EEUU: Política de visado cuesta miles de millones

La estricta política de visado de Estados Unidos amenaza la competitividad económica nacional y los objetivos de política exterior, advirtió un gabinete de expertos de Washington.

Un nuevo estudio del Instituto de Políticas de Migración (MPI), titulado "Fronteras seguras, puertas abiertas", culpa al gobierno por la falta de un plan estratégico para el programa de visas y la "nebulosa" coordinación entre el Departamento de Estado (cancillería) y el Departamento de Seguridad Interna, que provoca la duplicación de tareas y una mala distribución de la información.

Uno de los mayores desafíos del programa de visas será "contrarrestar la percepción internacional de que Estados Unidos se ha vuelto más hostil para los visitantes", aconseja el informe, lanzado en coincidencia con la reanudación de las sesiones del Congreso legislativo para lo que promete ser un acalorado debate sobre cómo proteger las fronteras nacionales.

"Las pérdidas del turismo y la industria han sido importantes en los últimos años. Las solicitudes de visa de no inmigrantes disminuyeron 35 por ciento entre 2001 y 2003, la inscripción de extranjeros en escuelas estadounidenses para el período 2003-2004 cayó por primera vez en tres décadas, y la cantidad de turistas que visitaron el país disminuyó en más de 10 millones de personas entre 2002 y 2003", observa el informe.

"También hay informes sobre la pérdida de miles de millones de dólares en inversión extranjera directa y en contratos de exportaciones estadounidenses", agrega.

La política de visas y de inmigración en general es para Washington un instrumento clave de seguridad nacional, en especial desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Un motivo de gran preocupación es el impacto de la estricta política de visas sobre la educación superior.

"No se trata sólo de un problema de visas, sino de acceso. Las innumerables barreras para que estudiantes extranjeros puedan estudiar aquí, tomadas en conjunto, representan un gran problema para nuestro país", advirtió Ursula Oaks, del Departamento de Políticas Públicas de la Asociación de Educadores Internacionales, en declaraciones a IPS.

Debra Stewart, presidenta del Consejo de Escuelas de Graduados, expresó preocupaciones similares en un simposio sobre el informe de MPI. Stewart consideró que las últimas estadísticas sobre el influjo de estudiantes extranjeros "son un recordatorio de la importancia de la política estadounidense de visas".

El año pasado, recordó, las solicitudes de graduados extranjeros para continuar sus estudios en Estados Unidos disminuyeron 28 por ciento, y en lo que va de este año, otro cinco por ciento. Y en los últimos tres años, la inscripción de estudiantes extranjeros por primera vez también se redujo.

"Dado que la inscripción de extranjeros en ingeniería se acerca a la mitad del total, y en ciencias físicas supera 40 por ciento, estas reducciones ponen en duda la capacidad de Estados Unidos de mantener su posición de liderazgo en estas áreas", advirtió Stewart.

El personal consular estadounidense "debe comprender mejor el mundo académico de Estados Unidos al que estudiantes extranjeros aspiran a entrar", exhortó. Stewart destacó recientes progresos en el proceso de visado, pero señaló que "persisten problemas que no se resuelven sólo con mayor eficiencia… sino que requieren una planificación estratégica de los propósitos mismos de la política de visado".

"La seguridad nacional de Estados Unidos, su seguridad intelectual y hasta su capacidad de competir dependen de eso", advirtió.

El informe de MPI, escrito por Stephen Yale-Loehr, Demetrios Papademetriou y Betsy Cooper, también pide al Congreso que establezca un proceso de evaluación que involucre a diferentes organismos para estudiar incidentes de admisión de personas que presentan riesgos de seguridad.

Aunque el Departamento de Estado "trabaja para corregir demoras causadas por controles adicionales y entrevistas obligatorias", todavía se precisan cambios "para hacer más transparente el proceso de solicitud, facilitar la reemisión de visas desde Estados Unidos y eximir de la entrevista a los viajeros que hayan recibido visas poco tiempo atrás", señala el estudio.

El informe recomienda "una lista de observación nacional e integrada, en constante revisión, además de un mejor sistema de comunicación entre agencias para compartir recomendaciones sobre seguridad".

Además, "el Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Interna y el FBI (Buró Federal de Investigaciones) deben acordar un sistema de impresiones digitales realmente compatible y adoptar normas que puedan utilizar agencias estadounidenses, junto con la creación de pasaportes biométricos de otros países", aconseja.

(FIN/IPS/traen-mlm/wf/ks/ip ed/05)

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