CUBA-EEUU: Se avista nueva batalla judicial

La anulación del juicio a cinco cubanos acusados de espionaje en Estados Unidos brinda al gobierno de Fidel Castro la posibilidad de ganar un caso al que se aplicó a fondo tras lograr en 2000 el regreso del niño náufrago Elián González.

Un tribunal de apelaciones de la sudoriental ciudad de Atlanta anuló el martes el juicio efectuado en Miami en 2001 contra Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, condenados a severas penas de cárcel.

Los cinco habían sido detenidos el 12 de septiembre de 1998 y acusados de conspirar para cometer espionaje contra intereses estadounidenses de defensa. Los cubanos alegaron que su presencia en Estados Unidos había sido para infiltrarse en grupos criminales anticastristas y evitar que cometieran actos terroristas contra Cuba.

Los tres jueces del tribunal de apelaciones fallaron que el proceso no fue imparcial por los ”prejuicios” de la comunidad cubana anticastrista de Miami, y por la publicidad que recibió el juicio.

”Era evidente que estos grupos (de exiliados) podían hacer daño a los jurados si la decisión era desfavorable a sus intereses”, afirmaron en el fallo los jueces Stanley Birch, Phyllis Kravitch y James Oakes.

La jueza encargada del proceso, Joan Leonard, debería celebrar un nuevo juicio fuera de Miami en un plazo perentorio, siempre que la fiscalía no apele el fallo del tribunal de segunda instancia.

En esa ciudad del sudeste de Estados Unidos, una numerosa e influyente comunidad cubana incluye a muchos activistas anticastristas.”Este tribunal tiene conciencia de que se trata de una decisión impopular e incluso ofensiva para muchos ciudadanos”, admitieron los jueces en su fallo.

Poco antes, un comité de especialistas de la Organización de las Naciones Unidas dictaminó que los cinco cubanos no habían tenido un juicio justo.

Otra batalla legal de varios meses permitió que Juan Miguel González, residente en Cuba, recuperara a su hijo Elián, de seis años, rescatado de aguas estadounidenses en noviembre de 1999, luego de que naufragara una embarcación con emigrantes que escapaban de este país, en la que viajaba con su madre, ahogada en ese accidente.

Un tío abuelo materno se hizo cargo del menor e intentó que permaneciera bajo su custodia en Miami. El pleito finalizó cuando la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó, en junio de 2000, la demanda de un nuevo pedido de asilo político para Elián.

En el caso de Elián González, el reclamo del padre —públicamente respaldado por La Habana— fue avalado por el Departamento (ministerio) de Justicia de Estados Unidos, desde el inicio insistió en que el niño debía reunirse con su padre y permanecer bajo su custodia.

Aunque diferentes en esencia, ambos casos tienen semejanzas desde el punto de vista legal, pues con sus determinaciones, los magistrados de Estados Unidos evitaron sentar precedentes negativos para el futuro del sistema legal de ese país.

Al respecto, expertos cubanos estimaron que un fallo contrario a la voluntad del padre de Elián de recuperar la tenencia, hubiera abierto el camino para que cualquier persona hallada flotando en aguas costeras pudiera ser acogida por un familiar en Estados Unidos.

En cuanto a ”los cinco”, los jueces corrían ”el riesgo de que a otros ciudadanos norteamericanos (estadounidenses) se les hiciera un juicio mal hecho basado en este precedente”, dijo a la televisión estatal el abogado cubano Roberto González Sehwerert.

”Estamos esperando que el sistema norteamericano siga apegado a la ley norteamericana, y que no sea la política la que defina el futuro de este caso”, añadió el abogado, cooperante activo del equipo de la defensa del grupo y hermano de uno de los presos, René González.

La Habana parece prepararse para otro largo proceso, contando ahora con la ventaja de que ”ya no es posible silenciar el caso para el resto de Estados Unidos o el mundo”, de acuerdo con el diario oficial Granma.

La ofensiva mediática desarrollada por Cuba, dirigida especialmente a la opinión pública estadounidense, no siempre tuvo el éxito esperado.

En una nota editorial, Granma consideró este miércoles ”ética” la decisión del tribunal y se preguntó quién podrá impedir que en un nuevo juicio ”se recuente la historia de terrorismo que no han querido ver, leer, ni escuchar” en Estados Unidos.

El diario consideró difícil que se evitara, como en el primer juicio, que ”los defensores aborden la razón principal de sus defendidos: el estado de necesidad” que los llevó a Miami.

Los abogados de los cubanos consideran que ”la defensa por necesidad” fue retirada injustamente del caso, pues de acuerdo con la legislación estadounidense se puede ”violar la ley si al hacerlo se reduce la posibilidad de violencia o daño físico”.

Este punto tiene que ver con aspectos clave del dilatado proceso en el cual la defensa presentó pruebas de que los cinco acusados trataban de ”reducir la violencia o el daño físico contra el pueblo cubano causado por la red terrorista del sur de la Florida”, afirma Granma.

La defensa alega que los acusados nunca fueron espías, y sólo se les podría imputar no haber notificado al fiscal general estadounidense que eran agentes del Estado cubano.

El delito fue no registrarse, y la pena puede ser de cero a 15 años de privación de libertad o una multa, según la legislación estadounidense, afirma la defensa.

En su momento, los acusados alegaron en su descargo que el estado de las relaciones entre La Habana y Washington no les permitía registrarse, y que el objetivo de su actividad como agentes era evitar la pérdida de vidas humanas.

Granma aseguró que el grupo se estableció en Miami ”justamente porque allí habita la más antigua e impune fuente de financiamiento del terrorismo en este hemisferio: la Fundación Nacional Cubano Americana”.

”La misma que ha envenenado el ambiente de la Florida y pagó tantos crímenes sin castigo de terroristas como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles”, señaló el periódico, en referencia a dos de los más conocidos adversarios del gobierno cubano.

Bosch y Posada Carriles se encuentran actualmente en Estados Unidos, y están acusados de cometer ataques explosivos contra objetivos civiles cubanos, incluido el perpetrado contra un avión comercial en 1976 frente a Barbados.

”Ese nuevo juicio podrá ser formalmente a los Cinco (cubanos), pero de allí deben emerger verdades que podrían convertirse en el proceso jamás hecho al terrorismo más público y permitido de este hemisferio”, comentó Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.

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