SRI LANKA: Noruega responsabilizada del magnicidio

Noruega, promotor del proceso de paz en Sri Lanka, deberá aceptar cierta responsabilidad por el asesinato del canciller srilankés Lakshman Kadirgamar en caso de que sus autores sean insurgentes de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE).

Medios de prensa de Asia meridional y sudoriental se encargaron de recordar a Oslo que abrieron una carta de crédito demasiado amplia a los Tigres, lo que abrió paso al crimen del viernes.

”Noruega, como impulsor de la paz, tiene mucho de qué responder. Desde el comienzo, defendió un acercamiento 'suave' a los Tigres, pues aseguraba que habían cambiado sus manchas. El asesinato del señor Kadirgamar es un trágico recordatorio de que eso estaba lejos de la verdad”, indicó este lunes el diario indio The Hindu en su editorial.

Sus sangrientos antecedentes convierten a los Tigres en obvios sospechosos, según el periódico Bangkok Post, de la capital de Tailandia. A pesar de que hablaban de paz con el gobierno srilankés, ”detrás de la escena, habían hallado difícil o imposible diluir su estrategia violenta y terrorista”, agregó.

Kadirgamar era un tamil cristiano —la mayoría son hindúes— a cuya prédica los Tigres responsabilizaban de la proscripción de su organización en Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países occidentales.
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La aparición de tantos dedos acusatorios no es producto de la casualidad. LTTE cometió más de 3.000 violaciones al cese del fuego desde la tregua acordada en febrero de 2002 con el gobierno de Sri Lanka, que, en contraste, es responsable de 133.

Entre esas violaciones, según la misión internacional que controla el cese del fuego, figuran el reclutamiento y secuestro de niños y adultos e intimidación, extorsión y hostigamiento contra civiles del norte y el este de Sri Lanka, donde LTTE pretende establecer un estado independiente.

El reclutamiento de niños ha sido la más frecuente de esas violaciones (1.624 casos), seguido del secuestro de adultos, con 493. Asimismo, se registraron 13 asesinatos y 54 ”provocaciones” a manos de los Tigres, según la misión.

Un francotirador le disparó el viernes a Kadirgamar al salir de la piscina de su casa.

Este lunes, el cuerpo del canciller recibió honores de dignatarios nacionales y extranjeros y otras personalidades en su domicilio, antes de ser llevado a la Plaza de la Independencia para su cremación.

La presidenta Chandrika Kumaratunga declaró el estado de emergencia tras acusar a los Tigres del asesinato de Kadirgamar.

Los insurgentes negaron cualquier responsabilidad en el atentado. S.P. Tamilselvan, jefe del ala política de los Tigres, criticó duramente al gobierno por apresurarse a acusar a su grupo y responsabilizó, a su vez, al ejército de Sri Lanka.

LTTE ha aprovechado el cese del fuego para perseguir a sus críticos. En julio, la organización recurrió a un suicida cargado de explosivos para atentar contra la vida de un ministro, Douglas Devanada, quien sobrevivió.

Kadirgamar era un fuerte crítico de los insurgentes. En círculos políticos y de inteligencia de Asia meridional se sabía desde hacía mucho tiempo que era un hombre marcado.

Su asesinato, en caso de confirmarse la autoría de los Tigres, demostraría la debilidad del acuerdo patrocinado por Noruega y que detuvo la guerra en que murieron más de 64.000 personas sin lograr encaminar a LTTE por la vía de la democracia y los derechos humanos.

No es secreto que la mayoría de las víctimas de la organización insurgente, incluidos los niños reclutados y los adultos secuestrados, son civiles tamiles.

El secretario de Relaciones Exteriores de India, Shyam Saram, dijo en mayo, cuando lo visitó el enviado de paz noruego Erik Solheim, que el proceso de paz propició la constitución en las áreas dominadas por insurgentes de una ”dictadura de LTTE”.

El paisaje político de Sri Lanka desde el cese del fuego de febrero de 2002 está plagado de contrastes. La democracia y los derechos humanos son más sólidos en las áreas dominadas por la mayoría cingalesa y están ausentes en las dominadas por los Tigres.

De hecho, Saran no fue el único en recordar a los noruegos que LTTE mató durante la vigencia del cese del fuego a políticos tamiles rivales e impidió a partidos políticos que comparten su visión independentista promover esa causa.

El propio Kadirgamar presionaba por mayor democracia en las áreas tamiles. Al parecer, indicó a los noruegos que ”la democracia en algunos distritos del norte y el este (de Sri Lanka) debe empezar a avanzar”, según indicó en su sitio web el Foro para la Democracia de Sri Lanka.

”Si el gobierno de Noruega es incapaz de luchar por esta causa con la convicción y determinación que merece, debería hacerse aun costado y dejar que otros levanten la bandera de la democracia en las áreas donde aún prevalece la oscuridad”, habría dicho Kadirgamar, según el Foro.

El mayor obstáculo al proceso en los últimos tres años y medio ha sido la falta de respeto mostrada por LTTE hacia la cultura de la democracia y los derechos humanos, lo que ha derivado en un clima de temor y de miseria para los civiles tamiles, incluidos los niños.

Es decir, en perjuicio del mismo pueblo por el que los Tigres aseguran luchar.

”El cese del fuego, tal como está formulado, se está volviendo cada vez más insignificante, dadas las sistemáticas violaciones de LTTE. El futuro del pueblo tamil está en juego”, indicó el Foro.

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