Algunos parten de Cuba con la certidumbre de un trabajo seguro, otros deberán pelear por el reconocimiento de sus títulos, pero todos tienen el desafío de demostrar la efectividad del proyecto de cooperación que les permitió estudiar medicina en esta isla caribeña.
Ninguno de ellos es el mismo luego de pasar seis años en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una institución en La Habana que forma a jóvenes de escasos recursos de 28 países, incluyendo Estados Unidos.
"Compartir con gente de tantos lugares y culturas diferentes ha sido una experiencia enriquecedora", dijo a IPS la uruguaya Victoria Hernández, integrante de la primera generación que egresa de esa institución.
Una de las singularidades de la escuela, que este año entrega diplomas a 1.498 estudiantes, es que por sus aulas pasan jóvenes de más de 60 etnias de América y África.
Prácticamente todos los 22 grupos indígenas de Guatemala tienen por lo menos un representante en la ELAM. También hay garífunas hondureños, mapuches chilenos y yecuanas venezolanos, entre otros.
El programa de la escuela busca garantizar una formación académica y profesional de alta calidad, pero respetando y conservando la identidad cultural, étnica y religiosa de los alumnos.
Los estudiantes, al aceptar la beca del gobierno cubano, se comprometen a regresar a sus países para trabajar en el mejoramiento de la situación sanitaria de sus respectivas comunidades, muchas de ellas con limitados accesos a los servicios de salud.
"Es un compromiso moral. No hay un papel que lo avale. Sin embargo, pienso que la mayoría lo va a cumplir, aunque haya algunos que tomen otros caminos", afirmó Hernández, de 30 años.
Hernández integra un pequeño grupo de estudiantes uruguayos de la ELAM que desde 2002 dedican parte de sus vacaciones a trabajar en un área de la Colonia Nicolich, un barrio pobre del meridional departamento uruguayo de Canelones.
"Acá aprendimos que uno es capaz de generar cambios, que podemos crearlos, en vez de esperar que llegue todo hecho", dijo a IPS María Elisa Pérez Sparano, quien también forma parte de ese proyecto comunitario.
Fuentes de la institución señalaron que los graduados representan a 19 naciones de América Latina y el Caribe. Entre los recibidos hay también un alumno de Estados Unidos, país de donde proceden más de 60 de los 10.508 alumnos matriculados en la ELAM.
Los dos primeros años de la carrera transcurren en una moderna edificación que antiguamente fue sede de una academia naval, situada a unos 40 minutos en automóvil del centro de La Habana. Los estudios más avanzados se desarrollan en las 21 facultades de medicina que tiene este país.
La beca incluye hospedaje, alimentación, libros, uniformes y un estipendio mensual desde el primero hasta el último año de estudios.
La ELAM fue inaugurada en forma oficial en noviembre de 1999, con la presencia de los gobernantes que asistieron en La Habana a la IX Cumbre Iberoamericana, aunque ya albergaba entonces a varios centenares de jóvenes centroamericanos.
Inicialmente, la escuela fue propuesta a los países iberoamericanos como un proyecto de formación de recursos humanos para la salud pero exigiendo una contraparte que financiara el traslado y los estipendios de los alumnos.
Sin embargo, hasta hoy los estudios son solventados totalmente por Cuba, interesado en dar continuidad al programa de colaboración médica puesto en práctica a fines de 1998, tras el devastador paso de los huracanes George y Match por la región del Caribe y América Central.
De ahí que el mayor número alumnos en esta primera graduación procede de Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y República Dominicana, países que sufrieron con mayor rigor esos desastres naturales.
El programa de estudios abarca seis años, divididos en 12 semestres. Incluye materias específicas como histología y anatomía, biología molecular, fisiología, patología general, farmacología, psicología, ginecología, cirugía general y medicina interna, entre otras.
Los títulos son reconocidos en Uruguay y América Central. En otros países aún se discuten y ajustan detalles para el trámite de revalidación, que en algunos casos requerirá de nuevos exámenes.
Sin embargo, directivos de la ELAM consideran que los jóvenes egresan lo suficientemente bien preparados como para enfrentarse a cualquier examen, "siempre que sea justo".
A la ceremonia de graduación este sábado asistirán los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, Martín Torrijos, de Panamá, y el vicepresidente de Ecuador, Alejandro Serrano.
También están en La Habana los primeros ministros Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas, Baldwin Spencer, de Antigua y Barbuda, y Denzil Douglas, de San Cristóbal y Nevis, además de delegaciones gubernamentales de Bahamas, Barbados, Dominica, Guyana, Belice, República Dominicana, Santa Lucía, Jamaica, Trinidad y Tobago, Guatemala y Surinam.
Cuba presta a estos países una importante asistencia en áreas como educación y salud.