Una semana después de los atentados de Londres, Europa guardó dos minutos de silencio en homenaje a las víctimas, tras comprometerse a fortalecer sus esfuerzos contra el terrorismo.
Millones de europeos se unieron este jueves a los londinenses para recordar en el silencio a las víctimas de los ataques del día 7 en el transporte público de la capital británica, que dejaron al menos 52 muertos y unos 700 heridos.
Mientras, la Unión Europea (UE) prometió fortalecer sus esfuerzos antiterroristas implementando las leyes de seguridad acordadas poco después de los ataques de Madrid, el 11 de marzo de 2004, que dejaron 191 muertos.
Los ministros del Interior del bloque regional, reunidos en Bruselas el miércoles, acordaron mejorar la cooperación policial y el intercambio de información entre los países miembros, estudiar qué razones atraen a ciertas personas al terrorismo, y revisar la seguridad de la navegación marítima y aérea.
En la reunión de emergencia convocada en respuesta directa a los atentados, los ministros también prometieron fijar reglas comunes sobre los procedimientos de emisión de documentos de identidad, así como normas para combatir la financiación del terrorismo.
Asimismo, se propusieron aprobar antes de fin de año medidas que afectarían la esfera privada, como obligar a las empresas de telecomunicaciones a guardar por un año datos sobre grabaciones telefónicas y correos electrónicos y ponerlos a disposición de la policía, y formularon una iniciativa sobre el registro de los pasajeros de aviones.
El ministro del Interior británico, Charles Clarke, presidió la reunión. Gran Bretaña ocupa la presidencia rotativa de la UE en la segunda mitad del año.
Todos nosotros, en toda la Unión Europea, estamos absolutamente determinados a acelerar nuestro trabajo para hacer el terrorismo más difícil, declaró Clarke a la prensa al final de la reunión.
Asimismo, avanzaron sobre la sustancia de los planes para obligar a firmas de telecomunicaciones a conservar el registro de llamadas, mensajes de texto y mensajes de correo electrónico, explicó.
La reunión también acordó medidas para intercambiar información sobre explosivos perdidos o robados y finanzas de grupos terroristas, incluso nuevas leyes sobre transferencias de dinero y medidas contra el lavado de activos.
Ninguna de estas propuestas es nueva, dado que ya habían sido acordadas por líderes de la UE en la cumbre de junio, como prioridad en el segundo trimestre de 2005.
Una reunión similar de ministros del Interior europeos se realizó tras los atentados de Madrid, en marzo de 2004. Esa reunión aceleró la implementación la ley europea sobre justificaciones de arrestos e impulsó el intercambio de información policial.
Antes de la reunión del miércoles, el presidente de la Comisión Europea, José Durao Barroso, advirtió que todos los países miembros del bloque están en riesgo de un ataque terrorista.
Sabemos que lo que le sucedió a Londres puede volver a suceder, en cualquiera de nuestros países miembros, en cualquier momento. En respuesta a esta amenaza a nuestros valores comunes, la Unión Europea se unirá cada vez más e intensificará su asistencia y apoyo mutuos, declaró.
Pero organizaciones de los derechos civiles advirtieron que las nuevas medidas afectarán los derechos de los ciudadanos europeos.
Las medidas propuestas sobre retención de datos pondrán a todos los habitantes de la UE bajo vigilancia, se usarán para combatir la delincuencia en general y podrían usarse para control social y político, advirtió Statewatch, un grupo británico.
Es comprensible que los gobiernos quieran responder a la tragedia, pero implantar un sistema que convierte a todos los europeos en sospechosos y que podría ser objeto de mal uso y abuso… debilita la democracia que se quiere defender, declaró Tony Bunyan, director de Statewatch.
La lucha contra el terrorismo ha estado en la agenda de la UE desde 1997, pero las acciones concertadas sólo comenzaron tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.