La Cumbre Mundial de la ONU a la que asistirán 175 jefes de Estado y de gobierno se inauguró este miércoles en la sede del foro mundial en Nueva York, con el predecible galimatías político y algunos fuegos artificiales.
Y los encargados de las detonaciones no fueron las delegaciones oficiales, sino los representantes de organizaciones no gubernamentales y agencias de asistencia presentes en la magna reunión.
La virtual unanimidad de esas instituciones rechazaron el proyecto de declaración final de la Cumbre, de 35 páginas, cuya firma por parte de los líderes mundiales está prevista para el viernes.
La reunión resultará un "petardo mojado", advirtieron. Quienes dicen esto consideran que no se cumplirán las grandes expectativas que millones de personas cifraban en la Cumbre.
"La Cumbre no tiene rescate posible. El texto es un plomazo", dijo a IPS Jim Paul, director ejecutivo de la institución Global Policy Forum, que concentra sus actividades en el análisis de los acontecimientos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
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El proyecto de declaración final, que tiene el ambicioso objetivo de delinear la agenda política y económica del siglo XXI —como lo proclamó el secretario general de la ONU, Kofi Annan— es "débil y lleno de perogrulladas y generalidades".
"En general, parece un paso atrás respecto de la Cumbre del Milenio", en que los jefes de Estado y de gobierno adoptaron en 2000 los ocho Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Milenio.
Los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, establecidos en septiembre de 2000 en una reunión donde 189 líderes mundiales se comprometieron a cumplir con ellos antes de 2015.
Los Objetivos incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la mortalidad materna en tres cuartos.
También combatir la expansión del VIH/sida, la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
Nicola Reindrop, directora de la organización humanitaria Oxfam Internacional, también manifestó críticas. "Con excepción del acuerdo para frenar futuros genocidios, los líderes mundiales deberían avergonzarse de firmarlo", dijo a IPS.
"Queríamos una agenda audaz para atacar la pobreza. En cambio, tenemos un folleto para exhibir compromisos antiguos", agregó.
"Hay muy poco para celebrar" en el proyecto, aprobado por la Asamblea General el martes luego de varias sesiones maratónicas y que será firmado este viernes por los jefes de Estado y de gobierno.
"La única área en que los gobiernos parecen dispuestos a demostrar que son capaces de actuar con determinación es en la protección de proteger a los civiles" en zonas de guerra, sostuvo. "En cuanto a la lucha contra la pobreza, la Cumbre está en peligro de ser un retraso antes de comenzar."
Neil Watkins, coordinador nacional de la organización por la condonación de la deuda externa de los países pobres Jubilee USA Network, consideró que "a media que avanza la Cumbre, resulta claro que los gobernantes fracasaron en el intento de asumir el liderazgo audaz necesario para atender la crisis mundial de la pobreza".
"Esto es inaceptable. Más que retroceder, se necesitan pasos mucho más audaces", añadió.
Para alcanzar los Objetivos del Milenio en el plazo establecido, los líderes mundiales deberían adherir e ir más allá de los compromisos asumidos por el Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo en su cumbre de julio, según Watkins.
El Grupo de los Ocho se comprometió a aportar 50.000 millones de dólares por año en asistencia para la lucha contra la pobreza para 2010.
Un estudio citado por Watkins indica que al menos 62 países de bajo ingreso necesitan una cancelación lisa y llana de su deuda externa, además de mayor asistencia y justicia comercial, como primer paso hacia las metas del milenio. Pero, lamentó, en Nueva York no se firmará un compromiso en ese sentido.
"Los líderes estrellaron las esperanzas y despilfarraron oportunidades", dijo Kumi Naidoo, del Llamado Global a la Acción contra la Pobeza. "Una promesa vacía cuesta vidas", añadió.
En la conferencia de prensa que ofreció el martes, Annan puso un toque de optimismo respecto del documento. "Obviamente, no logramos todo lo que queríamos, pero con 191 países no es fácil alcanzar un acuerdo", dijo.
Uno de los retrocesos, según admitió Annan, fue la falta de compromisos en materia de no proliferación nuclear y desarme. "Es una verdadera desgracia", se lamentó.
En cuanto a la propuesta de una reestructura radical de la ONU, las propuestas de Annan fueron desechadas por países temerosos de que el secretario general estuviera intentando usurpar las funciones de la Asamblea General.
La representación venezolana se quejó de que el proyecto de documento final hubiera sido entregado a los delegados a último minuto y solo en inglés. Y la redacción, agregó, fue elaborada por un grupo de apenas 15 países.
El diario The New York Times acusó a Estados Unidos —y a su "notoriamente antidiplomático" embajador en la ONU, John Bolton— del fracaso inminente de la Cumbre.
El periódico acusó a Bolton de insistir en una lista muy extensa de demandas unilaterales.