Miles de inmigrantes latinoamericanos en el sudeste de Estados Unidos damnificados por el huracán Katrina huyen ahora de Rita, mientras activistas demandan al gobierno protección especial para ellos, pues por temor a ser expulsados muchos no piden ayuda.
Katrina dejó unos 300.000 damnificados "latinos" (palabra que alude a la ascendencia latinoamericana) y, por lo "que sabemos, al menos dos de los que solicitaron asistencia fueron ya detenidos por no tener documentos" para residir en el país, dijo a IPS Maricel García, portavoz de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (Nalacc).
Aunque el gobierno estadounidense de George W. Bush afirma que entrega ayuda humanitaria sin consideran el estatus migratorio, "otra cosa es la que está sucediendo en los hechos, lo que es terrible", señaló García vía telefónica desde la ciudad de Chicago, en la zona central de ese país.
Nalacc y otras 60 organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes latinoamericanos reclaman que Washington entregue a los damnificados por el huracán Katrina, que no accedieron a la documentación requerida o las perdieron, un estatus migratorio humanitario, que les permitiría recibir ayuda y radicarse sin mayores limitaciones.
También se considera pedir esa condición para quienes pudieran resultar afectados ahora por Rita, otro huracán que se formó a comienzos de esta semana al norte de la isla La Española y este miércoles se mantenía en ruta por el golfo de México hacia el meridional estado estadounidense de Texas, donde se calcula viven seis millones de personas con origen en América Latina y el Caribe.
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Según los reportes meteorológicos, Rita, que podría golpear a Texas este sábado, avanza con similar fuerza destructora que Katrina, que el mes pasado devastó parte de los vecinos estados de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, dejando a su paso casi 1.000 personas muertas.
"Hoy la movilización y los desalojos son aquí intensos, incluyendo a muchos de los damnificados de Katrina que aún estaban en refugios", señaló a IPS desde Houston, en Texas, Nelson Reyes, director del Centro de Recursos Centro Americanos (Carecen), organización no gubernamental que trabaja con inmigrantes.
Las autoridades locales de Houston ordenaron este miércoles evacuaciones en varias zonas de la ciudad, que tiene alrededor de dos millones de habitantes, una tercera parte de las cuales son de origen latinoamericano.
"Nos llueve sobre mojado y otra vez los más afectados serán los inmigrantes latinos", se lamentó Reyes, un salvadoreño que vive en Estados Unidos desde hace 16 años.
"Katrina confirmó que los inmigrantes son los más vulnerables, pues a las pérdidas que sufrieron por el huracán se agregó su condición de indocumentados", dijo el director del Carecen.
Cifras oficiales indican que Katrina afectó a 34.242 inmigrantes naturalizados, otros 71.992 inmigrantes con diversos tipos de visa y una cantidad indeterminada de personas sin documentos migratorios.
García, la portavoz de Nalacc, calcula que los inmigrantes procedentes de América Latina y el Caribe que resultaron afectados por este desastre natural alcanzan a 300.000, la mayoría de ellos mexicanos y hondureños. "Es difícil saber el número exacto, pues se esconden, se hacen invisibles por el temor que tienen a ser deportados", sostuvo.
Datos de la estatal Oficina del Censo de Estados Unidos indican que la comunidad latinoamericana en Estados Unidos es de 39,9 millones de personas, la mayoría mexicanas, en una población total de 290,8 millones. Unos cinco millones de ellas no tienen residencia legal.
La posibilidad de que se entregue un estatus humanitario a los damnificados por Katrina dependerá "de hasta dónde estén dispuestos" el gobierno y el Congreso legislativo a "dejar de lado su actual hipocresía" en materia migratoria, declaró Reyes.
"Por un lado dicen que la ayuda humanitaria está extendida a todos los damnificados, sin importar su condición migratoria, pero por otro a los 'latinos' los registran, interrogan y hay evidencias de que hasta los podrían expulsar", anotó.
García afirmó que al menos dos inmigrantes damnificados fueron ya detenidos, pero advirtió que "quizá hay muchos más".
Portavoces de la Administración Federal para la Gestión de Emergencias y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos aseguraron que la ayuda a los damnificados no considera su calidad migratoria.
Sin embargo, aclararon que quienes no residen de manera legal en Estados Unidos no pueden recibir apoyo en dinero efectivo, aunque si alimentos, albergue temporal y ayuda médica y psicológica.
Pero los inmigrantes desconfían y por eso muchos no piden asistencia, se esconden o "viajan temerosos por el país buscando a familiares o amigos que los ayuden", dijo el director de Carecen.
"Los latinos llegamos a este país en busca de las oportunidades que no hay en nuestras tierras, pero terminamos sufriendo mucho y pagando un derecho de piso muy alto", añadió.
