El desempleo y el subempleo arruinan el panorama económico de Asia, que suele exhibirse como un gran éxito por sus impresionantes cifras de crecimiento.
La falta de trabajo productivo y de salarios dignos son las causas fundamentales de que millones de asiáticos vivan en la pobreza absoluta, afirmó el Banco Asiático de Desarrollo en un nuevo informe.
"Las cifras de crecimiento del empleo han sido decepcionantes, aun en países que han podido alcanzar altas tasas de crecimiento productivo", comentó Ifzal Ali, economista jefe de la institución financiera, con sede en Manila.
Según Ali, los pobres de Asia permanecerán en la miseria debido a la falta de buenos empleos. "Existen muchas causas de la pobreza, pero en los últimos tiempos, en general, los pobres son pobres porque ganan muy poco por su trabajo", afirmó.
En la región de Asia-Pacífico hay cerca de 500 millones de personas desempleadas o subempleadas, en una fuerza laboral de 1.700 millones, dice el informe "Mercados de trabajo en Asia: Promoviendo el empleo pleno, productivo y decente", y publicado el martes.
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El documento identifica a India, Indonesia, Filipinas y Tailandia como ejemplos típicos de países afectados por la disminución o el estancamiento del empleo formal pese al crecimiento económico.
Las observaciones del Banco Asiático de Desarrollo coinciden con las realizadas en diciembre por la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (Cesap), una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Un caso estudiado fue Corea del Sur, que estaba entre las principales economías que ayudaron a asegurar que la región registrara este año un crecimiento de 6,2 por ciento, contra las predicciones de 3,5 por ciento para la economía mundial, pero aún con un desempleo ascendente.
Corea del Sur se apuntó un aumento de 3,2 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2003, y 5,2 por ciento en 2004. Pero el desempleo se elevó a 3,6 por ciento en 2004 y en 2002 había sido de 2,8 puntos porcentuales.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el extendido subempleo contribuye a elevar la falta de puestos de trabajo. "El subempleo no se calcula del modo correcto", dijo Ginette Forgues, especialista en estrategias para el trabajo decente en la división Asia-Pacífico de la agencia.
En muchos casos, la paga es muy baja pese a las largas horas trabajadas o los empleados "no reciben el monto mínimo requerido para no caer en la pobreza", agregó en entrevista con IPS. "Los buenos trabajos con una remuneración decente son esenciales para el alivio de la pobreza", sentenció.
El éxito de China ilustra este punto, dado que la cantidad de gente que vive en la indigencia (con menos de un dólar por día) pasó de 377 millones en 1990 a 173 millones en 2003.
Semejante logro, debido a los impresionantes grados de crecimiento del PIB chino en la última década, fue la razón principal de la drástica reducción de la pobreza en toda la región Asia-Pacífico, según el Banco Asiático de Desarrollo.
En sus "Indicadores Clave 2005", publicados esta semana, el banco destacó que la población indigente de la región se redujo de 922 millones en 1990 a 621 millones en 2003.
Pero la cantidad de personas que viven con menos de ese dólar representa casi un quinto de la población de Asia, sostiene el informe sobre los indicadores económicos, financieros y sociales.
La situación empeora cuando se considera a quienes viven con menos de dos dólares diarios, pobres a secas. Casi 1.870 millones de personas (alrededor de 57,4 por ciento de la población del continente) estaban en esas condiciones en 2003, dice el informe, que se basa en datos recabados hasta ese año.
Desde este punto de vista, Asia meridional continúa siendo el área más problemática. Mientras la subregión redujo porcentualmente la pobreza extrema (en 1990 más de 40 por ciento de los habitantes eran indigentes, y en 2003 esa proporción era de 29 por ciento), el continuo aumento de la población debilitó ese logro.
Por tanto, sólo 45 millones de personas dejaron de ser indigentes en Asia meridional.
De los 621 millones de indigentes de la región, 327 millones viven en India, 173 millones en China y 77 millones en otros países de Asia del sur.
El liderazgo de China ha impulsado al banco a predecir que, si la región sigue creciendo, la cantidad de indigentes "caería a 108 millones en 2015".
Ese hito significaría que la región está en el camino de lograr el primero de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio con los que se comprometieron los gobiernos: reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas que en 1990 vivía con menos de un dólar por día.
Los otros siete objetivos, aprobados por los gobiernos en una cumbre especial de la ONU en 2000, incluían lograr la educación primaria universal, reducir la mortalidad infantil y detener la propagación de enfermedades mortales como el sida, la tuberculosis y la malaria.
Para cumplir con eso, los países asiáticos no pueden ignorar el trabajo. "La mayoría de los pobres y subempleados de Asia viven en áreas rurales o actúan en sectores urbanos informales", señaló Ali.
"El desafío laboral más urgente que enfrentan los gobiernos es aumentar las oportunidades para que estas personas se comprometan con un trabajo productivo y ganen un salario decente".