El nerviosismo provocado por las nuevas incursiones terroristas en Londres también se trasladó a los mercados internacionales del petróleo, que cerraron este viernes con los precios al alza tras dos semanas de altibajos.
En Nueva York, el crudo dulce ligero estadounidense West Texas Intermediate (WTI) se vendió a 58,65 dólares el barril de 159 litros, un avance de 1,52 dólares sobre los valores de la víspera.
En tanto, el barril del tipo Brent de mar del Norte, crudo de referencia europea, trepó aún más en el mercado de Londres al venderse a 57,58 dólares la unidad, 1,86 dólares más que el jueves.
Los precios récord del producto se alcanzaron el 7 de este mes, cuando Londres vivió el primero y múltiple atentado terrorista contra el trasporte público y en el que murieron 56 personas. En esa fecha se vendió el barril de WTI a 62,10 dólares y la unidad de Brent a 60,70 dólares.
Pero durante esta semana, los promedios se movieron a la baja, con valores de 57,60 dólares para el WTI, 56,87 para el Brent y 52,20 dólares para la cesta de 11 crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo, informó el Ministerio de Energía de Venezuela, único socio latinoamericano del grupo.
Según el informe venezolano, a ello contribuyeron la reactivación de las exportaciones mexicanas, luego de un cierre parcial de operaciones por el paso del huracán Emily, y grandes liquidaciones de contratos en los mercados a futuro.
En el ínterin, los precios se agitaron el miércoles, después que la embajada de Estados Unidos en Ryad advirtiera que militantes extremistas preparaban nuevos ataques en Arabia Saudita, el mayor productor y exportador mundial de petróleo.
México, que produce 3,44 millones de barriles diarios de petróleo y exporta la mitad a Estados Unidos, cerró la mayoría de sus pozos más productivos durante los tres días que Emily azotó sus costas caribeñas.. También algunas compañías en la costa estadounidense del golfo de México suspendieron temporalmente las operaciones.
Así, la fluctuación de precios respondió a la aprensión de que mermen las existencias estadounidenses, aunque en las últimas semanas se han movido poco alrededor de los 320 millones de barriles, lejos de los 270 millones de unidades que Washington considera umbral crítico.
En conjunto, los países consumidores industrializados agrupados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico tienen inventarios de petróleo acumulados para 54 días de operaciones, dos días y medio más que hace un año.
Pero lo que más animó las operaciones especulativas fue la leve apreciación del yuan chino (2,1 por ciento frente al dólar) dispuesta por Beijín en consonancia con un alza de seis por ciento en los precios internos de la gasolina y el combustible para motores diesel.
La medida debe estimular las ventas de las refinerías chinas y ablandar la presión sobre las importaciones de energéticos lo que puede tener un efecto más positivo en la demanda mundial, según analistas como Tobías Merath de la banca Credit Suisse.
Los operadores se animaron entonces a liquidar cargamentos, con efecto a la baja sobre los precios entre jueves y este viernes, pero la reaparición de la actividad terrorista en Londres de nuevo creó expectativas sobre posibles interrupciones en los suministros.
En ese cabalgar entre alzas y bajas, la agencia especializada Bloomberg consultó a 74 analistas y operadores y 46 de ellos estimaron que los precios bajarán la próxima semana.
El otro dato es que la OPEP en las últimas semanas ha estado al margen de los movimientos esenciales del mercado, porque como los demás productores tienen sus pozos produciendo casi a plena capacidad y por tanto no incide en la alteración de los precios.
La OPEP, formada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, produce unos 30 millones de barriles por día, aproximadamente, 36 por ciento de la demanda mundial. (