Las centrales obreras de Colombia lograron comprometer al gobierno de su país para que acepte el ingreso de una misión investigadora de la OIT sobre denuncias de violaciones a la libertad sindical y asesinatos de dirigentes y trabajadores.
La decisión revitaliza la confianza del pueblo colombiano en el sistema tripartito, de gobiernos, empleadores y obreros, que rige las actividades de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), comentó Julio Roberto Gómez Esquerra, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), de Colombia.
Nos vamos realmente satisfechos, pues han valido la pena todos los esfuerzos realizados, dijo el sindicalista al quedar aprobadas este viernes las conclusiones del informe de la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT, que fue discutido durante las últimas tres semanas en la conferencia internacional del trabajo.
La comisión resolvió enviar a Colombia una misión integrada por el presidente del Comité de Libertad Sindical de la OIT y por los dos vicepresidentes del mismo organismo, que representan a los empresarios y a los trabajadores.
La delegación oficial de la OIT mantendrá reuniones con funcionarios del gobierno de Álvaro Uribe, de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, y de los órganos judiciales y administrativos responsables de la investigación y la supervisión.
Los enviados de la OIT deberán ocuparse en particular de todas las cuestiones vinculadas con la aplicación del Convenio 87, que compromete a los Estados parte a respetar la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.
Gómez recordó que en los últimos 20 años, sin interrupción, los gobiernos de Colombia han merecido llamados de atención de la OIT a causa de las violaciones graves a la libertad sindical que se registraban en el país.
El concepto de libertad sindical abarca los derechos de organización, de negociación colectiva y de huelga.
Pero en los últimos 15 años apareció un ingrediente adicional que es el fenómeno de las violaciones de los derechos humanos mediante asesinatos de sindicalistas y el desplazamiento forzado de otros dirigentes obreros bajo intimidaciones y amenazas, explicó el líder de la CGT.
Un informe de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (Ciosl), la principal central obrera del mundo, dijo que Colombia sigue siendo el país más hostil para los sindicalistas.
Durante 2004 se registró la impresionante cifra de 90 sindicalistas asesinados, dijo la entidad en su informe anual sobre los atropellos que se cometen en el mundo contra las organizaciones de trabajadores.
También se ha verificado en el mismo año un incremento de las amenazas de muerte, que han subido a 295, y de otras formas de represión, en particular los arrestos arbitrarios, insistió.
La Comisión de Aplicación de Normas de la OIT pidió al gobierno de Colombia que envíe sus comentarios sobre las denuncias presentadas por los sindicalistas durante la conferencia internacional del trabajo finalizada esta semana.
Los dirigentes obreros colombianos, respaldados por la Ciosl y por la otra central internacional, la Confederación Mundial del Trabajo (CMT), expusieron los actos de violencia y las trabas en el registro de los sindicatos.
Los activistas colombianos mencionaron la falta de respeto de los derechos sindicales durante los procesos de reestructuraciones, privatizaciones o fusiones, en especial de empresas del sector público.
Las violaciones incluyen despidos masivos y despidos antisindicales. También se recurre a cooperativas que encubren relaciones de empleo y privan a los trabajadores de la libertad sindical y de la negociación colectiva.
El Comité de Libertad Sindical de la OIT instó al gobierno de Colombia, en los términos más firmes, a tomar las medidas necesarias para avanzar en las investigaciones de los asesinatos y actos de violencia contra sindicalistas.
El organismo de la entidad que funciona en el sistema de la Organización de las Naciones Unidas exhorta también a Bogota a que pongan fin a la intolerable situación de impunidad.
Gómez observó que el envío de la misión oficial de la OIT representa una innovación que abre toda una perspectiva. Sin embargo, los sindicalistas no utilizarán las conclusiones de esa delegación para polarizar más el clima interno, aseguró.
Queremos que el informe de la misión sobre las violaciones a la libertad sindical y los asesinatos de dirigentes obreros sirva de reflexión para encontrar salidas al problema de Colombia, sostuvo el secretario de la CGT.
El informe del Comité de Libertad Sindical de la OIT fue ratificado por el Consejo de Administración de la entidad, que incorporó en la fecha a su nuevo presidente, el ministro de Trabajo de Argentina, Carlos Tomada, quien sucede al francés Philippe Seguin.
Además de Colombia, el informe del comité expresó preocupación por la situación de la libertad sindical en Camboya, Irán, Birmania y Zimbabwe.
La conferencia internacional del trabajo debatió cuestiones como la duración del empleo, que los patronos y un elevado número de gobiernos pretenden flexibilizar, y las estrategias posibles para crear empleos destinados a los jóvenes.
La máxima autoridad de la OIT debía adoptar un convenio internacional que revisaba las normas vigentes para el sector de la pesca, pero a último momento el proyecto fue rechazado y ahora será discutido en la conferencia del 2007.
La aprobación del convenio sobre pesca se vio frustrada por la oposición del sector de empleadores y de algunos gobiernos, entre los que figuraron Estados Unidos y China.