Crece la preocupación por el futuro de la libertad de prensa en Uganda, luego de que el presidente Yoweri Museveni amenazó con clausurar varios medios de prensa que, dijo, comprometen la seguridad del país.
Al participar el día 10 en el funeral del vicepresidente sudanés John Garang, muerto junto a siete ugandeses en un accidente aéreo el 31 de julio, Museveni expresó el 10 de este mes malestar por la forma en que la prensa de su país informó sobre la tragedia.
El periódico The Red Pepper, de Kampala, publicó un artículo señalando que Garang, líder del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (SPLM), había muerto de dos disparos en la cabeza antes de que se produjera el accidente, una versión rechazada por el gobierno sudanés.
El informe de The Red Pepper desató en Jartum especulaciones sobre la participación del régimen islámico en la muerte de Garang, un ex guerrillero que llegó a la vicepresidencia gracias a un acuerdo de paz que puso fin en enero a más de 20 años de guerra civil.
El Ejército Popular de Liberación de Sudán, brazo armado del SPLM, combate por la autonomía del sur sudanés, donde la población es mayoritariamente negra y cristiana o animista.
La población del norte, en su mayoría árabe y musulmana, controla el gobierno central e intentó en 1983 aplicar en el país la ley islámica, lo que desencadenó el conflicto.
Desde entonces, esa guerra, la más antigua de África, ha causado la muerte de más de dos millones de personas, la mayoría civiles y en gran medida por la hambruna provocada por el conflicto, así como el desplazamiento de otros cuatro millones.
El gobierno sudanés rechazó las acusaciones por la muerte de Garang, y aseguró que ni siquiera estaba al tanto de los planes de viaje del vicepresidente, que se trasladaba en un helicóptero de Uganda.
Sin embargo, la versión de que había sido asesinado contribuyó a desatar una ola de violencia en las calles de Jartum.
Museveni anunció que ordenaría el cierre de The Red Pepper, así como el de los periódicos The Weekly Observer y Daily Monitor.
Soy el líder elegido de Uganda, y por lo tanto tengo la última palabra para dirigir sus asuntos, afirmó el jefe de Estado en el funeral de Garang, realizado en Kampala.
No toleraré más un periódico que es como un buitre, que se alegra con la miseria de muchos. Simplemente, lo clausuraré. Punto final. Estos diarios han de detenerse o nosotros los detendremos, señaló.
Poco después, la estación de radio K-FM, subsidiaria del Daily Monitor, fue cerrada por el Consejo de Radiodifusión luego de emitir un programa en que se consideraron las posibles causas del accidente aéreo.
El conductor del programa, Andrew Mwenda, fue detenido y acusado de sedición, pero quedó en libertad bajo fianza.
En el programa, Mwenda, también editor de la sección política del Daily Monitor, responsabilizó de la muerte de Garang al gobierno de Uganda, por haberle provisto de un helicóptero de lata para su regreso a Sudán. El periodista también criticó las amenazas de Museveni contra la prensa.
El Consejo de Radiodifusión, que regula las concesiones de ondas de radio y televisión en Uganda, señaló que la radio K-FM violó varias secciones de la Ley de Medios Electrónicos con el programa de Mwenda.
Defensores de los derechos humanos, medios de prensa y líderes de la oposición condenaron la actitud del gobierno.
Las amenazas del presidente y de otros líderes políticos contra los medios de prensa son preocupantes y parecen anunciar momentos problemáticos para la democracia, sostuvo la presidenta del Instituto Nacional de Periodistas de Uganda, Linda Nabusayi Wamboka.
Esta actitud, en momentos en que el país atraviesa una transición política hacia la democracia, provoca malestar y puede empeorar la situación en el país. No se mejora la seguridad clausurando canales de comunicación, dijo la periodista.
Wamboka instó al Consejo de Radiodifusión a reabrir la emisora K-FM, y aclaró que el Instituto que preside no condona el periodismo irresponsable.
El vicepresidente del Instituto de Medios de África Oriental (EAMI, por sus siglas en inglés), Michael Wakabi, calificó de acción lamentable el cierre de la estación de radio.
EAMI objeta con firmeza este acto de deliberada intimidación, claramente destinada a reprimir a los medios y la libertad de expresión en Uganda, señaló.
Similares palabras se escucharon de parte del director ejecutivo de la Fundación para las Iniciativas de Derechos Humanos, Livingstone Sewanyan.
Las acciones que intentan amedrentar al pensamiento independiente y la libertad de expresión deben ser resistidas, afirmó.
Sin embargo, el ministro de Información, Nsaba Buturo, defendió la decisión del gobierno y señaló que las afirmaciones de Mwenda pudieron haber causado una nueva ola de violencia en Sudán.
Los fuertes comentarios de Andrew Mwenda fueron hechos en momentos de una gran tensión en Sudán, donde ya habían muerto cientos de personas. Todos recuerdan lo que pasó en Ruanda en 1994, dijo en un comunicado divulgado el domingo.
Más de 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados en el genocidio ruandés.
La relación entre el gobierno y los medios de comunicación en Uganda ha sido problemática en varias ocasiones.
El año pasado, el ejército impidió que periodistas informaran sobre la guerra civil en el norte del país, donde el gobierno combate desde 1986 contra los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés).
Las autoridades militares arguyeron que la información brindada por la prensa en el pasado había comprometido sus planes de guerra, e incluso acusaron a algunos periodistas de colaborar con los rebeldes.
El LRA, liderado por el ex catequista y autoproclamado profeta cristiano Joseph Kony, combate desde hace 18 años contra el gobierno Museveni para instaurar un estado teocrático basado sobre los 10 mandamientos bíblicos.
En octubre de 2002, el Daily Monitor fue clausurado por una semana luego de informar que un helicóptero militar había sido derribado por el LRA.
Poco después se aprobó la Ley Antiterrorista, que establece la pena de muerte en caso de que un periodista difunda material que pueda apoyar al terrorismo. (