AMBIENTE-PERÚ: Ecoturismo aletea

Al amanecer de un día de julio apareció sobre una rama del monte un ejemplar de ”ángel del sol real” (Heliangelus regalis), una especie rara de colibrí que se ha visto sólo en tres lugares del mundo, en la nororiental región peruana de San Martín.

El ornitólogo Rob Williams, que asesora al gobierno peruano en la tarea de abrir una nueva ruta para el ecoturismo, señaló la ubicación de los bosques que habita este pájaro muy pequeño, de plumaje azul oscuro y larguísimo pico. ”Es una de las especies endémicas de aquí”, dijo a IPS.

La observación de aves, una actividad del turismo ecológico que crece en todo el mundo, empieza a tomar vuelo en Perú. Junto con Colombia, este país andino y amazónico alberga la mayor cantidad de especies de aves, más de 1.800 en este territorio lleno de selvas, llanos, montañas y páramos.

IPS participa en una expedición organizada por la estatal PromPerú (Comisión de Promoción del Perú), iniciativa del Consejo Regional de Turismo de Lambayeque (en la costa noroccidental sobre el océano Pacífico) conducida por dos ornitólogos, una experta en turismo, un funcionario, un fotógrafo y un cineasta documentalista.

El viaje comenzó en Lambayeque, visitando la reserva ecológica privada de Chaparrí, continuó hacia el este por las regiones de Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto, hasta su capital, Iquitos.

El resto del itinerario se completa en la reserva nacional de Pacaya Samiría, en Loreto, un inmenso territorio enclavado entre los ríos Ucayali y Marañón, cuyos torrentes dan origen al Amazonas.

La intención de los organizadores es abrir un corredor turístico para observación de aves, que sería el más importante del mundo, según Williams y su colega José Álvarez, del Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana.

”En este lugar existe al menos 15 por ciento de las especies de aves de todo el planeta. Acá, en 15 días, se puede ver una cantidad de especies mayor que en ningún otro lugar”, dijo Álvarez, quien descubrió tres nuevas especies de aves en Perú.

Estudios más profundos podrían concluir que el norte peruano es la zona de mayor diversidad de aves del mundo, estimó.

La cordillera de los Andes tiene una gran variedad de ecosistemas, como el bosque seco, el bosque húmedo-tropical y el andino, la costa árida y la selva baja tropical, entre otros.

Al menos 84 de las 105 zonas de vida identificadas en el planeta están presentes en Perú, debido a la cordillera andina, un factor de gran endemismo animal y vegetal.

La diversidad de aves puede dar lugar a una actividad que rinda ingresos económicos.

El fotógrafo Heinz Plenge, administrador de un área privada de conservación, sostuvo que el crecimiento de la observación de aves puede favorecer notablemente a Perú. ”Nuestro país debe ser relanzado como un importante destino ecoturístico mundial”, dijo a IPS.

Para que esta actividad funcione, debe promoverse la participación de las comunidades cercanas. ”Tiene que haber también sostenibilidad social”, no es lo mismo ”turismo de naturaleza” que ecoturismo, pues el último implica visitar un lugar alentando su conservación y respetando ciertas normas básicas, dijo Plenge.

”Tampoco se puede ignorar el entorno cultural y económico”, acotó Plenge, quien administra la reserva ecológica privada de Chaparrí, un ecosistema de bosque seco visitado por la expedición.

Según Plenge, hay unos 100 millones de observadores de aves en el mundo, 70 millones en Estados Unidos

Williams recordó el ejemplo de la localidad de Mindo, en el norte de Ecuador, que 15 años atrás carecía de infraestructura y servicios. ”Hoy es un pueblo muy conocido, ha mejorado su nivel de vida gracias al ecoturismo, que creció justamente por el impulso que le dio un observador de aves norteamericano”, dijo.

El ornitólogo sostuvo que en América Latina habitan 42 por ciento de las especies de aves conocidas. Los países con más potencial para la observación son Perú, Colombia, Ecuador y Brasil.

La centroamericana Costa Rica, con una diversidad inferior a la peruana, ya ha hecho del ecoturismo una fuente de ingresos vital y recibe dos millones de visitantes al año.

El aleteo del ángel del sol real continúa en el Abra Patricia, un lugar cercano a Tarapoto. Es muy difícil verlo.

Álvarez recuerda en los recorridos que las aves son piezas cruciales del entorno, pues dispersan semillas, controlan plagas y sirven de alimento a otras especies. ”Son un excelente indicador del estado de un ecosistema”, afirma.

Pero también inspiran al ser humano, favorecen una vida más apacible y, desde tiempos ancestrales, hacen volar la imaginación.

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