La noticia del fallecimiento en la capital cubana de ocho niños afectados por enfermedades diarreicas y respiratorias ensombrece la celebración este martes del 52 aniversario del asalto al cuartel Moncada, una de las efemérides más importantes del país.
En un comunicado, el Ministerio de Salud Pública admitió este lunes que la urbe capitalina es escenario desde hace dos semanas de un incremento de casos con síntomas digestivos, respiratorios, fiebre, y eventualmente signos precoces de insuficiencia cardiorrespiratoria.
Este cuadro no se manifiesta de forma completa en todo los casos y predomina en los niños, aunque no se excluyen otras edades, indicó la nota, reproducida en la prensa escrita y radial de este país, en el primero de tres días de feriado nacional con que cada año se conmemora el ataque contra la fortaleza militar comandado por el hoy presidente Fidel Castro el 26 de julio de 1953.
La emergencia sanitaria se produce en un contexto de altas temperaturas veraniegas e intensas lluvias y condiciones higiénico-epidemiológicas que favorecen el incremento de enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, mayoritariamente en la población infantil.
El cuadro se complicó con las secuelas del huracán Dennis, que azotó varias provincias cubanas a principios de julio e impactó especialmente en el abastecimiento de agua, ya desequilibrado en casi todo el país por una intensa sequía, así como los servicios de energía eléctrica y suministros de combustible para uso doméstico.
La dependencia oficial señaló que los fallecimientos de menores están siendo sometidos a meticuloso examen para dictaminar las causas y circunstancias precisas y su vinculación con la situación higiénico-epidemiológica creada por esos factores.
A la vez, el Ministerio de Salud Pública exhortó a la población a extremar las medidas higiénicas y a colaborar con las medidas oficiales adoptadas para mejorar el saneamiento ambiental, la calidad del agua de consumo y el control en la elaboración y expendio de alimentos.
A la vez, desde mayo pasado se lleva a cabo una campaña de prevención y localización de focos de infección para combatir al mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, cuya variante más peligrosa provoca hemorragias y vómitos y que causó en 1981 la muerte de 158 personas, entre ellas 101 niños.
En ese entonces, el gobierno cubano culpó a Estados Unidos de introducir en el país el dengue hemorrágico. Especialistas recordaron que no existe droga antiviral contra ese virus ni tampoco vacuna, de modo que el tratamiento preventivo es el único verdaderamente efectivo.
La Habana, con 2,2 millones de los 11, 2 millones de habitantes que tiene el país, fue escogida este año sede de los actos por el nuevo aniversario del asalto al cuartel Moncada, acción comandada por Castro hace 53 años contra esa importante fortaleza militar ubicada en Santiago de Cuba, 847 kilómetros al este de La Habana.
Pese a su fracaso en términos militares, se considera que el asalto al Moncada marcó el inicio de la insurrección que el primero de enero de 1959 llevó a Castro al gobierno, cuyas riendas aún mantiene a sus 77 años.
La sede de los festejos, que incluye un acto político encabezado generalmente por Castro, se selecciona según los méritos de la provincia en materia política y económica.
Medios oficiales indicaron que la provincia capitalina creció en ocho por ciento en el primer semestre de este año, con un peso especial en la industria alimenticia, construcción y comercio, entre otros sectores.
Asimismo, en la urbe capitalina se concentró 40 por ciento de las obras socio-económicas incluidas en una serie de programas de desarrollo emprendidos hace cinco años, bajo la tutela del presidente Castro.
Como parte de esos planes, en La Habana fueron remodelados o construidos 82 policlínicas y salas de rehabilitación, en tanto desde el pasado año se lleva a cabo la reparación de 18 hospitales.
Sin embargo, existe descontento en parte de la población cubana por el envío masivo de médicos a Venezuela y las atenciones que se les brindan a pacientes de ese país, en detrimento muchas veces de las que estaban acostumbrados a recibir los habitantes de la isla.
Otro foco de tensiones radica en la inestabilidad de los servicios de energía eléctrica, debido a roturas imprevistas que se presentaron durante labores de mantenimiento de las usinas termoeléctricas.
La ciudad es receptora de 47 por ciento de los turistas que visitan Cuba, en tanto su aeropuerto internacional José Martí recibe a 51 por ciento de todos los pasajeros internacionales.
Esta es la décima ocasión en que la celebración se realiza en La Habana, aunque, a diferencia de otros años, el escenario del acto principal no será la tradicional Plaza de la Revolución sino el teatro Carlos Marx. (