El relleno sanitario Don Juanito se convirtió en 10 años en un completo parque ecológico de reciclaje de residuos, modelo en Colombia, donde sólo 40 por ciento de la basura domiciliaria recibe tratamiento adecuado.
Localizado en Villavicencio, capital del central departamento de Meta, este depósito recibe diariamente cerca de 300 toneladas de residuos que se procesan y se degradan, incorporándose al suelo. Con el paso de los años, el predio en el que se asienta se ha convertido en una hermosa pradera.
El relleno es de la empresa Bioagrícola del Llano, "que presta el servicio de aseo en sus componentes de barrido y limpieza de vías y áreas públicas, recolección y transporte y disposición final" en Villavicencio y varios municipios circundantes, dijo a Tierramérica su directora comercial, Patricia Díaz.
Antes de la disposición de residuos sólidos, se realizan estudios técnicos del suelo y obras civiles para evitar la contaminación del área circundante. Cada porción de terreno donde se depositan desechos es previamente impermeabilizada para evitar que los fluidos de la descomposición lleguen al suelo, el subsuelo y las fuentes de agua.
Los residuos son compactados para optimizar la utilización del espacio y, una vez completa y clausurada cada zona, se planta sobre ella vegetación para convertirla en praderas y jardines.
"Este relleno sanitario es una obra que la comunidad apoya por sus resultados" y su objetivo es brindar la imagen de que, manejado técnica y ambientalmente "puede convertirse en un ecosistema benéfico para la población", afirmó Díaz.
Diariamente se programan dos visitas guiadas con ambientalistas por el Parque Ecológico Reciclante en que se ha convertido el relleno sanitario.
El recorrido se inicia en el área donde se encuentran diferentes especies de bambú japonés (Phyllostachys aurea) y de guadua (Angustifolia kunth), del género de bambúes espinosos de América, que según las guías son muy útiles para proteger las reservas de agua.
El parque cuenta también con una laguna artificial a pocos metros de una zona clausurada de disposición de residuos recogidos en la ciudad en años anteriores.
En la laguna y sus alrededores cohabitan ejemplares de fauna nativa y exótica que han llegado atraídos por la exuberante vegetación, producto del proceso de compensación ambiental llevado a cabo.
"Sus jardines y senderos invitan al descanso y demuestran que de la basura también pueden salir cosas bellas", dijo a Tierramérica Ana Jiménez, estudiante universitaria y una de las más de 20.000 personas que han visitado el parque en los últimos tres años.
Para la ministra de Medio Ambiente, Sandra Suárez, este tipo de iniciativas "constituye un modelo para mostrarle al país y un ejemplo que se espera sea multiplicado" en otras regiones.
La funcionaria escogió Don Juanito como escenario para el lanzamiento en julio del programa gubernamental "Colombia sin botaderos a cielo abierto", con el que se busca enfrentar el problema de la disposición final de residuos sólidos, que según algunos analistas está a punto de colapsar.
El programa intenta acompañar a los municipios en el proceso de cierre de vertederos a cielo abierto, conocidos como "basureros" y su conversión en rellenos sanitarios.
Según la autoridad ambiental, el país produce 27.300 toneladas de basura diarias, de las cuales 65 por ciento son residuos orgánicos y 35 por ciento inorgánicos. Sólo 40 por ciento tiene un manejo adecuado, 50 por ciento es tratado de forma indebida y 10 por ciento es recuperado mediante al reciclaje.
El procurador Edgardo Maya calificó en un informe de junio de 2004 como "un atentado a la salud pública" la crisis sanitaria colombiana por la disposición no apropiada de sus residuos.
En su informe, el jefe del organismo de control señaló a alcaldes y autoridades ambientales como responsables de la emergencia, por omitir el cumplimiento de normas vigentes.
El documento presentaba resultados de un estudio coordinado por la delegada para Asuntos Ambientales y Agrarios en 194 municipios, incluidas 28 capitales de departamento, con una población de 29 millones de personas.
De acuerdo con el estudio, 41,4 por ciento de los municipios incluidos en la muestra operaban sin contar con licencia ambiental o plan de manejo de los vertederos, violando leyes según las cuales toda actividad que deteriore los recursos naturales o introduzca modificaciones considerables al paisaje o al ambiente, requiere de autorización.
* La autora es colaboradora de Tierramérica. Publicado originalmente el 24 de septiembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (