El libreto del acto final de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) comenzará a escribirse el 19 de septiembre en esta ciudad suiza, con la participación de un elenco integrado, por primera vez en la escena internacional, por actores de extracción diferente: gobiernos, empresas y sociedad civil.
En esa peculiaridad estriban las diferencias que impiden la redacción de un texto consensuado, que deberá llevar la firma de los jefes de Estado y de gobierno asistentes a la segunda fase de la CMSI, del 16 al 18 de noviembre, en Túnez.
Toda la trama de esta conferencia internacional gira en torno a los desafíos creados por la sociedad de la información, referidos al futuro de Internet y en especial a la brecha entre países pobres y ricos en el empleo de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones.
Los empresarios y algunos gobiernos, en particular el de Estados Unidos, defienden el mantenimiento del actual régimen de manejo de Internet, ejercido hasta ahora casi totalmente por el sector privado y por el gobierno estadounidense.
La industria, que controla y gana dinero con el sistema vigente, quiere conservarlo como está, y en la misma posición se sitúa Estados Unidos, describió José Marcos Nogueira Viana, representante de Brasil.
La gran mayoría de los países en desarrollo aspiran por el contrario a una reforma del gobierno de Internet, mientras que las organizaciones de la sociedad civil comparten esa postura aunque discrepan con los modelos de recambio propuestos.
Este tema, denominado "la gobernanza de Internet", acaparará en Ginebra, del 19 al 30 de este mes, las sesiones del último comité preparatorio de la cumbre de Túnez. Desde su creación, en el decenio de 1960, la expansión de la red mundial de computadoras no ha cesado y abarca en la actualidad a unos 1.000 millones de usuarios.
La cuestión de la gobernanza de Internet incluye también aspectos como las disposiciones de seguimiento que se establecerán para controlar el cumplimiento de las resoluciones de Túnez y las adoptadas en la primera fase de la CMSI, celebrada en Ginebra en diciembre de 2003.
Un grupo de trabajo creado especialmente por Kofi Annan, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), precisó el significado de la gobernanza de Internet en su informe final de julio pasado.
Según ese grupo, la gobernanza de Internet es el desarrollo y la aplicación por los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil de principios, normas, reglas, procedimientos de adopción de decisiones y programas comunes que configuran la evolución y la utilización de la red, dijo.
Pero el texto estableció una aclaración significativa porque delimitó las acciones de esos tres sectores, estatal, privado y no gubernamental, "a las funciones que respectivamente les competen".
Esa mención, sostenida por una gran mayoría de los gobiernos, pretende en apariencia poner un límite a esta primera experiencia de una conferencia de la ONU verdaderamente tripartita.
La sociedad civil lamentó sin embargo que el guión preparado por el grupo de trabajo atribuyera papeles ambiguos a las organizaciones no gubernamentales y al sector privado, con relación a las partes asignadas a los gobiernos.
Viana dijo que no se oponen a los observadores, en referencia a la sociedad civil y a los empresarios. Pero hay un momento en que solamente los gobiernos toman las decisiones, enfatizó. Brasil y Estados Unidos tienen un sistema de audiencias para consultar a la sociedad, pero luego el gobierno decide por decreto o por una ley parlamentaria, argumentó.
El representante brasileño observó que la brecha digital de la sociedad de la información presenta dos facetas: las desigualdades financieras, que impiden establecer conexiones y comprar computadoras en los países pobres, y la desigualdad política, por la incapacidad de esos países para intervenir en la toma de decisiones sobre Internet.
Durante la primera fase de la Cumbre se decidió someter a estudio la posibilidad de obtener recursos para financiar la incorporación de tecnologías de la información y de las comunicaciones en los países en desarrollo.
"Pero estadounidenses y japoneses dijeron que no, no hay plata para eso", según Viana. Cada uno se arregla como puede, agregó.
La única opción de financiamiento surgió de una iniciativa del presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, quien encontró eco en autoridades municipales de algunas ciudades, con Lyon y Ginebra a la cabeza, para crear un "fondo de solidaridad digital".
"Esa es la única iniciativa para ayudar a las municipalidades, pero en el plano mundial no hay nada porque los países donantes no tienen interés", insistió Viana.
El otro aspecto de la polémica digital se enfoca en el poder que ejercen el sector privado y el gobierno de Estados Unidos en la conducción de Internet.
Un organismo privado sin fines de lucro, la Corporación para la Asignación de Nombres y Números de Internet, conocida por la sigla en inglés ICANN y con sede en Estados Unidos, se ocupa en forma exclusiva de las cuestiones de los nombres y las direcciones de Internet, por ejemplo la asignación de nombres de dominio como .net, .edu o .com.
El grupo de trabajo creado por Annan dictaminó que "ningún gobierno debería tener un papel preeminente en la gobernanza de Internet en el plano internacional".
Sin embargo, un alto funcionario de la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información de Estados Unidos, Michael Gallagher, dio a entender que el gobierno de su país no acepta renunciar al control que ejerce sobre el núcleo de los recursos de Internet.
El bloque de organizaciones de la sociedad civil que actúa en la CMSI manifestó inquietud por la declaración de Gallagher. "Sus palabras indican que el control unilateral de Estados Unidos se mantendrá indefinidamente", afirmaron las organizaciones no gubernamentales.
Brasil, uno de los países más activos en el reclamo de democratización del gobierno de Internet, sostuvo que el episodio de la creación de un nombre de dominio genérico de primer nivel para sitios web de contenido pornográfico exclusivo para adultos, demostró el peso de Estados Unidos en Internet.
Las autoridades de la ICANN aceptaron dos meses atrás que todo estaba listo para el establecimiento de un nombre de dominio de esa clase, el .xxx, para sitios de características restringidas.
Vint Cerf, uno de los creadores de Internet y presidente de la junta de administración de ICANN, sostuvo en ese momento que todo estaba listo para el registro del nuevo nombre de dominio y que las únicas preocupaciones al respecto eran las técnicas, dijo Viana.
Los representantes brasileños replicaron que crear el nombre de dominio .xxx permitiría más tarde aceptar la inscripción de un nombre como .nazi. Los delegados de España argumentaron también que equivaldría a establecer el registro de .odio.
"La ICANN tiene la tendencia de adoptar decisiones políticas bajo criterios técnicos", afirmó Viana.
La ICANN solo aplazó la entrada en vigor del nuevo nombre .xxx hasta el 19 de septiembre porque el gobierno de Estados Unidos le envió una carta en la que le comunicaba que había recibido protestas de grupos religiosos estadounidenses por la creación de un espacio particular en Internet para contenidos pornográficos, según el representante brasileño.
"Eso prueba que hay un gobierno que controla todo el sistema", concluyó Viana.
+ Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) (http://www.itu.int/wsis/index-es.html)
+ Sitio de encuentro de la sociedad civil en la CMSI (http://www.wsis-cs.org/)
+ Corporación para la Asignación de Nombres y Números de Internet (http://www.icann.org/tr/spanish.html) (