Cuando el sur de Europa arde en tiempo estival, la factura más alta la paga Portugal, donde las áreas verdes quemadas superan en 24 veces las de Francia, cuatro las de España y triplican las de Grecia e Italia.
A esta alarmante conclusión llegó un informe de la Unión Europea (UE) divulgado en la víspera en la sede comunitaria de Bruselas, que en especial analiza el caso de Portugal, el único país del sur de este continente que en los últimos 25 años ha aumentado el promedio anual de bosques consumidos por el fuego.
Los valores divulgados por la Comisión de la UE muestran que de enero hasta el 31 de julio, 60 por ciento de los bosques que ardieron en estos cinco países de Europa del sur estaban ubicados en territorio portugués.
De las cifras se desprende también que este año en Portugal se quemó el doble del área forestal que en la vecina España, cuyo territorio es 5,6 veces mayor y que enfrenta igualmente una situación de sequía extrema.
En la primera semana de este mes, el sur de la península Ibérica registró temperaturas hasta de 45 grados y en el más frondoso centro de Portugal alcanzó a una franja de 39 a 43 grados, provocando los peores incendios del año, que devastaron varias aldeas del parque natural Serra da Estrela.
Portugal es el país con menor éxito en el combate a los incendios forestales, al verificarse que es el único Estado miembro de la UE donde en 2004 ardieron más áreas verdes que el promedio anual desde 1980, apunta el estudio del bloque, que incluye también España, Francia, Grecia, Italia, en los que en 2004 el total de área quemada fue inferior al promedio de los últimos 25 años.
La superficie quemada en Portugal presenta una mayor alarma si se toma en consideración que su territorio continental, sin contemplar los archipiélagos atlánticos de Azores y Madeira, es de 89.000 kilómetros cuadrados, frente a los 550.000 de Francia, 504.000 de España, 301.000 de Italia y 131.000 kilómetros de Grecia.
El análisis de los progresos en la lucha contra los incendios forestales indica que en Italia y Grecia, la totalidad de área ardida en 2004 fue casi la mitad del promedio de los últimos 25 años, Francia logró reducirla en casi dos tercios y España en 30 por ciento.
En cambio, Portugal registró un aumento al verificarse que su área verde devastada en cinco años corresponde a 37 por ciento del total de los incendios desatados en los cinco países de Europa meridional en ese lapso y el número de incendios constituye 41 por ciento del conjunto.
España, que ocupa 85 por ciento de la península Ibérica compartida con Portugal, en el periodo contemplado por el estudio ardió 39 por ciento del total del área forestal flagelada por los incendios ocurridos en los cinco países, en Italia 17 por ciento, en Francia cuatro por ciento y en Grecia tres por ciento.
En número de fuegos, Portugal tiene siete veces más incendios por 1.000 hectáreas que España, 20 veces más que Francia, siete veces más que Italia y 22 veces más que Grecia, indica por su parte la organización no gubernamental Liga para la Protección de la Naturalaza (LPN), al analizar las cifras de la UE.
En el último lustro, Portugal perdió 25 por ciento de su reserva verde. En 2003, el fuego consumió 424.000 hectáreas y el año pasado el área ardida alcanzó las 131.000 hectáreas.
Entre el 1 de enero y el 31 de julio, el gobierno indicó que el fuego destruyó más de 70.000 hectáreas, con un daño económico equivalente a 1,5 por ciento del producto interno bruto de 130.033 millones de euros, equivalentes a 160.600 millones de dólares al cambio de este día.
La UE, por su parte, sostiene que en ese período fueron pastos de las llamas en Portugal unas 100.000 hectáreas.
Sin embardo, este jueves por la tarde el propio ministro portugués del Interior, Antonio Costa, admitió ante una comisión investigadora del parlamento que el área quemada se extendió ya hasta la noche de la víspera a 119.000 hectáreas.
Esa cifra contrasta con los números dados hasta ahora por la también estatal Dirección General de Recursos Forestales (DGRF), que sólo contabiliza 68.166 hectáreas perdidas en lo que va del año.
La diferencia reside en el método de medición. Mientras la Comisión de la UE lo hace a través de imágenes obtenidos por satélite y que son analizados diariamente, la DGRF mide el área ardida con visitas a terreno, lo que causa una lentitud en el procesamiento de los datos.
Ahora, desde inicios de 2001 hasta julio de éste año, Portugal perdió 820.000 de las 3,4 millones de hectáreas que componían su área forestal.
El elevado índice de incendios en Portugal se debe sobretodo a la falta de educación y a la escasa intervención del gobierno en el combate a la negligencia, considera la LPN, una organización no gubernamental fundada en 1948 sin ánimo de lucro y con estatuto de utilidad pública.
La LPN fue la primera asociación de defensa del ambiente creada en Portugal y tiene como principales objetivos la conservación del patrimonio natural, de la diversidad de las especies y de los ecosistemas.
El clima, la cantidad de combustibles forestales y el sistema de detección y combate no son justificaciones para las diferencias entre Portugal y el resto de Europa, apunta esta organización no gubernamental, que a renglón seguido recuerda que los otros países citados en el informe tienen un área forestal y población muy superiores.
Para evitar actividades de riesgo elevado, como las quemas de residuos agrícolas, la LPN sostiene que es necesario sensibilizar a las personas. Lo que ha sido hecho en este campo, ha sido muy poco, afirman los ambientalistas.
Por su parte, el presidente de la Liga de Bomberos Portugueses, Duarte Caldeira, en declaraciones a la prensa este jueves, lamentó que los demás países (incluidos en el estudio) aprendieron con sus propios errores y no se perdieron en discusiones estériles.
Portugal, en cambio, hizo precisamente lo contrario, usando el problema de los incendios como arma de ataque político-partidario, a los que se une una falta de coraje para poner en práctica la legislación que ha sido producida, deploró Caldeira.