El opositor Movimiento al Socialismo se sumó a la bancada oficialista en el Congreso de Venezuela en rechazo a la decisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de permitir emisiones de radio y televisión para contrarrestar a Telesur, que iniciará su transmisión este domingo.
Telesur, la emisora de televisión latinoamericana organizada por el gobierno venezolano en sociedad con Argentina, Cuba y Uruguay, todavía no ha nacido pero ya atrajo las iras de Estados Unidos y las respuestas al tono de Caracas.
La Cámara de Representantes estadounidense aprobó el miércoles, a mano alzada, habilitar transmisiones de radio y televisión para ofrecer a los venezolanos información precisa y objetiva, y contrarrestar el antiamericanismo de Telesur, según la propuesta del legislador por el sudoriental estado de Florida, Connie Mack, del gobernante Partido Republicano.
Telesur saldrá al aire, desde sus estudios en Caracas, el 24 de julio, aniversario del nacimiento del libertador americano Simón Bolívar, con la consigna nuestro norte es el sur y la propuesta de favorecer la integración regional con la difusión de noticias, filmes, documentales y música realizados por productores latinoamericanos y caribeños.
Es una descabellada acción imperialista, que no debe extrañarnos porque sabemos de lo que es capaz el gobierno de Estados Unidos. No hay nada más peligroso que un gigante desesperado, reaccionó una vez conocida la enmienda aprobada el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, principal animador del proyecto Telesur.
Si la propuesta de los representantes estadounidenses prospera en el Senado de su país, se convierte en ley y Washington intenta interferir en el espectro radioeléctrico venezolano, tomaremos las medidas para neutralizarlos y habrá una especie de guerra electrónica, dijo Chávez.
Aram Aharonian, el periodista uruguayo que dirige Telesur, dijo a IPS que la decisión parlamentaria en Washington es claramente una medida de amedrentamiento para evitar que otros países y medios de comunicación latinoamericanos acompañen esta iniciativa, porque hay interés creciente en la región.
Recordó que la cumbre del lunes en Lima de la Comunidad Andina de Naciones, que integra Venezuela junto a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, pidió a Caracas que presente esquemas de intercambio y alianzas con los trabajos de Telesur.
En tanto, el parlamento de Venezuela produjo un acuerdo de rechazo a la decisión de la cámara baja estadounidense, con los votos de la mayoría oficialista y del grupo opositor de centroizquierda Movimiento al Socialismo (MAS).
Aunque crítico del gobierno, el jefe del MAS, Leopoldo Puchi, censuró el enfoque equivocado y el tratamiento inadecuado de Estados Unidos, de abordar los problemas de América Latina con leyes de carácter extraterritorial.
En cambio, se distanciaron del acuerdo las bancadas opositoras de Primero Justicia (centroderecha) y Acción Democrática (socialdemócrata), cuyo secretario general Henry Ramos sostuvo que Estados Unidos está en su derecho de responde a Chávez, quien ha confundido su política y sus intereses particulares con los de Venezuela.
Los gobiernos de Argentina, Cuba y Uruguay todavía no se habían pronunciado. Venezuela, que aportó 10 millones de dólares y varias instalaciones, tiene 51 por ciento de acciones de Telesur, en tanto 20 por ciento de esos papeles son de Argentina, 19 por ciento de Cuba y 10 por ciento de Uruguay, países que aportaron sobre todo programación y logística.
Aharonian dijo que la decisión de Washington no alterará la programación inaugural de Telesur, que se estrenará con la transmisión de un concierto en Caracas en el que participarán grupos latinoamericanos como Molotov, Bacilos, Elefante, el cantante puertorriqueño Elvis Crespo, y agrupaciones venezolanas como Madera y Desorden Público.
También se transmitirá la toma de juramento de un consejo asesor de la novel televisora, entre quienes figuran intelectuales como el franco-español Ignacio Ramonet, el pakistaní Tarek Alí, el chileno Manuel Cabieses y el venezolano Luis Britto, el actor estadounidense Danny Glover, la periodista mexicana Carmen Lira, y el cineasta local Román Chalbaud.
El vicepresidente José Vicente Rangel comentó que Telesur obtuvo una victoria sin haber aparecido todavía, y que la Cámara de Representantes de Estados Unidos es desconsiderada con la oposición tanto política como de los medios de comunicación venezolanos, los cuales transmiten fielmente y con libertad el punto de vista de Washington.
Según Rangel, sectores de poder en Washington quieren repetir la misma experiencia que les ha fracasado, de Radio Martí, la estación de radio y televisión estadounidense dedicada a transmitir programas e informaciones contra el gobierno cubano.
Por su parte, el ministro venezolano de Información, Andrés Izarra, destacó que, junto con la propuesta contra Telesur, los Representantes aprobaron destinar nueve millones de dólares en 2006, y otro tanto en 2007, para apoyar partidos políticos, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil en lo que ellos consideran defensa del estado de derecho y promoción de la gobernabilidad democrática.
Es una nueva arremetida del gobierno de Estados Unidos contra el de Venezuela y los esfuerzos de integración latinoamericana, dijo Izarra, y está articulada con los grupos que en Venezuela llaman a la abstención el 7 de agosto.
El 7 de agosto se realizarán las elecciones de concejos municipales y juntas parroquiales en Venezuela, la escala más baja en la pirámide del poder político, y los sondeos de opinión pronostican una victoria rotunda del oficialismo pero en medio de una alta abstención.
Por eso, la mejor respuesta a esta satanización injustificada de Telesur es salir a votar para defender nuestra independencia y soberanía, dijo Izarra.
Mientras, el gobierno de Chávez hace contactos con los aliados en la región y se preparara para contrarrestar la superioridad tecnológica de Estados Unidos, porque allá también llegará la señal de la nueva televisora, que podrá ser vista en América, Europa occidental y noroeste de África.