerradas ante el paso de Katrina volvían a la producción, y otro tanto ocurría en la decena de refinerías que interrumpieron la manufactura de derivados.
Sin embargo, todavía este viernes el área por donde pasó Katrina extraía apenas la mitad de los 1,5 millones de barriles de crudo que habitualmente produce, y las cuatro refinerías que demorarán meses en reanudar operaciones, más las que aún no trabajan a plena capacidad, dejaban de destilar 1,1 millones de barriles diarios.
Aunque los precios reflejan las dificultades del mercado petrolero, "el problema está aguas abajo, en la disponibilidad de gasolina y diesel", dijo el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.
En Estados Unidos, por ejemplo, los inventarios comerciales de crudo suman 315 millones de barriles (para 16 días de consumo), 13 por ciento más que el stock de un año atrás, cuando el petróleo era 34 por ciento más barato.
Las existencias estadounidenses de gasolina, de 190 millones de barriles, bajaron 4,3 millones de barriles en la semana que siguió al paso de Katrina, y son 9 por ciento menores que un año atrás, pero el precio minorista, de 3,07 dólares el galón en promedio, está 120 por ciento sobre los valores de septiembre de 2004.
Esa situación modera el impacto de las medidas adoptadas o anunciadas para compensar las carencias del mercado tras el paso de Katrina.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), de 26 países industrializados, decidió que durante septiembre sacaría de sus reservas dos millones de barriles diarios de petróleo para compensar la merma en el golfo de México.
El gobierno estadounidense, que tiene 700 millones de barriles en reservas estratégicas, decidió poner 30 millones de barriles a disposición de sus refinadoras, para compensar la escasez de la materia prima y contener el alza de precios.
También la OPEP estudiará en su reunión del día 19 aumentar en 500.000 o un millón de barriles por día su oferta de crudo, dijo el ministro kuwaití y presidente de la Organización, Ahmad al-Sabah.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y entrega unos 30,5 millones de barriles diarios de los 84,9 millones de unidades producidas en agosto en todo el mundo, según la AIE.
Pero el mundo no sólo tiene suficiente petróleo para su demanda actual, de 83,5 millones de barriles por día, sino que los nuevos crudos que entregarían Arabia Saudita y en menor medida otros socios de la OPEP son sobre todo pesados y ácidos, los menos apetecidos por las refinerías en su afán por producir la codiciada gasolina.
"Más importante que disponer de crudos es disponer de productos, y un aumento de la producción OPEP no hará una diferencia en los precios", dijo Ramírez.
La cuestión del combustible caro y su impacto sobre el crecimiento de la economía mundial era examinado, por separado, por ministros de finanzas europeos reunidos en Manchester (Gran Bretaña) y por el Foro de Cooperación Asia-Pacífico en Seúl.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, manifestó su rechazo a disminuir la carga fiscal sobre el consumo de petróleo pues "puede acarrear distorsiones a la competencia" y estimular un mayor consumo, cuando se busca el efecto contrario.
Pero en Bélgica, por ejemplo, el gobierno debió adoptar algunas medidas para aliviar la carga de la factura petrolera sobre los transportistas que, aún insatisfechos, amenazan con llegar a Bruselas en señal de protesta este lunes.
Al otro lado del Atlántico, en Honduras, el Congreso legislativo derogó —por aclamación de los 128 diputados de todos los partidos— un alza reciente de 15 por ciento en los precios de los combustibles, luego de dos días de protestas de los transportistas, y el galón (3,8 litros) de gasolina costará nuevamente entre 3,52 y 3,57 dólares.
Los países centroamericanos quieren negociar con Venezuela el suministro de petróleo a precios preferenciales, pero Caracas, aunque abierta al diálogo, mantiene su esquema de sostener los precios aunque financie parte de la factura.
Incluso territorios no independientes, como Puerto Rico, parte de Estados Unidos, y Aruba, enclave holandés, quieren materializar acuerdos como los que Venezuela ha tejido con varios de sus vecinos caribeños.
En el mundo de las empresas, las más afectadas son las de aviación civil, y la asociación internacional que las agrupa (IATA, por sus siglas en inglés) estima que el conjunto arrojará este año pérdidas por 6.000 millones de dólares.
En cambio, las corporaciones petroleras ven sus arcas repletas: sólo las cinco grandes, ExxonMobil y Chevron (estadounidenses), Shell (británica-holandesa), British Petroleum (británica) y Total (francesa) ganaron en el primer semestre de este año 53.000 millones de dólares, y posiblemente cerrarán 2005 con ganancias superiores a 100.000 millones. (