Una avalancha de nuevas películas sobre la mafia llega con una advertencia: esa organización criminal puede no estar hoy en las noticias, pero no por eso ha dejado de existir.
El hecho es que la mafia no ha desaparecido. Está tan activa como nunca y muy propagada, precisamente porque la gente común ya no le presta atención a estos asuntos, dijo Enzo Ciconte, asesor de la Comisión Parlamentaria Anti-Mafia de Italia.
Ciconte señaló que la estrategia de terror aplicada por la mafia en el pasado sólo causó una alarma social que en definitiva fue contraproducente para los intereses de las organizaciones delictivas.
Luego del asesinato del juez antimafia Paolo Borsellino en 1992 y de la detención del jefe Totó Riina (de la tristemente célebre familia Corleone), la mafia cambió su estrategia y dejó de matar a personas de alto perfil.
La Cosa Nostra, la mafia siciliana, comprendió que seguir matando a políticos clave y a representantes de la justicia ya no era beneficioso, explicó Ciconte a IPS.
Es por eso que la mafia prácticamente ha desaparecido de la primera plana de los periódicos y de las agendas de los políticos. Continuó en las pantallas de cine y televisión, pero con las características que tenía antes.
El director de cine y productor de un documental sobre la mafia italiana Armando Ceste ve beneficios pero también perjuicios detrás del renovado interés de hacer películas sobre la mafia.
Lo negativo es que, debido a las demandas del mercado y a las implicaciones políticas, la actual producción de películas sobre la mafia intenta eludir el ángulo brutal: las masacres, la violencia, los jefes de la mafia y todos las cosas que fácilmente podrían provocar horror e indignación entre los espectadores, señaló.
Cualquier intento de presentar una conexión entre la mafia y la clase política va en contra de muchos intereses, incluyendo los de algunos sectores que dominan los medios de comunicación, sostuvo.
Por eso, las películas sobre la mafia difundidas últimamente se refieren a acontecimientos del pasado, explicó.
El asesinato de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992 inspiró una de las películas más realistas de los últimos tiempos sobre las organizaciones criminales de Italia.
El docudrama Giovanni Falcone, precursor de estas nuevas películas sobre la mafia, fue estrenado en 1993. El filme explica las circunstancias reales que derivaron en el asesinato del magistrado y de su esposa.
La producción I giudici (Los jueces) fue realizada en 1999 por el director italiano Ricky Tognazzi para el canal estadounidense HBO. Es una historia de la batalla dentro de la mafia siciliana durante los años 80 y 90.
Estrenada en 2003, la película Gli angeli di Borsellino (Los ángeles de Borsellino) cuenta los últimos días de ese juez vistos desde los ojos de una de sus guardaespaldas.
El año pasado fue presentado el filme Paolo Borsellino, que mezcla imágenes reales del asesinato del juez con una dramatización de la guerra que él libró contra la mafia, pese a la indiferencia de la ciudadanía.
Alla luce del sole (A la luz del sol), estrenada en 2004, cuenta la historia de Don Pino Puglisi, un sacerdote de Palermo que gozaba de gran simpatía popular y que fue asesinado en 1993 luego de liderar una cruzada contra las mafias.
Del mismo tenor es la película I cento passi (Los cien pasos), de 2000, que cuenta la vida de Peppino Impastato, creador de una pequeña estación de radio en Sicilia en los años 70 con la que denunciaba las acciones de la mafia. Fue asesinado en 1978.
I fatti della banda della Magliana (Las acciones de la banda de Magliana), estrenada este año, cuenta el nacimiento y desaparición de una famosa banda criminal activa en Roma entre 1975 y 1991.
El lanzamiento de esta película fue acompañado de la publicación del libro Romanzo criminale (Novela criminal), un éxito en ventas escrito por el juez Giancarlo De Cataldo, que a su vez inspiró otra película.
Muchas de estas producciones son buenas, pero es vital abordar también los vínculos existentes entre la mafia y los políticos, señaló Ceste.
La mafia puede seguir multiplicándose por más de 150 años porque es un estado dentro del estado. Ésta es la realidad. Podemos seguir produciendo películas y documentales sobre la mafia, pero ya no podemos ignorar y tratar de evitar la representación de los actuales vínculos entre la mafia y el sistema político, añadió.
*Con aporte de Paola Pepere, en Roma. Miren Gutiérrez es editora jefa de IPS. (