POLÍTICA-CUBA: Manifestación opositora obstruida por vecinos

Más de una decena de familiares de presos políticos realizaron este viernes una concentración pacífica frente a la embajada de Francia en la capital cubana, a la que no pudieron asistir algunos de sus convocantes debido a que fueron retenidos por partidarios del gobierno.

Disidentes que tenían previsto acudir a la convocatoria de la opositora Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC) fueron detenidos antes de llegar o directamente impedidos de salir de sus casas por vecinos que organizaron mítines de repudio y los acusaron de ”mercenarios” y ”vendepatrias”.

Entre las detenciones confirmadas figura la del abogado René Gómez Manzano, integrante del triunvirato que conduce la APSC junto a Martha Beatriz Roque y Félix Bonne.

”Esta mañana, vinieron unos agentes de la seguridad (policía) y se lo llevaron”, dijo a IPS Jorge Gómez Manzano, hermano del activista. En tanto, no ha sido posible localizar a Roque y Bonne.

Por su parte, Emigday Castro, una de las mujeres que se manifestaron en la representación francesa, narró a IPS que su esposo José Antonio Moya está en la cárcel desde el 15 de mayo. ”Vine aquí porque me dijeron que se iban a reunir para abogar por todos los presos, pero no sé porque se eligió esta embajada”, señaló.

A su vez, Gladys Pérez, declaró en medio de muestras de dolor y llanto que acudió a pedir la libertad de sus dos hijos, activistas del opositor Frente Línea Dura. Dijo que el primero de ellos fue arrestado el 13 de este mes y el segundo en horas de la mañana de este viernes.

”Yo no tengo a nadie en la cárcel, vine porque siempre apoyo a los familiares de presos y esto fue un llamado de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, afirmó, en tanto, Lázara Martí López, bibliotecaria independiente.

Gerardo Larome, segundo secretario de la embajada francesa, cuya sede está ubicada en el barrio de Miramar, pasó unos momentos por el lugar donde se agruparon los parientes de los presos políticos, en su mayoría mujeres, rodeados de un enjambre de periodistas de medios extranjeros, pero evitó hacer comentarios.

También acudieron diplomáticos de Holanda y Alemania que se limitaron a observar por un rato sin realizar comentarios a la prensa. En las esquinas de entrada a la calle donde se encuentra la legación de Francia era evidente la presencia de personal policial, aunque no se supo de detenciones en ese escenario.

El grupo de familiares abandonó en silencio el lugar, en caminata por una de las calles aledañas, tras permanecer allí algo más de una hora.

En otros barrios de La Habana, en cambio, grupos de personas acorralaron en sus casas a disidentes para impedirles su participación en lo que calificaron de ”manifestación contra la revolución”.

”Estamos defendiendo nuestros intereses, es un derecho de la revolución”, dijo a IPS Carlos Ávila, frente al apartamento de León Padrón Ascuy, del opositor Movimiento Liberal Cubano, acusado por sus vecinos de recibir dinero de la Oficina de Intereses de Estados Unidos (SINA, por sus siglas en inglés).

El jefe de la SINA, James Cason, ha mostrado públicamente su simpatía y respaldo a la disidencia de este país caribeño, aunque con la aclaración de que esa Oficina ”no ha dado y no da dinero a los miembros de la sociedad civil cubana”

La opositora Gisela Delgado, residente en el mismo edificio de Padrón Ascuy, fue también centro de la ira de sus vecinos y acusada de ”mercenaria”, cuando conversaba con periodistas a la entrada de su edificio. ”Tienen su derecho, pero yo nunca los he ofendido a ellos”, dijo la mujer a IPS.

Delgado es esposa de Héctor Palacios, uno de los 75 disidentes condenados en 2003 a severas penas bajo cargo de conspirar con Estados Unidos para desestabilizar a este país. Sin embargo, aseguró no haber sido convocada a participar en la protesta ante la embajada francesa.

En su convocatoria, hecha llegar a periodistas por fax, la APSC invitó a demandar la libertad de los 75 opositores sujetos a proceso y en prisión, salvo 14 de ellos que se encuentran en libertad condicional por razones de salud.

También pidieron la libertad de los detenidos el día 13 luego de participar en un acto público en recordación de las víctimas fatales del remolcador ”13 de Marzo”.

En esa ocasión, un grupo de disidentes lanzó consignas antigubernamentales y flores al mar en memoria de unas 40 personas que murieron el 13 de julio de 1994 al hundirse el viejo remolcador ”13 de Marzo”, en el que intentaban viajar a Estados Unidos sin el permiso de las autoridades migratorias cubanas.

Tales demostraciones fueron disueltas violentamente por centenares de presuntos integrantes de las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida y vecinos del lugar. Varios manifestantes resultaron heridos y unos 10 permanecerían aún detenidos.

En la única reacción oficial al respecto, el canciller Felipe Pérez Roque acusó a Estados Unidos de ser quien ”paga, estimula, organiza y dirige estas provocaciones”, que reciben una ”cumplida respuesta” del pueblo cubano, ”dueño de sus calles”.

Pérez Roque hizo sus declaraciones tras asistir el 14 de julio, en la residencia de la embajadora de Francia, Marie û France Pagnier, a la celebración de la fiesta nacional de ese país.

Francia se convirtió en la primera nación de la Unión Europea en invitar a funcionarios del gobierno cubano a sus recepciones luego que el bloque decisión suspender hasta 2006 las sanciones aplicadas a La Habana en 2003, a raíz del proceso de los 75 disidentes.

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