La divulgación de nuevas encuestas de firmas usualmente contratadas por la oposición de Venezuela confirman el respaldo popular del presidente Hugo Chávez, con indicadores que van de 60 a 80 por ciento de aprobación entre los consultados.
Las elecciones municipales previstas para el 7 de agosto motivaron la publicación de los periódicos sondeos de opinión de voto y de popularidad del gobierno, en los que también se registran progresos en las nuevas prédicas socialistas de Chávez.
La firma Datanálisis recibió en su última investigación de campo, realizada en junio, 71,2 por ciento de respuestas positivas sobre la marcha del gobierno y 22,9 por ciento de negativas entre las 1.300 personas entrevistadas en todo el país, dijo a corresponsales extranjeros su director, Luis Vicente León.
Sin embargo, cuando se preguntó por la confianza en el liderazgo de Chávez, las respuestas positivas bajaron a 58,7 por ciento, mientras que su apoyo en las urnas sería 54,7 por ciento si compitiera en elecciones presidenciales el 31 de este mes.
Venezuela no tendrá elecciones presidenciales hasta diciembre de 2006, cuando Chávez completará su mandato de seis años, a los que se suman sus dos primeros años de gobierno bajo la Constitución anterior.
Empero, el 7 agosto se elegirán concejos municipales y juntas de parroquia, una unidad administrativa más pequeña que el municipio, y el 4 de diciembre se renovarán los 165 escaños de la Asamblea Nacional (parlamento).
Un sondeo de la firma Seijas y Asociados, también con trabajo de campo en junio, reveló que el respaldo al mandatario llega a 80,5 por ciento de los encuestados y, en general, 61,5 por ciento aprueba su comportamiento ante el conjunto de problemas del país.
En cambio, la encuestadora Keller indicó que, según su investigación de junio, la popularidad de Chávez era de 61 por ciento de los consultados, ocho puntos porcentuales menos que en enero, en tanto el desagrado con su gestión avanzó de 22 a 28 por ciento. En caso de presentarse a una elección este mes, Chávez recibiría 49 por ciento de votos y un rival sin identificar 41 por ciento.
Las tres empresas encuestadoras han trabajado por años para la oposición y entre fines de 2001 y comienzos de 2004 mostraron siempre en sus investigaciones resultados adversos a Chávez. Empero, las líneas de aprobación y rechazo se cruzaron al acercarse el referendo de agosto de 2004, cuando Chávez ratificó su mandato con 59 por ciento de los sufragios emitidos.
Analistas entienden que gran parte del respaldo al gobierno se sustenta en los programas sociales lanzados hace dos años.
Esa batería de planes comenzaron a implementarse en coincidencia con el acuerdo logrado entre el gobierno y la oposición, a instancias de la Organización de Estados Americanos y del estadounidense Centro Carter para la Paz, con el fin de superar la crisis política de entonces con un referendo constitucional ratificatorio del mandato presidencial.
Los programas, bautizados misiones por el gobernante, incluyen a miles de puntos de ventas en todo el país de alimentos a precios subsidiados, la prestación de servicios primarios de salud con la participación de varios miles de médicos cubanos, y masivas campañas de alfabetización y escolarización de adultos, a parte de los cuales se les entrega una beca.
Para Datanálisis, la misión de distribución de alimentos a bajos precios es satisfactoria según 92 por ciento de los encuestados, la de medicina lo es para 83 por ciento y las educativas para más de 70 por ciento. Casi uno de cada dos consultados ha sido beneficiado por alguno de esos programas.
En el trabajo de Seijas, 37,4 por ciento de los encuestados se dijo beneficiario de los programas mientras que 59,3 por ciento se declaró al margen de ellos.
Según Keller, hay un debilitamiento de la propuesta asistencialista de Chávez, que sostiene niveles récord de gasto. Además de los ingresos petroleros sin precedentes de los últimos tiempos, el gobierno se apresta a utilizar parte de las reservas internacionales en divisas para sustentar estos planes sociales.
León, director de Datanálisis, advirtió un amplio campo de acción para Chávez, entre sus apoyos duros y blandos.
Otras mediciones se refieren a la prédica en favor de suplantar el sistema capitalista por uno socialista y, más precisamente, de buscar un socialismo del siglo XXI, que Chávez emprendió desde el pasado enero en sus casi diarias apariciones públicas.
En el sondeo de Seijas, 47,9 por ciento de los encuestados dijeron que prefiere un gobierno de corte socialista antes que uno capitalista, sistema este último que es apoyado por 25,7 por ciento, mientras que 24,6 por ciento no supo o no quiso contestar.
Datanálisis abordó el tema a partir de la amistad y alianza tejidas por los presidentes Chávez y Fidel Castro, de Cuba, y encontró que 69,4 por ciento de los consultados rechazan el modelo cubano, en tanto 12 por ciento se declara a favor.
Sin embargo, el rechazo al modelo cubano era de 92,5 por ciento en noviembre de 2002.
Dentro del segmento de la población que se declara chavista, y que en la muestra corresponde a 46 por ciento de los consultados, 53 por ciento rechaza el modelo cubano, 26 puntos porcentuales menos que en noviembre de 2002.
Lo que podemos deducir es que, con su discurso y con la presencia de miles de médicos y también de alfabetizadotes y entrenadores deportivos cubanos, Chávez ha suavizado el rechazo al modelo de ese país caribeño, comentó León.
De cualquier modo, dentro del sector que se declara chavista, aún sólo 22 por ciento aplaude el sistema cubano de sociedad, mientras que 42,5 por ciento prefiere a Estados Unidos como modelo y ahí tiene Chávez un hueso duro de roer, comentó León.
El tercer campo trabajado por las últimas encuestas es la intención de voto en las elecciones locales de agosto, y a las que la oposición concurre dividida, con algunos grupos llamando a la abstención y otros, en cambio, a votar.
Esta es la primera vez que sólo se votará por los miembros de los concejos municipales y de las juntas parroquiales, y el único antecedente es un llamado a las urnas que se combinó con otra consulta en 2000 y en el que se registró una abstención de 75 por ciento del padrón electoral.
El promedio de abstención histórica en comicios locales, desde que en 1979 las elecciones regionales y municipales se separaron de las nacionales, es de 53 por ciento.
El Consejo Electoral, un poder independiente, asegura que la abstención estará por debajo del récord. Por su parte, León calcula que bordeará 55 por ciento y Keller cree que alcanzará 70 por ciento.
Todos los analistas políticos y encuestadoras pronostican una holgada victoria de los seguidores de Chávez, al punto de que el dirigente del centroizquierdista Movimiento al Socialismo, Felipe Mujica, estimó que después del 7 de agosto tocaremos fondo.
En octubre del año pasado se eligieron los 335 alcaldes del país en comicios en los que los seguidores de Chávez, alentados por la victoria en el referendo presidencial, se impusieron en 244 plazas. (