COSTA DE MARFIL: Amenaza de golpe de Estado

La amenaza de golpe de Estado en Costa de Marfil proferida por el general Mathias Doue originó llamados a consolidar la convocatoria a elecciones presidenciales para octubre, pero también respuestas cautelosas.

Entrevistado por varias publicaciones de Costa de Marfil el viernes y por Radio Francia Internacional el sábado, Doue, hoy exiliado en un lugar desconocido, advirtió que el presidente Laurent Gbagbo era el mayor obstáculo para la pacificación del país, y dijo estar dispuesto a derrocarlo.

"Estas declaraciones son inoportunas en estos momentos en que asumimos un proceso de mediación para poner fin a la guerra", dijo a IPS Dje Bi Mointi, dirigente del ala juvenil de la opositora Unión para la Democracia y la Paz de Costa de Marfil.

"El camino adecuado para salir de la crisis es celebrar elecciones", según Mointi.

Por su parte, Bakoroba Kone, presidente de la filial de la organización Abogados sin Fronteras, consideró que "nadie sabe cuáles son las intenciones" del general Doue. "Esperemos hasta poder ver las cosas con más claridad", añadió.

Costa de Marfil está hoy dividida entre la zona septentrional de mayoría musulmana, dominada por las insurgentes Nuevas Fuerzas, y el sur, controlado por el gobierno.

Ambas áreas están separadas por una franja territorial vigilada por una fuerza internacional para el mantenimiento de la paz.

Los insurgentes realizaron un fallido golpe de Estado en septiembre de 2002.

Varias iniciativas de paz han estado sobre la mesa. La más reciente es una mediación propuesta por Sudáfrica y la celebración de elecciones presidenciales para el 30 de octubre. Pero el retraso en el proceso de desarme siembra dudas sobre el éxito de estos esfuerzos.

"Opté por romper el silencio porque esta situación ha ido demasiado lejos. Sólo la salida de Gbagbo del gobierno dará la paz a Costa de Marfil", había dicho el general Doue en sus entrevistas.

"Y si la comunidad internacional no quiere hacerlo pacíficamente, lo haré yo por todos los medios necesarios", advirtió.

Doue vive desde hace ocho meses en un lugar desconocido del exterior. Este militar, que comandó las fuerzas armadas en 2000, fue cesado por Gbagbo en noviembre luego del golpe de Estado, una operación denominada "Dignidad" por sus cabecillas.

El general Doue también integró la junta militar encabezada por el hoy fallecido general Robert Guei, que en 1999 depuso al presidente Henri Konan Bedie y se mantuvo en el poder hasta octubre de 2000, cuando cayó por protestas populares.

"Si la comunidad internacional no logra que Gbagbo deje el gobierno en los próximos días, habrá una guerra civil", sostuvo Doue. "Gbagbo y todo el sistema que lo rodean no son fuerzas de paz y reconciliación."

El ex comandante también se comprometió a acabar con los escuadrones de la muerte que asesinan a opositores y que, según distintas versiones, tienen vínculos con el presidente.

El ex portavoz de las fuerzas armadas Jules Yao Yao, quien también rompió con Gbagbo, publicó una lista de supuestos miembros de escuadrones, y consideró que sus cabecillas, a quienes también identificó, tenían estrechos vínculos con el mandatario y con su esposa Simone.

Las autoridades han repetido en los últimos dos años toda acusación referida a estas organizaciones paramilitares.

Un portavoz del ejército entrevistado por IPS calificó a Doue y Yao de traidores. Mientras, el actual comandante del ejército, Philippe Mangou, afirmó que sus tropas continúan "cumpliendo con la misión de salvaguardar la república contra cualquier forma de amenaza o agresión".

Pero el panorama de las lealtades dentro de las fuerzas armadas no es claro.

Opositores al gobierno "hacen sondeos" con miras a "una campaña para seducir a las tropas", dijo a IPS un analista militar.

"Si la campaña logra consolidar para la adhesión de parte del ejército a la causa opositora, las fuerzas antigubernamentales iniciarán rápidamente la fase ofensiva", añadió.

El consejero de Defensa del presidente Gbagbo, Bertin Kadet, minimizó las amenazas del general Doue, a las que calificó de "insignificantes".

En su edición sabatina, el diario oficialista Fraternite-Matin comparó al militar con el presidente de la República Centroafricana, François Bozize, quien en 2003 lideró un golpe de Estado contra su antecesor, Ange-Felix Patasse.

Pero el líder de las Nuevas Fuerzas, Guillaume Soro, se manifestó "feliz de que el general Doue asuma sus responsabilidades", pues "el interés del país depende de eso".

"El principal obstáculo a remover para que haya elecciones democráticas y transparentes abiertas para todos es Laurent Gbagbo", sostuvo Soro, quien el fin de semana dialogó en Sudáfrica con el presidente de ese país, Thabo Mbeki.

Otrora considerada un raro caso de estabilidad política en África occidental, Costa de Marfil sufrió tensiones étnicas y religiosas en los últimos años. La mayoría musulmana del norte del país aseguran ser discriminados por la población del sur.

Trabajadores extranjeros que se trasladaron a Costa de Marfil en el periodo de auge económico tras la independencia se han convertido en blanco de xenofobia, a medida que caía el precio de productos básicos exportables, como cacao y café.

Al ex primer ministro Alassane Ouattara, musulmán del norte, se le prohibió participar en las elecciones presidenciales de octubre de 2000 porque sus padres no eran naturales de Costa de Marfil. Gbagbo triunfó en esos comicios. (FIN/IPS/traen-mj/fz/sz/jh/ip hd /05)

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